Trump pide apoyo a la naci¨®n contra los dem¨®cratas para construir el muro
El presidente ha insistido en que necesita obtener del Congreso los m¨¢s de 5.000 millones de d¨®lares que reclama para la obra en la frontera con M¨¦xico
El presidente Donald Trump se ha dirigido a la naci¨®n desde el despacho oval de la Casa Blanca este martes, en un mensaje televisado en horario de prime time, para tratar de convencer a los estadounidenses de que existe una "creciente crisis humanitaria y de seguridad" en la frontera sur del pa¨ªs, "una crisis del coraz¨®n y el alma", y de que necesita obtener del Congreso los m¨¢s de 5.000 millones de d¨®lares que reclama para levantar el muro con M¨¦xico. Solo as¨ª, ha dicho, podr¨¢ poner fin al cierre parcial del Gobierno, que el pasado domingo entr¨® en su tercera semana y que amenaz¨® con mantener durante "meses e incluso a?os", y del que ha responsabilizado a los dem¨®cratas.
"El Gobierno est¨¢ cerrado por una sola raz¨®n: la negativa de los dem¨®cratas a financiar la seguridad fronteriza", ha dicho Trump, en la primera ocasi¨®n en que se dirige a los ciudadanos en un mensaje televisado desde el despacho oval en horario de m¨¢xima audiencia. Tras repasar una serie de cr¨ªmenes supuestamente cometidos en suelo estadounidense por inmigrantes ilegales en los ¨²ltimos meses, ha preguntado: "?Cu¨¢nta m¨¢s sangre de estadounidenses hay que derramar para que los congresistas hagan su trabajo?"
El presidente ha insistido, como ya dijo hace unos d¨ªas, en que el muro que quiere levantar "ser¨¢ de acero y no de hormig¨®n, como quieren los dem¨®cratas". A estos les ha venido a acusar de hipocres¨ªa por tachar su proyecto del muro de inmoral. "?Por qu¨¦ levantan ellos muros en sus casas", ha preguntado. "No es porque odien a los de fuera, sino porque aman a los de dentro", se ha respondido ¨¦l mismo.
"Se trata de una elecci¨®n entre lo correcto y lo equivocado, entre la justicia y la injusticia. Se trata de si cumplimos nuestro sagrado deber con los ciudadanos estadounidenses a los que servimos", ha dicho.
No ha aportado argumentos nuevos el presidente, en un discurso de tono sereno pero alarmista. Ha recurrido a sus habituales bazas, que tan bien le funcionan entre sus bases, como la supuesta entrada de criminales y drogas por la frontera. Unos argumentos que ha arropado con datos, algunos poco defendibles, como la relaci¨®n directa que establece entre las 300 muertes de estadounidenses por hero¨ªna a la semana y la inmigraci¨®n ilegal que cruza por la frontera sur (gran parte de los opi¨¢ceos son introducidos desde China por v¨ªa postal o por Canad¨¢, o en coches por los puestos fronterizos con M¨¦xico).
Tambi¨¦n ha insistido en que el muro "se financiar¨¢ indirectamente por el gran acuerdo comercial con M¨¦xico". Una afirmaci¨®n que dif¨ªcilmente puede decirse que concuerde con su promesa de que ser¨¢ M¨¦xico el que pague el muro: los eventuales beneficios del nuevo acuerdo, que a¨²n no ha sido aprobado por el Congreso, vendr¨ªan en forma de rebajas arancelarias para las empresas o incrementos salariales a los trabajadores.
Su discurso, de unos ocho minutos, sumado al anuncio de que viajar¨¢ a la frontera el jueves, supone un intento de presionar a los dem¨®cratas, que se niegan a aprobar los fondos requeridos para un proyecto que la l¨ªder de la reci¨¦n estrenada mayor¨ªa en la C¨¢mara baja, Nancy Pelosi, califica directamente de inmoral. Pelosi y Chuck Schumer, l¨ªder de la minor¨ªa dem¨®crata en el Senado, comparecieron juntos inmediatamente despu¨¦s del presidente, tal como hab¨ªan anunciado.
"El hecho es que el presidente Trump ha elegido tomar como rehenes a servicios cr¨ªticos como la salud, la seguridad y el bienestar de los estadounidenses y retener las n¨®minas de 800.000 trabajadores inocentes", ha dicho Pelosi. "Quiere forzar al contribuyente a financiar un muro caro e ineficaz que siempre dijo que har¨ªa pagar a M¨¦xico", record¨®.
Los dem¨®cratas han promovido legislaci¨®n en la C¨¢mara de Representantes para que se dote de fondos a las otras agencias afectadas por el cierre del Gobierno, mientras contin¨²an las negociaciones sobre la seguridad en la frontera. El presidente, que habr¨ªa de convalidar el proyecto de ley en el improbable supuesto de que superase la mayor¨ªa republicana del Senado, ya ha advertido de que utilizar¨ªa su derecho de veto para frenar dicha iniciativa.
La Administraci¨®n defiende que la situaci¨®n en la frontera es de crisis total, en los ¨¢mbitos de? seguridad y humanitario, y ha amenazado con recurrir a una declaraci¨®n de "emergencia nacional" para construir el muro. Se tratar¨ªa de una utilizaci¨®n extraordinaria y muy poco ortodoxa de los poderes presidenciales, que con toda probabilidad dar¨ªa lugar a una ardua y prolongada batalla judicial. Tal como estaba previsto, el presidente no ha utilizado su discurso televisado para declarar dicha situaci¨®n de emergencia.
Las medidas llevadas a cabo por la Administraci¨®n han contribuido a una saturaci¨®n de los centros de acogida de familias solicitantes de asilo, y dos menores han fallecido mientras estaban bajo custodia federal. Los n¨²meros de personas detenidas al cruzar ilegalmente la frontera han disminuido dr¨¢sticamente (de 1,6 millones en el a?o 2000 a 400.000 en 2018), pero ahora son sobre todo familias y no individuos solos los que cruzan. Eso, denuncian los cr¨ªticos, combinado con las medidas restrictivas impuestas por el Gobierno, que entorpecen los procedimientos de asilo, ha causado una saturaci¨®n de los servicios de acogida en la frontera.
Para justificar la crisis, el presidente conecta directamente el supuesto flujo de drogas desde M¨¦xico con la epidemia de opi¨¢ceos que padece Estados Unidos, una relaci¨®n que no amparan los datos ni comparten los expertos. Tambi¨¦n habla Trump de terroristas que cruzan la frontera, algo sobre lo que el propio Departamento de Estado ha asegurado que no existe "evidencia cre¨ªble".
La decisi¨®n de las grandes cadenas de televisi¨®n de difundir en directo y en horario de m¨¢xima audiencia el mensaje del presidente ha suscitado un acalorado debate. Proporcionar espacio en la parrilla a un presidente para dirigirse a la naci¨®n ser¨ªa normalmente una decisi¨®n l¨®gica para los ejecutivos de las cadenas, pero la afici¨®n de Trump a arropar sus declaraciones, particularmente en el debate migratorio, con informaciones falsas, y su insistencia en referirse a los informadores como "enemigos del pueblo", ha llevado a algunos a plantearse la conveniencia de hacerlo con argumentos de responsabilidad y ¨¦tica period¨ªstica.
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