?Existen para¨ªsos fiscales en el coraz¨®n de la UE?
La lista europea solo incluye jurisdicciones de fuera de Europa, pero Luxemburgo, Holanda o Irlanda est¨¢n en el ojo del hurac¨¢n
Luxemburgo es ese pa¨ªs donde un ejecutivo sueco puede ilustrarte sobre el fin del secreto bancario entre bocado y bocado a una hamburguesa en un local de comida r¨¢pida. Los taxistas hablan con nostalgia de Portugal, cuna de uno de cada tres extranjeros. Y una periodista espa?ola reconvertida en camarera alaba las virtudes del salario m¨ªnimo m¨¢s alto de la UE: 2.100 euros brutos al mes. Puntualiza, eso s¨ª, que si no compartes piso, el prohibitivo precio del alquiler se comer¨¢ tus ingresos. La estad¨ªstica dice que tambi¨¦n hay luxemburgueses, pero no siempre es f¨¢cil cruzarse con ellos. El Gran Ducado re¨²ne en una extensi¨®n similar a la provincia de ?lava una poblaci¨®n como la de la ciudad de Sevilla. De esos 600.000 habitantes, el 48%, son extranjeros, el 69% en la capital.
El segundo Estado m¨¢s peque?o de la UE tanto en poblaci¨®n como en superficie, solo por encima de Malta, es un im¨¢n para el dinero. En esa reducida porci¨®n de terreno conviven 137 bancos de 28 pa¨ªses. Sus fondos de inversi¨®n suman 4,2 billones de euros bajo gesti¨®n, casi cuatro veces el PIB espa?ol.? El sector financiero supone un tercio de la riqueza, una cota muy superior a la que alcanz¨® la construcci¨®n en Espa?a en pleno boom inmobiliario. Y gigantes como Amazon, la mayor empresa del mundo por capitalizaci¨®n burs¨¢til, tienen aqu¨ª sus sedes europeas. ?Por qu¨¦ fluye todo ese dinero hacia un micro-Estado encajonado entre B¨¦lgica, Alemania y Francia??
Deber¨ªa incluir pa¨ªses europeos, hay amplias evidencias de que hay inversi¨®n extranjera fluyendo hacia pa¨ªses peque?os como Irlanda o Luxemburgo sin relaci¨®n alguna con su actividad real Paul Tang,?eurodiputado socialdem¨®crata holand¨¦s
"En realidad es muy simple: si eres miembro del mercado interior europeo importa poco ser grande o peque?o. Pensar en t¨¦rminos de Estado naci¨®n es un razonamiento del siglo XIX. La UE es un mercado de 500 millones de consumidores. Espa?a exporta vino y aceitunas. Nosotros hemos hecho de la industria financiera nuestro principal servicio", explica en su despacho Nicolas Mackel, director ejecutivo de Luxembourg for Finance, el lobby del sector financiero.
La entidad es uno de los instrumentos que utiliza el Gobierno para mejorar su reputaci¨®n, muy da?ada tras el esc¨¢ndalo Luxleaks. La filtraci¨®n revel¨® en 2014 la existencia de trajes fiscales a medida que permitieron a unas 350 multinacionales ahorrar miles de millones de euros. La trama toc¨® la fibra sensible de la tambaleante Europa postcrisis. Y la presi¨®n exterior llev¨® al Ejecutivo del liberal Xavier Bettel a poner fin?¡ªpresuntamente¡ª a d¨¦cadas de secreto bancario. "El Gobierno se vio obligado a actuar.Y pas¨® a presentarse como un pa¨ªs que colabora y quiere hacer reformas, pero no hay que equivocarse, es comunicaci¨®n", advierte Diego Vel¨¢zquez, periodista de Le Luxemburger Wort.
El diputado luxemburgu¨¦s de La Izquierda, David Wagner, admite ciertos retoques, pero estima que la porosidad del sistema fiscal sigue dopando la econom¨ªa. "La legislaci¨®n luxemburguesa permite un gran n¨²mero de exenciones que las grandes consultoras aprovechan para reducir la factura a una cantidad rid¨ªcula. Cuanto m¨¢s grande es la empresa, menos porcentaje paga. S¨ª, es un para¨ªso fiscal para las multinacionales", concluye desde la sede del partido, el ¨²nico del arco parlamentario que emplea el t¨¦rmino para¨ªso sin tapujos.?
Bruselas tampoco est¨¢ satisfecha. El a?o pasado, el comisario de Econom¨ªa, Pierre Moscovici, alert¨® de que un an¨¢lisis en profundidad hab¨ªa revelado que B¨¦lgica, Chipre, Hungr¨ªa, Irlanda, Malta, Holanda y Luxemburgo mantienen pr¨¢cticas fiscales agresivas con "potencial para socavar la equidad del mercado interior, y aumentar la carga del contribuyente".
Un portavoz del Ministerio de Finanzas luxemburgu¨¦s niega que su pa¨ªs sea un para¨ªso fiscal. Las listas internacionales le dan la raz¨®n. Ni la OCDE ni la UE lo incluyen en sus clasificaciones. Pero los criterios para la elaboraci¨®n de esta ¨²ltima est¨¢n en entredicho. Su puesta en marcha fue una de las principales demandas de la comisi¨®n temporal sobre blanqueo de capitales y evasi¨®n y fraude fiscales del Parlamento Europeo, instituci¨®n que ha financiado este viaje. La UE cre¨® la lista en 2017 para que la publicidad negativa de aparecer en ella llevase a sus miembros a cambiar su trato privilegiado a las empresas, pero el resultado final no convence. Su credibilidad ha ido menguando conforme quedaba reducida a la m¨ªnima expresi¨®n con el paso de los meses. Solo Samoa Americana, Guam, Samoa, Trinidad y Tobago y las Islas V¨ªrgenes aparecen en la lista negra.
Numerosos eurodiputados han mostrado su malestar por la falta de criterios claros para formar parte de ella. "Deber¨ªa incluir pa¨ªses europeos, hay amplias evidencias de que hay inversi¨®n extranjera fluyendo hacia pa¨ªses peque?os como Irlanda o Luxemburgo sin relaci¨®n alguna con su actividad real", afirma el eurodiputado socialdem¨®crata holand¨¦s Paul Tang. "El proceso de selecci¨®n deber¨ªa ser aplicado rigurosamente a todos por igual, incluidos los Estados de la UE", coincide el europarlamentario de Los Verdes, Ernest Urtasun.
Lavado de imagen
Ante sus carencias, expertos de Intermon Oxfam crearon su propio r¨¢nking sin exclusiones. No hubo sorpresas. Holanda, Luxemburgo, Irlanda y Chipre son los cuatro pa¨ªses de la UE se?alados por la ONG. Los sospechosos habituales han ejercido en los ¨²ltimos tiempos una formidable presi¨®n pol¨ªtica para suavizar la lista europea y dejarla en la actual versi¨®n descafeinada.
En la avenida Franklin D. Roosevelt, a las afueras de la capital luxemburguesa, un nuevo edificio acristalado se ha unido a otros mastodontes similares. Es la sede de Amazon Europa. La compa?¨ªa fue obligada por la Comisi¨®n Europea en 2017 a devolver a Luxemburgo 282 millones de euros en impuestos impagados por beneficiarse de ventajas fiscales ilegales. El Gobierno recurri¨® la decisi¨®n y el dinero permanece aparcado en una cuenta a la espera de que la justicia europea se pronuncie. La mudanza se ha realizado recientemente, y aunque los pasillos aparecen silenciosos y poco concurridos, unos 2.000 trabajadores desarrollan su labor en sus cinco sedes de Luxemburgo seg¨²n la compa?¨ªa. Ninguno mueve paquetes de ac¨¢ para all¨¢. Son responsables de software, recursos humanos, abogados y directivos. ?Por qu¨¦ est¨¢n aqu¨ª y no en Par¨ªs o Berl¨ªn, mercados m¨¢s grandes? "Hay varias razones. En Luxemburgo hay un entorno multiling¨¹e y muchos expertos. Y por supuesto, la estructura fiscal es un factor atractivo que Amazon tiene en cuenta como cualquier otra compa?¨ªa", reconocen fuentes de la empresa.
La acci¨®n de Bruselas contra los privilegios fiscales ha ido m¨¢s all¨¢ de Amazon. La Comisi¨®n ha sacado el mazo y ha obligado a recuperar miles de millones de euros en impuestos impagados. Fiat y Engie en Luxemburgo. Starbucks en Holanda. 35 multinacionales en B¨¦lgica. Un pu?ado de empresas en Gibraltar. Y la dentellada reina: la devoluci¨®n de Apple a Irlanda de 14.285 millones de euros, intereses incluidos. Todos ellos pusieron en marcha tejemanejes para reducir la factura fiscal de multinacionales y atraer m¨¢s inversi¨®n.
Armonizaci¨®n fiscal
El debate entre legalidad y ¨¦tica sobrevuela la escena. Los pa¨ªses bajo la lupa suelen esgrimir su derecho a competir en el plano fiscal. Y no quieren ni o¨ªr hablar de armonizaci¨®n fiscal. "Cada pa¨ªs debe ser libre para fijar los impuestos seg¨²n sus prioridades nacionales", defiende un portavoz del Ministerio de Finanzas luxemburgu¨¦s. "La competencia es sana en cualquier ¨¢mbito. Y es leg¨ªtima. Armonizar las reglas seguramente har¨ªa aumentar la fiscalidad. Y no tiene por qu¨¦ ser lo m¨¢s apropiado", dice Nicolas Mackel, de Luxembourg for Finance.
Mientras sea necesaria la unanimidad para fijar un terreno de juego impositivo com¨²n, nada hace pensar que la armonizaci¨®n fiscal pueda salir adelante. "Europa es una suma de ego¨ªsmos nacionales. Competimos unos contra otros", lamenta Jean Arthuis, eurodiputado franc¨¦s incorporado a En Marche, el movimiento de Emmanuel Macron. "Cuando Juncker se iba a presentar a la Comisi¨®n vino a mi despacho y le dije: Jean-Claude ?cu¨¢l es tu visi¨®n de la fiscalidad en Europa? Porque entre nosotros, eres presidente del Eurogrupo [en aquel momento tambi¨¦n ministro de Finanzas luxemburgu¨¦s], y s¨ª, por la ma?ana nos recuerdas la necesidad de equilibrar nuestras cuentas p¨²blicas, pero por la tarde nos vac¨ªas los bolsillos con tu fiscalidad", a?ade.
Sigue en directo nuestro nuevo programa de Europa Ciudadana sobre para¨ªsos fiscales en la UE, con la colaboraci¨®n del Parlamento Europeo - Oficina en Espa?a #YoSoyEuropa
Gepostet von El Pa¨ªs Internacional am Mittwoch, 3. April 2019