¡°Antes no ten¨ªamos ni ropa ni comida suficiente; ahora, m¨ªranos¡±
La historia de Tian Feng, un ingeniero jubilado, ilustra el cambio de China tras cuatro d¨¦cadas del proceso de Reforma y Apertura que promovi¨® Deng Xiaoping
¡°Parece mentira c¨®mo hemos cambiado en 40 a?os. Ha sido tremendo. Antes no ten¨ªamos ni ropa con la que abrigarnos ni comida suficiente. Ahora, m¨ªranos¡±, sonr¨ªe entusiasmado Tian Feng, un ingeniero jubilado de 68 a?os, menudo y fibroso.
Tian ten¨ªa especial inter¨¦s en visitar esta gigantesca exposici¨®n en el Museo Nacional de Historia en la plaza de Tiananmen de Pek¨ªn, promocionada a bombo y platillo para conmemorar el 40 aniversario del proceso de Reforma y Apertura que promovi¨® Deng Xiaoping y que abri¨® China al mundo.
¡°En cierto modo, soy un producto del?Gaige Kaifang [como se conoce en mandar¨ªn a este proceso]¡±, cuenta.
Tian naci¨® en 1950, cuando la Rep¨²blica Popular de China creada por Mao Zedong apenas cumpl¨ªa un a?o. Su lugar de origen es Shenyang, en el empobrecido noroeste chino. Un ¨¢rea agr¨ªcola y de industria pesada que antes de que ¨¦l naciera hab¨ªa sufrido especialmente la invasi¨®n japonesa (1937-1945), y que mientras ¨¦l viv¨ªa su primera infancia vio cruzar a las tropas chinas que acud¨ªan a reforzar a las de Corea del Norte en la guerra de Corea (1950-1953). M¨¢s tarde lleg¨® el Gran Salto Adelante (1958-1962), con el que Mao pretend¨ªa alcanzar a los pa¨ªses industrializados en tiempo r¨¦cord y que provoc¨® una hambruna en la que murieron al menos 10 millones de personas.
Y en 1966, cuando el futuro ingeniero viv¨ªa su adolescencia, comenz¨® la Revoluci¨®n Cultural, que durante diez a?os sacudir¨ªa China y dejar¨ªa profundas secuelas econ¨®micas, sociales y en la psicolog¨ªa colectiva. ¡°Fui uno de los ¡®j¨®venes educados¡¯ a los que nos mandaron al campo a reeducarnos viviendo con los campesinos. Aquellos a?os fueron muy, muy dif¨ªciles¡±, recuerda.
China era un pa¨ªs pobre, paup¨¦rrimo. Su PIB no llegaba a los 91.000 millones de d¨®lares en una naci¨®n de 820 millones de personas. ¡°Hab¨ªa poco de todo. En invierno pas¨¢bamos much¨ªsimo fr¨ªo, no ten¨ªamos suficiente ropa.¡±, apunta.
Pero ¡°las cosas cambiaron por completo a partir del Gaige Kaifang¡±, afirma. Entre el 18 y el 22 de diciembre de 1978, dos a?os despu¨¦s de la muerte de Mao, el Partido Comunista de China celebr¨® el tercer plenario de su 11 Comit¨¦ Central. Respaldado por Deng, entonces recientemente rehabilitado, aprob¨® que algunos campesinos, por primera vez, pudieran tener la propiedad de sus cultivos. A aquel primer paso le seguir¨ªan el establecimiento de Shenzhen, entonces una aldea de pescadores y hoy un pr¨®spero n¨²cleo tecnol¨®gico y manufacturero de 12,5 millones de habitantes, como ¡°zona econ¨®mica especial¡±, para experimentar con un sistema de mercado m¨¢s flexible.
La posibilidad de una reforma pol¨ªtica muri¨® con la matanza de Tiananmen el 4 de junio de 1989, que sofoc¨® sangrientamente las protestas estudiantiles contra la corrupci¨®n y en favor de la democracia. Pero la apertura econ¨®mica continu¨®, con un nuevo impulso tras un viaje de Deng al sur del pa¨ªs en 1992 para defender la liberalizaci¨®n del mercado.
En la vida personal de Tian, el cambio que trajeron las reformas lleg¨® de la noche a la ma?ana. Las universidades ¡ªcerradas total o parcialmente durante la Revoluci¨®n Cultural¡ª volvieron a convocar ex¨¢menes de ingreso. ?l, ya rozando la treintena, se present¨® a las pruebas y obtuvo una plaza en Tsinghua, la misma alma m¨¢ter del actual presidente chino, Xi Jinping. A los pocos a?os era licenciado en ingenier¨ªa.
¡°Y desde entonces mi vida ha ido cada vez mejor¡±, agrega. Ha pasado d¨¦cadas trabajando para un centro de investigaci¨®n sobre el carb¨®n, la principal fuente de electricidad china, y antes de retirarse hace ocho a?os ¡ªla edad de la jubilaci¨®n en China es de 60 a?os¡ª lleg¨® a ser ingeniero jefe.
La gran lecci¨®n, asegura, es que ¡°China no puede quedarse encerrada en s¨ª misma¡±. ¡°El?Gaige Kaifang nos ense?a que tenemos que salir al mundo, abrirnos. No es bueno que nos encerremos¡±, a?ade, sin pensar quiz¨¢ que en los ¨²ltimos meses el presidente actual, Xi Jinping, ha enfatizado la necesidad de que este pa¨ªs sea autosuficiente, para hacer frente al deterioro de las relaciones comerciales entre China y Estados Unidos.
¡°Ahora s¨ª que tenemos de todo¡±, apunta Tian, se?alando hacia los progresos que destaca la exposici¨®n: los cohetes Larga Marcha para la exploraci¨®n espacial, un submarino capaz de descender a los abismos marinos, modernos coches el¨¦ctricos. ¡°Ya no pasamos fr¨ªo¡±, se r¨ªe, mientras se palpa el abrigo: un grueso plum¨ªfero importado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.