El cierre del Gobierno en EE UU encara su segundo mes sin visos de resolverse

El cierre parcial del Gobierno de Estados Unidos entra este mi¨¦rcoles en su segundo mes, y no hay signos de que ni el presidente Donald Trump ni la l¨ªder dem¨®crata de la C¨¢mara de Representantes, Nancy Pelosi, est¨¦n dispuestos a ceder en sus posturas. ¡°?No ceder¨¦!¡±, ha insistido este martes el presidente en su habitual ronda de tuits matinales, en los que ha acusado a los dem¨®cratas de que, a pesar de saber que ¡°sin el muro nunca podr¨¢ haber seguridad fronteriza y nacional¡±, siguen protagonizando ¡°juegos pol¨ªticos¡±. ¡°Donald Trump y el l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en el Senado [Mitch McConnell] necesitan dejar de usar a los estadounidense como rehenes¡±, le ha contestado Pelosi, insistiendo en que deber¨ªan apoyar las iniciativas de los dem¨®cratas en la C¨¢mara baja, que buscan volver a abrir los departamentos afectados por el cierre, sin acceder a las demandas del presidente de financiar el muro en la frontera con M¨¦xico.

Mientras tanto, centenares de miles de funcionarios federales se enfrentan a perder su segunda n¨®mina (en EE UU se cobra quincenalmente) a finales de esta semana. Por todo el pa¨ªs, seg¨²n informa The New York Times, muchos de esos empleados p¨²blicos, adem¨¢s de contratistas del Gobierno, se han visto obligados a buscar empleos alimenticios que les permitan salir adelante, convirti¨¦ndose temporalmente en repartidores de comida a domicilio, conductores de Uber y cuidadores de ni?os, o enviando solicitudes para ejercer de profesores sustitutos en las escuelas. Los efectos del cierre afectan tambi¨¦n a algunos de los ciudadanos m¨¢s vulnerables, que dependen de ayudas p¨²blicas que se han visto congeladas por el cierre de los departamentos del Gobierno que las gestionan.

El presidente ofreci¨® este s¨¢bado, a cambio de los 5.700 millones de d¨®lares que exige para terminar el muro, una protecci¨®n temporal para los j¨®venes inmigrantes indocumentados. Regularizar a los miembros de este colectivo, los conocidos como dreamers, que llegaron al pa¨ªs ilegalmente siendo menores de edad, constituye una reclamaci¨®n hist¨®rica de los dem¨®cratas. Pero estos rechazaron el trueque, al considerar que la oferta del presidente supon¨ªa una respuesta insuficiente a un problema que ¨¦l mismo hab¨ªa creado.

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La Administraci¨®n de Obama puso en marcha un programa (conocido como DACA) que protege a 700.000 de esos dreamers, pero Trump decidi¨® terminar con ¨¦l. Este mismo martes, el Tribunal Supremo ha renunciado a emprender acciones sobre la decisi¨®n del Gobierno de revisar el programa, tras una serie de decisiones judiciales intermedias contrarias a los intereses de Trump, de modo que la iniciativa sigue vigente, al menos temporalmente.

El Senado, de mayor¨ªa republicana, pretende tramitar como proyecto de ley el trueque propuesto el s¨¢bado por el presidente. La legislaci¨®n permitir¨ªa la reapertura del Gobierno pero, al haberla rechazado ya los dem¨®cratas, es muy improbable que coseche los 60 votos necesarios para sacarla adelante (los republicanos tiene 53 esca?os de 100).

La C¨¢mara de Representantes, por su parte, donde los dem¨®cratas cuentan con la mayor¨ªa tras las elecciones legislativas de noviembre, tramita proyectos de ley que permitir¨ªan financiar las agencias afectadas que no tienen que ver con la seguridad fronteriza, aislando el asunto sobre el que existe desacuerdo para resolverlo m¨¢s adelante. Pero la iniciativa est¨¢ muerta, desde el momento en que McConnell, l¨ªder de la mayor¨ªa republicana en el Senado, dej¨® claro que no perder¨¢ el tiempo tramitando un proyecto de ley que el presidente ha reiterado que no firmar¨¢.