M¨¢s rica, m¨¢s fuerte, a¨²n autoritaria: China cumple 40 a?os de su reforma y apertura econ¨®mica
Una gran exposici¨®n en Pek¨ªn exalta al presidente Xi Jinping y arrincona a Deng Xiaoping, el arquitecto del proceso
Xi Jinping, el presidente chino, en uniforme militar y dialogando con las tropas. Xi Jinping en la cabina de un caza de la fuerza a¨¦rea escuchando al piloto con atenci¨®n. Xi recibiendo a mandatarios extranjeros. Xi pronunciando un discurso en el Gran Palacio del Pueblo de Pek¨ªn. Xi supervisando la construcci¨®n de unas obras p¨²blicas con sonrisa benevolente.
China cumple este martes 40 a?os del comienzo del Gaige Kaifang, o Reforma y Apertura, el proceso de reformas que emprendi¨® el pa¨ªs bajo el mando de Deng Xiaoping a partir de 1978 para repudiar el mao¨ªsmo y empezar a abrirse al mundo. Aquellos cambios, que se anticiparon a la glasnost y perestroika de Mijail Gorbachov en la URSS, sentaron las bases para el espectacular vuelco de la naci¨®n, que pas¨® de una econom¨ªa depauperada a convertirse en un tiempo r¨¦cord en la segunda potencia. Si tras la muerte de Mao el PIB de China representaba el 1,75% de la econom¨ªa mundial, en 2018 se ha multiplicado por 82 y supone el 15% de la riqueza global, o 12,24 billones de d¨®lares. La esperanza de vida ha pasado de 65,8 a 76,4 a?os. M¨¢s de 800 millones de personas han abandonado la pobreza.
Pero en la monumental exposici¨®n oficial Grandiosa Reforma en el Museo Nacional de Historia ¡ªuno de los principales eventos con los que China ha querido tirar la casa por la ventana para marcar el aniversario¡ª Deng, el padre de esas reformas, ocupa solo un papel secundario. Como en el resto de los faustos, los grandes protagonistas de las conmemoraciones son Xi Jinping, el l¨ªder cada vez m¨¢s autocr¨¢tico de China desde hace seis a?os, y de su ¡°nueva era¡±.
Una nueva era en la que, seg¨²n denuncian sus cr¨ªticos, Xi ha desmantelado sistem¨¢ticamente la mayor parte del legado de Deng. Se han eliminado los l¨ªmites temporales que impuso el Peque?o Timonel al mandato presidencial, pensados para evitar que un l¨ªder se perpetuara en el mando; el segundo plano en pol¨ªtica exterior que recomendaba el veterano dirigente ya es cosa del pasado; en la econom¨ªa, el sector p¨²blico vuelve a ganar terreno sobre un sector privado que fue el motor del crecimiento en las ¨²ltimas d¨¦cadas, mientras que las reformas anunciadas hace seis a?os no han llegado a ponerse en marcha.
¡°Unidos tras el l¨ªder Xi Jinping, n¨²cleo del Partido Comunista¡±, recibe una enorme pancarta al p¨²blico que abarrotaba esta semana la exposici¨®n: grupos escolares, turistas de otras provincias, militantes del partido en visitas organizadas. En el interior, sala tras sala dedicadas a los logros de la China ultramoderna (y el Partido Comunista): la China que ha llegado a la Luna, la que ha tendido la mayor red de ferrocarril de alta velocidad, la que innova en rob¨®tica e inteligencia artificial.
E im¨¢genes y m¨¢s im¨¢genes del presidente chino. Todas ellas siempre unos cent¨ªmetros m¨¢s grandes o m¨¢s elevadas que el resto de los elementos de la exposici¨®n. Deng aparece apenas como un l¨ªder m¨¢s de los que precedieron a Xi: su retrato es del mismo tama?o que otros dirigentes, Hu Jintao o Jiang Zemin. En la sala dedicada a la historia, el espacio que ocupan todos ellos es la mitad que el actual jefe del Estado.
¡°Deng Xiaoping debe estar revolvi¨¦ndose en la tumba¡±, opina el profesor Willy Lam, de la Universidad China de Hong Kong. ¡°Se han abandonado casi todas sus reformas: el liderazgo colectivo y la prohibici¨®n del culto a la personalidad; separaci¨®n del Partido y del Estado; en la econom¨ªa, ¨¦nfasis en el mercado y buen trato a los empresarios privados y los capitalistas extranjeros¡¡±.
Aunque dentro de China la situaci¨®n es menos monol¨ªtica de lo que la exposici¨®n ¡ªy el Gobierno chino¡ª quieren presentar. El aniversario, que deb¨ªa ser una apoteosis de los logros del sistema, llega en medio de m¨¢s dudas de las anticipadas. La econom¨ªa china ya no crece como en a?os pasados. La guerra comercial con Estados Unidos, que China pensaba inicialmente que podr¨ªa resolver incrementando sus importaciones, se ha transformado en algo m¨¢s profundo y extendido a otras ¨¢reas de la relaci¨®n bilateral, hasta el punto de que en Pek¨ªn ya se considera el comienzo de una guerra fr¨ªa. Europa comparte muchas de las cr¨ªticas que Washington formula sobre las pr¨¢cticas chinas. Y en los ¨²ltimos d¨ªas, la detenci¨®n en Canad¨¢ de Meng Wanzhou, la directora financiera del gigante de las telecomunicaciones Huawei, ha sentado como una bofetada en Pek¨ªn.
Nadie, ni dentro ni fuera de China, duda de que Xi mantenga un completo control del poder. Pero en los ¨²ltimos meses se han podido escuchar voces que disienten y piden m¨¢s reformas econ¨®micas para recuperar el camino de reformas a favor del mercado que marc¨® Deng.
En octubre era el hijo del Peque?o Timonel, Deng Pufang ¡ªun hombre con una enorme ascendencia moral dentro del sistema chino¡ª, quien planteaba reproches. Los cambios que impuso su padre ¡°en la estructura social, divisi¨®n de intereses y modo de pensar son fundamentales, hist¨®ricos e irreversibles¡±. ¡°Debemos continuar por ese camino, sin regresiones, y sin vacilar durante cien a?os¡±, insist¨ªa, en un discurso que los medios oficiales nunca llegaron a divulgar. Otros representantes del clan reformista ¡ªlos hijos del que fuera secretario general del Partido Hu Yaobang; el general Liu Yuan, hijo del que fuera presidente Liu Shaoqi¡ª tambi¨¦n han hecho comentarios cr¨ªticos.
Y quiz¨¢ como fruto de las presiones externas y las voces disonantes internas parece que puedan avecinarse algunos cambios. ¡°Desde cierto punto de vista, se puede decir que Trump est¨¢ obligando a Xi a volver a las ense?anzas de Deng¡±, especialmente en el ¨¦nfasis en el mercado, el trato no discriminatorio a las empresas extranjeras o un tono menor en la pol¨ªtica exterior, apunta Lam.
El jefe del Estado chino pronunciar¨¢ el martes un discurso sobre el aniversario, donde podr¨ªa anunciar algunas medidas de profundizaci¨®n en el Gaige Kaifang; o de conciliaci¨®n en la guerra comercial, como se interpretan en algunos sectores.
¡°Hay algunas se?ales tentativas de que se planea un nuevo impulso a las reformas¡±, indica la consultora Capital Economics. China, seg¨²n ha adelantado el The Wall Street Journal, podr¨ªa modificar su plan Hecho en China 2025, por el que quiere convertirse en un l¨ªder tecnol¨®gico para entonces, y permitir m¨¢s participaci¨®n extranjera.
Pero tambi¨¦n, agrega la consultora, las nuevas medidas que se anuncien pueden suponer poco m¨¢s que un lavado de cara para evitar m¨¢s aranceles y ganar tiempo. ¡°Aunque algunos funcionarios en Pek¨ªn ven las reformas basadas en el mercado como una soluci¨®n a las tensiones comerciales y los problemas estructurales m¨¢s amplios que afectan al crecimiento econ¨®mico, otros ven las presiones de EE UU como una reivindicaci¨®n de las posiciones actuales¡±, recuerda.
Y tras el caso Huawei en Canad¨¢, China ha respondido deteniendo a dos ciudadanos canadienses por supuestas "actividades que da?an la seguridad nacional". Un paso que en general ha generado tanto apoyo entre la poblaci¨®n china como preocupaci¨®n en el exterior.
En la exposici¨®n en el Museo Nacional de Historia, el p¨²blico, mientras tanto, contin¨²a haci¨¦ndose fotos junto a una maqueta inteligente de la presa de las Tres Gargantas, una m¨¢quina de tren de alta velocidad o un robot polic¨ªa. ¡°?C¨®mo me siento viendo esto? Me siento rico¡±, se r¨ªe un joven.
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