Fabi¨¢n Salvioli: ¡°No se puede trabajar en derechos humanos sin ser feminista¡±
El expresidente del comit¨¦ de Derechos Humanos de la ONU afirma que la falta de voluntad pol¨ªtica ralentiza la justicia universal
Examinar los procesos de transici¨®n en el mundo. En eso consiste la actual tarea del expresidente del Comit¨¦ de Derechos Humanos de la ONU, el abogado Fabi¨¢n Salvioli (Argentina, 1963), relator de la ONU para la promoci¨®n de la verdad, la justicia, la reparaci¨®n y las garant¨ªas de no repetici¨®n. Analizar la salida del conflicto armado de un pa¨ªs o el paso de reg¨ªmenes autoritarios a democr¨¢ticos es el cometido de este experto, cuyo pr¨®ximo informe para Naciones Unidas trata sobre las reparaciones y el acceso a la justicia de v¨ªctimas por violaciones graves y sistem¨¢ticas de derechos humanos en todo el mundo. Salvioli ha participado esta semana en el Congreso Internacional 70 a?os de la Declaraci¨®n Universal de los Derechos Humanos que se ha celebrado en la Universitat de Val¨¨ncia.
Pregunta. Usted dice que la paz no es un valor a mantener sino a construir de forma cotidiana.
Respuesta. Mantener la paz es ficticio en un mundo en el que no existe. En un mundo en el que las tres cuartas partes no tienen satisfechos sus derechos b¨¢sicos y elementales no se puede decir que hay paz. La construcci¨®n de la paz se da sobre la garant¨ªa de los derechos humanos. No hay que mantener el statu quo, hay que lograr un mundo mejor.
P. ?C¨®mo se consigue? ?Lo estamos haciendo bien o mal?
R. Lo estamos haciendo mal, pero la historia es c¨ªclica, y, por supuesto, hay avances y retrocesos. Los derechos humanos tienen que ser el programa de todo Gobierno, de toda instituci¨®n p¨²blica. El Estado est¨¢ para respetar y garantizar los derechos humanos. En caso contrario, no cumple la funci¨®n para la? que fue creado. Las organizaciones internacionales deben de tener los derechos humanos como punto central de su agenda. Esa es la manera de construir un mundo mejor.
P. ?C¨®mo se comporta el mundo en este aspecto tan importante?
R. Se observan avances importantes. ?Qui¨¦n iba a pensar que los m¨¢ximos responsables de cr¨ªmenes contra la humanidad iban a poder ser llevados ante un tribunal para rendir cuentas? Hoy contamos con la Corte Penal Internacional, existen tribunales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que otorgan justicia a v¨ªctimas que por decenios no han sido escuchadas; est¨¢ el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y est¨¢ el ¨®rgano de Naciones Unidas. Pero, al mismo tiempo, hay un gran d¨¦ficit sobre el que hay que hacer hincapi¨¦. Una de las tareas m¨¢s grandes que tenemos es trabajar contra la discriminaci¨®n.
P. ?Se refiere a la que sufren las mujeres?
R. Especialmente. La discriminaci¨®n es la violaci¨®n m¨¢s masiva y sistem¨¢tica que hay en el mundo. Tras examinar m¨¢s de 120 Estados tras mi paso por el Comit¨¦ de Derechos Humanos, ninguno ten¨ªa efectiva paridad de hecho ni de derecho.
P. ?Ni Estados Unidos?
R. Ninguno. Claro, hay situaciones que son peores, pero no se puede trabajar en derechos humanos sin tener perspectiva de g¨¦nero. No se puede trabajar en derechos humanos sin ser feminista. No ser feminista nos hace malas personas.
¡°No hay que mantener el statu quo, hay que lograr un mundo mejor¡±
P. Con esas cifras ser¨¢ usted pesimista.
R. Por eso trabajo. Si el mundo fuera bien no har¨ªa falta trabajar en derechos humanos. Cuando peor est¨¢ el mundo m¨¢s entusiasmo tengo por trabajar. No hay otra ideolog¨ªa mejor que la de los derechos humanos. ?Qui¨¦n puede estar en contra de que en todo el mundo, todas las personas gocen de salud, educaci¨®n, trabajo, de que nadie sea denigrado ni sufra discriminaci¨®n? Es un ideario extraordinario. Es la mejor ideolog¨ªa que conozco, que no es de derechas ni de izquierdas; es el legado m¨¢s extraordinario que el siglo XX ha dado a la humanidad. Hasta que encuentre algo que supere esa ideolog¨ªa voy a abrazar los derechos humanos hasta el ¨²ltimo d¨ªa.
P. ?Espa?a deber¨ªa derogar los aspectos de la ley de Amnist¨ªa que impiden juzgar los delitos antes del 15 de diciembre de 1976? Algunos juristas afirman que la Constituci¨®n lo impide.
R. No hay ninguna duda. Lo que hay es falta de voluntad. El derecho internacional es claro como el agua, no prescriben, y la Constituci¨®n espa?ola, en su articulo 10.2 indica el marco aplicable. Adem¨¢s, es de sentido com¨²n. ?C¨®mo va a prescribir una desaparici¨®n forzada? ?Desde cu¨¢ndo se va a contar la prescripci¨®n?
P. ?Por qu¨¦ tantos impedimentos, incluso del poder judicial, como se?ala usted, si todos los organismos internacionales reclaman lo contrario?
R. El camino de la justicia siempre es largo, sobre todo, frente a este tipo de situaciones, y cuando los Gobiernos no lo abordan debidamente, no se terminan de superar nunca. Por eso todav¨ªa seguimos hablando de ello. Si se hubieran esclarecido como corresponde y reparado a la v¨ªctimas, estar¨ªamos en otro estadio.? Vamos retrasados 40 a?os.
P. ?Qu¨¦ le parece el reciente decreto que aprob¨® el Gobierno de Pedro S¨¢nchez?
R. Contiene algunas medidas valiosas que hay que aplaudir, pero son insuficientes. Hay que cumplir con el esclarecimiento de la verdad, el juicio a las personas responsables y las reparaciones integrales a las v¨ªctimas. Esas son las medidas para que el tema se resuelva.
P. ?Qu¨¦ opina del conflicto sobre la exhumaci¨®n de Franco?
R. ?C¨®mo vamos a mantener un monumento que simb¨®licamente representa a una dictadura que ha masacrado y torturado a personas a las que debi¨® garantizarles derechos? Pero esto no es solo un problema de Espa?a. Es as¨ª en todo el mundo. No es que la sociedad civil espa?ola est¨¢ empe?ada en eso. Hasta que no se abordan estas cuestiones no se terminan de superar.
P. Los familiares de fusilados en Paterna se han sumado a la querella argentina contra el franquismo.
¡°La discriminaci¨®n es la violaci¨®n m¨¢s masiva y sistem¨¢tica que hay en el mundo¡±
R. Siempre recuerdo lo valioso que ha sido para hacer justicia el ejercicio de la jurisdicci¨®n universal en Espa?a, que llev¨® adelante cr¨ªmenes cometidos durante la dictadura argentina y en otros lugares. Ha servido decididamente para que se haga justicia. Y a la inversa, pasa igual. Al no avanzar aqu¨ª los casos, en Argentina se abri¨® jurisdicci¨®n universal para juzgar y procesar responsables de cr¨ªmenes contra la humanidad, y la obligaci¨®n del Estado es cooperar plenamente con la querella argentina.
P.?Lo est¨¢ haciendo?
R. No. Y hay dos alternativas. O se juzga en Espa?a conforme a los est¨¢ndares internacionales, sin aplicar los incomprensibles eximentes de responsabilidad, como prescripciones y amnist¨ªas. O se coopera con el ejercicio de la justicia en el exterior porque sino estos casos van a seguir abiertos aqu¨ª o all¨¢. Y ser¨ªa mejor resolverlos en Espa?a, claro.
P. ?Qu¨¦ otros pa¨ªses se encuentran en este proceso?
R. En Guatemala y El Salvador hay bastantes deficiencias a pesar de los esfuerzos realizados. Colombia es el gran cliente en materia de justicia transicional en el mundo. Nepal y Sri Lanka tienen tambi¨¦n procesos con luces y sombras. En T¨²nez se presenta ahora la comisi¨®n de la verdad y la dignidad, pero todav¨ªa hay que avanzar much¨ªsimo en cuanto a juzgamiento de las personas responsables y ver c¨®mo establecer las reparaciones a las v¨ªctimas. Es un mundo con muchas complejidades y el desaf¨ªo es hacer justicia frente a esto. No es l¨®gico que cuando alguien comete un robo, todo el peso de la ley caiga sobre esa persona, y que quien ha asesinado a 300 personas, camine libremente por la calle. ?Cu¨¢l es la ¨¦tica y la l¨®gica que gu¨ªa ese tipo de razonamientos?
P. ?Sobre qu¨¦ versar¨¢ su pr¨®ximo informe?
R. Sobre reparaciones y acceso de v¨ªctimas por violaciones graves y sistem¨¢ticas de derechos humanos en todo el mundo. Estoy reuniendo informaci¨®n e investigando.
P. ?Hay mucha diferencia entre los pa¨ªses m¨¢s avanzados y los menos desarrollados?
R. No necesariamente. El mayor problema no es de desarrollo. Es de voluntad pol¨ªtica.
P. ?Por ejemplo?
R. Argentina. Mi pa¨ªs tuvo una situaci¨®n de alt¨ªsima impunidad. Al recuperar la democracia fue una extraordinaria decisi¨®n del presidente Ra¨²l Alfons¨ªn impulsar el juicio a los responsables de la dictadura. Luego vinieron leyes de impunidad que mantuvieron una situaci¨®n sin resolver hasta que se derogaron en el 2003 y se recuper¨® el enjuiciamiento de las personas responsables y los programas de reparaciones a las v¨ªctimas. La historia no es est¨¢tica, es din¨¢mica.
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