Amnist¨ªa y goteo militar

Los sorpresivos movimientos de la dirigencia opositora democr¨¢tica venezolana, encabezada hoy por el valeroso presidente interino Juan Guaid¨®, han sido crecientemente apoyados por la comunidad internacional. Resultaron todos a la vez tan efectivos en lograr la movilizaci¨®n general de las fuerzas antidictatoriales de todo el pa¨ªs que han llevado al dictador, Nicol¨¢s Maduro, a desplegar toda clase de recursos represivos.

As¨ª, enero termina con casi 800 detenciones ilegales mientras el conteo de v¨ªctimas fatales roza ya la treintena y no parece que vaya a menguar en los d¨ªas venideros. En tiempos recientes, cada vez hay m¨¢s militares en activo presos en las c¨¢rceles de Maduro. La cadencia con que vienen ocurriendo las muertes supera ya la de las matanzas de 2017. De seguir todo como hasta ahora, pronto se alcanzar¨¢ y rebasar¨¢ el infame r¨¦cord personal del dictador Maduro durante aquel a?o: m¨¢s de 134 asesinatos, a¨²n impunes, ocurridos en calles y prisiones venezolanas.

Much¨ªsimas de las muertes registradas durante el mes que termina lo han sido a manos de la FAES (Fuerza de Acciones Especiales) de la Polic¨ªa Nacional Bolivariana, infame grupo de exterminio policial especializado en la ocupaci¨®n militar profil¨¢ctica de las barriadas caraque?as. Ocupaciones que, peri¨®dicamente, han venido seguidas de masivas ejecuciones extrajudiciales. Como en el pasado, la PNB y la Guardia Nacional Bolivariana, han contado con el auxilio del rabioso paramilitarismo motocicl¨ªstico.

La vesan¨ªa y bestialidad desatada esta vez por el usurpador Maduro es tal que en sus tribunales hay jueces capaces de dictar, contrarreloj, sentencias de reclusi¨®n en c¨¢rceles peligros¨ªsimas y enjuiciamiento por rebeli¨®n ?contra ni?os y ni?as! Los menores han sido secuestrados a cielo abierto por esbirros del r¨¦gimen para escarmiento de sus familiares y vecinos, en el curso de pac¨ªficas manifestaciones de protesta.

La lista de violaciones a los derechos humanos podr¨ªa hacerse interminable y por eso aqu¨ª nos detenemos para se?alar lo que singulariza esta ola de protestas y de represi¨®n de todo lo que hab¨ªamos visto en Venezuela en los ¨²ltimos tiempos: la decidida intenci¨®n de Guaid¨®, de la facci¨®n opositora que ¨¦l representa y de la inmensa mayor¨ªa de la masa opositora que lo sigue entusiasta, de ir al encuentro de los militares echando por delante la palabra amnist¨ªa.

La idea de una ley de amnist¨ªa que, mediando un r¨¦gimen especial de transici¨®n, otorgue beneficios procesales a aquellos oficiales que contribuyan activamente a la restauraci¨®n de un orden democr¨¢tico, sin duda no es nueva en el mundo. Hay doctores del Derecho penal que la asocian, con purista rechazo, al recurso estadounidense de negociar niveles de imputabilidad a cambio de testimonio incriminador.

Sea como fuere, lo cierto es que enarbolar tal ofrecimiento en la actual crisis de Venezuela, revela una audaz e incisiva creatividad pol¨ªtica de gran efecto desorganizador en la cada d¨ªa m¨¢s acorralada camarilla de Maduro.

El ofrecimiento de amnist¨ªa para el sector militar busca perforar el pretoriano blindaje ideol¨®gico con que Ch¨¢vez y Cuba hicieron del Ej¨¦rcito venezolano un monol¨ªtico partido armado del chavismo, un c¨®mplice mayor de todos los cr¨ªmenes de la camarilla narcomilitar. Las reacciones de Maduro dejan ver que la estrategia de Guaid¨® comienza a lograrlo.

La ¨²nica defensa de Maduro ha sido su ret¨®rica antiimperialista, de all¨ª la bochornosa pantomima de tote ma?anero y navales. Para el usupador, perder la lealtad absoluta del ¨²nico factor de poder que queda por unirse a los esfuerzos por una transici¨®n pac¨ªfica significar¨¢ una cat¨¢strofe.

No es un elemento menor de esta iniciativa el que quien la ofrece lo haga desde su leg¨ªtima ¡ªy ya universalmente reconocida¡ª condici¨®n de presidente interino. Su inequ¨ªvoca intenci¨®n es recuperar para el poder civil la sujeci¨®n del ¨¢mbito militar.

La oferta de una reglada amnist¨ªa a los militares ataca lo central del impasse venezolano al premiar la desobediencia a un r¨¦gimen tir¨¢nico y criminal a cambio de hacer viable una transici¨®n que conduzca en breve a unas elecciones libres.

Maduro quiere de los militares una improbable Playa Gir¨®n; Guaid¨® los invita a obedecer a un Gobierno civil libremente electo. La proposici¨®n no es en absoluto dilem¨¢tica. De all¨ª provendr¨¢, lo veremos, su indetenible influencia entre los oficiales medios. Bajar el costo de cambiar de bando es la gran fortaleza de la Ley de amnist¨ªa.

@ibsenmartinez