El efusivo saludo de Putin da un respiro al acorralado heredero saud¨ª en el G20
La cumbre pone en evidencia el aislamiento de Bin Salm¨¢n tras la crisis abierta por el asesinato de Khashoggi
Durante su viaje a Estados Unidos y Europa la pasada primavera, todo el mundo quer¨ªa un selfie con el heredero de Arabia Saud¨ª. El joven pr¨ªncipe Mohamed bin Salm¨¢n, conocido como MBS, todav¨ªa representaba la promesa de la modernizaci¨®n y apertura del reino. Ahora, salir en una foto con ¨¦l resulta arriesgado, como ha visto don Juan Carlos, el rey em¨¦rito espa?ol. Aunque no hay indicios de que MBS vaya a ver frustrado su acceso al trono por el caso Khashoggi, el asesinato del periodista ha perjudicado su imagen internacional y pone en peligro su ambicioso programa de reformas econ¨®micas. De ah¨ª que busque una foto con los l¨ªderes mundiales para enviar el mensaje de que ha superado la crisis.
La participaci¨®n de MBS en el G-20, su primera aparici¨®n internacional desde el incidente, se ha convertido en una prueba de fuego. Aparte del anfitri¨®n, Mauricio Macri, y del presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, ?alguien m¨¢s querr¨¢ verle en privado? ?Aceptar¨¢ el turco Recep Tayyip Erdogan la cita que le ha pedido? De momento, ya lo ha hecho el primer ministro indio, Narendra Modi, y se ha anunciado una cita con la brit¨¢nica, Theresa May. Con el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, se ha reunido brevemente. Pero por mucho que los comentaristas saud¨ªes interpreten que con su presencia en Buenos Aires el heredero ¡°ha torpedeado las pretensiones de los adversarios de Arabia¡±, el viaje, con paradas en distintos pa¨ªses ¨¢rabes tanto a la ida como a la vuelta, es un intento de reparar su reputaci¨®n tras el brutal asesinato de Jamal Khashoggi en el consulado saud¨ª de Estambul.
El heredero saud¨ª fue el primero en llegar a Buenos Aires para la cumbre el G20, dos d¨ªas antes. Enseguida se refugi¨® en la embajada de su pa¨ªs, un lujoso edificio de estilo franc¨¦s que fue especialmente acondicionado con cristales antibala en las ventanas y un alto vallado policial. Desde el mi¨¦rcoles, cuando aterriz¨® en Buenos aires, no se le vio fuera del edificio. Su actitud ha sido la contracara de otros l¨ªderes, como Macron, quien hasta cen¨® en una t¨ªpica parrilla argentina y visit¨® librer¨ªas.
A partir de entonces todo ha ido cuesta arriba para MBS. Los l¨ªderes se lo han hecho saber con peque?os gestos que denotan el malestar que tienen hacia el pr¨ªncipe tras el asesinato de Khashoggi. La foto de familia del inicio de la cumbre ha sido una muestra de ello. Un evento nimio, de rutina, dej¨® s¨®lo a MBS en la segunda fila, el ¨²ltimo a la derecha y con dos lugares vac¨ªos a su lado, cerca de Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y del presidente de Ruanda, Paul Kagame. Fue tambi¨¦n uno de los primeros en abandonar el escenario.
DIRECTO | As¨ª ha sido el efusivo saludo entre el pr¨ªncipe saud¨ª y el presidente ruso Vladimir Putin https://t.co/NsjPyVn4r5 pic.twitter.com/bWtkO8FZuU
— EL PA?S (@el_pais) November 30, 2018
Despu¨¦s de la foto, en el plenario, MBS tuvo una peque?a revancha de alto contenido pol¨ªtico. Las c¨¢maras captaron el momento en que el presidente Vlad¨ªmir Putin se encuentra con ¨¦l ante los asientos que ten¨ªan asignados. El dirigente ruso levanta una mano y la choca efusivamente contra la de MBS, un saludo informal y lejos de cualquier protocolo, realizado entre sonrisas.
El pr¨ªncipe heredero tiene motivos de preocupaci¨®n en Buenos Aires. La ONG Human Rights Watch ha solicitado a la justicia argentina que pida la captura del pr¨ªncipe heredero por presuntos cr¨ªmenes de guerra de Arabia Saud¨ª en Yemen. El escrito, que cay¨® en el juez Ariel Lijo, hace referencia tambi¨¦n a la responsabilidad de MBS en la muerte del Khashoggi. El argumento de HRW es que Argentina debe juzgar en virtud del principio de justicia universal, que el pa¨ªs sudamericano admite en su Constituci¨®n. Lijo ha aceptado la petici¨®n de HRW y ha pedido a Yemen y a Turqu¨ªa que le informen de si MBS es investigado en esos pa¨ªses por los cr¨ªmenes denunciados. S¨®lo si no hay expedientes en tr¨¢mite Argentina puede avanzar en sus tribunales contra el heredero.
El caso Khashoggi ha desatado una cr¨ªtica generalizada a la capacidad del joven pr¨ªncipe para liderar el mayor exportador de petr¨®leo, lo que a sus 33 a?os podr¨ªa significar varias d¨¦cadas en el poder. Casi de un d¨ªa para otro, MBS ha pasado de ser el prometedor gobernante que iba a catapultar su pa¨ªs hacia el futuro a convertirse en alguien que la mayor¨ªa de los dirigentes de las democracias occidentales consideran no solo controvertido sino incluso nocivo.
? | Crown Prince met with world leaders on the sidelines of the #G20Argentina#CrownPrinceInG20 pic.twitter.com/RkCGgArBMA
— Foreign Ministry ?? (@KSAmofaEN) November 30, 2018
Aunque el pr¨ªncipe ha negado tener conocimiento previo del asesinato, pol¨ªticos y analistas dudan de que pudiera realizarse sin que lo supiera debido al poder omn¨ªmodo que ha acumulado desde la llegada al trono de su padre en 2015. De inmediato, el rey Salm¨¢n le nombr¨® ministro de Defensa y presidente del poderoso Consejo Econ¨®mico y de Desarrollo. Al a?o siguiente le design¨® viceheredero y le entreg¨® el control de la compa?¨ªa estatal de petr¨®leo, Aramco, la primera vez que la joya de la corona se pon¨ªa en manos de un pr¨ªncipe. Nunca antes un miembro de la familia real hab¨ªa acumulado tanto poder en Arabia Saud¨ª. Un a?o m¨¢s tarde, desplaz¨® a su primo como heredero.
En ese proceso, MBS no solo margin¨® a otras ramas de los Al Saud que hasta entonces se repart¨ªan el poder, sino que redujo sus asesores a un peque?o grupo de afines que actuaban m¨¢s como caja de resonancia que como contrapeso. El caso Khashoggi ha sido la gota que ha colmado el vaso, pero ya de antemano hab¨ªa cometido graves errores de pol¨ªtica exterior, desde la guerra de Yemen al embargo a Qatar. Adem¨¢s, su purga de pr¨ªncipes y empresarios el a?o pasado hab¨ªa minado la confianza de los inversores.
Esa campa?a ¡°contra la corrupci¨®n¡± se sald¨® con pagos por parte de los afectados que superan los 100.000 millones de d¨®lares, seg¨²n cifras oficiales. Menos publicitada ha sido la salida de capitales que se ha producido desde entonces (hasta 90.000 millones de d¨®lares, un 10% del PIB y un 13% m¨¢s que en 2017, seg¨²n JPMorgan Chase & Co, citado por Bloomberg). M¨¢s dif¨ªcil de calcular es en qu¨¦ medida ha desincentivado las inversiones extranjeras que MBS quer¨ªa atraer para librar a su pa¨ªs de la dependencia del petr¨®leo. Si la purga enfri¨® las perspectivas, el asesinato de Khashoggi las ha congelado.
De hecho, Arabia Saud¨ª ha vuelto a recurrir a los petrod¨®lares para comprar voluntades dentro y fuera del pa¨ªs. En contra del programa de austeridad promovido por MBS desde que tom¨® las riendas del poder, su padre acaba de distribuir una lluvia de millones durante una repentina visita por varias provincias, la primera de su reinado. Por otro lado, Riad est¨¢ tratando de ampliar sus apoyos en el mundo ¨¢rabe como se ha visto con la reciente transferencia de 60 millones de d¨®lares (53 millones de euros) a la Autoridad Palestina, o la escala de camino a Buenos Aires que el pr¨ªncipe hizo en T¨²nez, donde prometi¨® un pr¨¦stamo blando de 500 millones de d¨®lares (440 millones de euros) y financiar dos proyectos por importe de 140 millones, seg¨²n Reuters.
Pero si, en aras de una muy necesitada ayuda econ¨®mica, el presidente tunecino, B¨¦ji Ca?d Essebsi, obvi¨® el papel saud¨ª en aplastar las primaveras ¨¢rabes, la sociedad civil expres¨® su malestar con la visita. Los tunecinos han sido los primeros ¨¢rabes en manifestarse en contra del heredero del rey Salm¨¢n, en claro contraste con las paradas que hizo antes en Emiratos ?rabes, Bahr¨¦in y Egipto, donde, como sucede en el Reino del Desierto, no existe posibilidad alguna de expresar la menor discrepancia. No en vano T¨²nez es el ¨²nico pa¨ªs donde la primavera ¨¢rabe?ha echado ra¨ªces. Protestas parecidas le esperan en Argelia en su viaje de vuelta.
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