En busca del nuevo ¡®contrato franc¨¦s¡¯

Emmanuel Macron inst¨® este martes a los franceses a ¡°transformar en oportunidad¡± el periodo de desaf¨ªos que atraviesa el pa¨ªs al lanzar, desde la comuna normanda de Grand Bourgtheroulde, el ¡°gran debate nacional¡±, un proyecto de consulta ciudadana con el que el presidente franc¨¦s espera canalizar la c¨®lera de los chalecos amarillos y crear un ¡°nuevo contrato para la naci¨®n¡±.

¡°Creo que podemos transformar en oportunidad este momento que vive Francia¡±, dijo Macron ante 650 alcaldes normandos invitados al inicio de los debates, que durante los pr¨®ximos dos meses se extender¨¢n por toda Francia. El presidente subray¨® que la ¡°fractura social¡± que vive el pa¨ªs ¡°viene de muy lejos¡±. Pero a ella se unen ahora, reconoci¨®, sendas fracturas ¡°territoriales¡±, ¡°econ¨®micas¡± y ¡°democr¨¢ticas¡± que afectan sobre todo a las clases medias. ¡°Todas esas fracturas est¨¢n ante nosotros ahora. No creo que haya que tener miedo, tenemos que construir las v¨ªas y los medios para crear soluciones para el pa¨ªs¡±.

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El mandatario ha sido acusado por los chalecos amarillos de no escuchar. Por eso, para el lanzamiento de este debate nacional con el que promete, justamente, prestar mucha atenci¨®n a lo que le demandan los franceses, Macron cuid¨® que hasta el m¨ªnimo detalle fuera una declaraci¨®n de intenciones. Fue ¨¦l quien acudi¨® al encuentro de los alcaldes, no al rev¨¦s. Tambi¨¦n importaba el hecho de que el presidente ¡°de los ricos¡±, de las grandes ciudades, como le acusan sus oponentes, se desplazara hasta un municipio de 3.600 habitantes y eligiera un modesto escenario. Adi¨®s a los suntuosos salones del palacio presidencial, sustituidos por un viejo complejo deportivo donde el presidente y los alcaldes debatieron entre canastas de baloncesto, porter¨ªas de f¨²tbol y un marcador que, por una vez, no anotaba los tantos de locales y visitantes, sino que se limit¨® a registrar las m¨¢s de seis horas que dur¨® este primer di¨¢logo ciudadano.

En su ¡°carta a los franceses¡±, Macron puso algunos l¨ªmites a estos debates, como sus reformas fiscales o la eliminaci¨®n del impuesto sobre la fortuna (ISF) que se ha negado a revertir pese a las cr¨ªticas de los chalecos amarillos y de parte de la oposici¨®n. Pero al abrir el primer encuentro, rectific¨® y asegur¨® que desea una discusi¨®n ¡°sin tab¨²es¡±.

Mientras Macron tomaba numerosos apuntes, decenas de regidores le hicieron reclamaciones ¡ªempezando por la reimposici¨®n del ISF, que el presidente volvi¨® a defender alegando que ¡°no se viv¨ªa mejor¡± antes de su eliminaci¨®n¡ª, recomendaciones, como una mejora del transporte p¨²blico local y de la atenci¨®n sanitaria rural y, tambi¨¦n, algunas advertencias. ¡°Tenemos la sensaci¨®n de vivir en una Francia de dos velocidades¡±, le dijo Jean-Paul Legendre, presidente de la Uni¨®n de Alcaldes del Eure. ¡°Los v¨ªnculos entre el Estado que usted representa y nosotros se han roto¡±, alert¨® el alcalde de ?vreux, Guy Lefrand.

Una advertencia que tambi¨¦n resonaba a unos centenares de metros del complejo deportivo, en la plaza del Ayuntamiento, donde varias decenas de chalecos amarillos desafiaron el control policial impuesto sobre Grand Bourgtheroulde. La peque?a protesta era una muestra m¨¢s de la dificultad de encontrar una soluci¨®n que satisfaga a un movimiento muy diverso y con demandas cambiantes. Poco antes de la llegada de Macron, la secretaria de Estado de Transici¨®n Ecol¨®gica, Emmanuelle Wargon, coordinadora de las consultas con la sociedad civil, recibi¨® en el Ayuntamiento de Grand Bourgtheroulde a una delegaci¨®n de chalecos amarillos.

Uno de ellos, Francis Di-Giorgio, asegur¨® que siguen considerando insuficientes las medidas propuestas por el Gobierno ¡ªdesde la congelaci¨®n de la tasa del carburante a iniciativas para aumentar el poder adquisitivo¡ª, pero se mostr¨® dispuesto a discutirlo en el formato propuesto por Macron. ¡°Claro que vamos a participar, si estamos aqu¨ª es porque queremos debatir¡±, dijo. A su lado otro chaleco normando, Laurent Ricordeau, se declaraba esc¨¦ptico: ¡°No estamos convencidos porque el debate no ir¨¢ hasta el fondo de lo que demandamos. Queremos respuestas inmediatas, no dentro de dos o tres meses¡±.