La Fiscal¨ªa mexicana fracasa ahora en el caso de los j¨®venes asesinados de Tierra Blanca
El juez tumba la acusaci¨®n de los investigadores por delincuencia organizada contra los 21 implicados. Todos seguir¨¢n presos por otro proceso de la fiscal¨ªa local
Nuevo fracaso de la Fiscal¨ªa mexicana en un caso de alto perfil. Despu¨¦s de los fiascos en los procesos por corrupci¨®n contra los exgobernadores de Veracruz y Chihuahua, Javier y C¨¦sar Duarte, y en el caso contra la lideresa del poderoso sindicato de maestros, Elba Esther Gordillo, el juez ha tumbado ahora la acusaci¨®n contra los presuntos autores de la desaparici¨®n y el asesinato de cinco j¨®venes en Veracruz, en enero de 2016.
Son 21 en total, 13 civiles y ocho polic¨ªas estatales. La Fiscal¨ªa federal les acusaba de delincuencia organizada. Con la decisi¨®n del juez, los 21 quedar¨ªan exonerados de este delito. El abogado de las familias, Celestino Espinoza, dice que la Fiscal¨ªa podr¨ªa recurrir. "Pueden aportar pruebas nuevas, pero es dif¨ªcil justificarlo ante el juez". Preguntado al respecto, un portavoz de la Fiscal¨ªa ha contestado simplemente que se trata de un asunto de la "pasada Administraci¨®n".?
Los 21 encaran ahora la recta final del proceso que enfrentan por la desaparici¨®n forzada y el asesinato de los cinco j¨®venes ante la justicia local. Espinoza dice que podr¨ªa haber sentencia en tres o cuatro meses.
El 11 de enero de 2016, agentes de la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica de Veracruz detuvieron a los cinco a su paso por Tierra Blanca, en la parte sur del Estado. Eran cinco hombres y una mujer. Ella contaba 16 a?os. Volv¨ªan a su casa, en el municipio de Playa Vicente. Hab¨ªan pasado el fin de semana en el Puerto de Veracruz. Los polic¨ªas los detuvieron y les llevaron con un grupo de mafiosos locales. Estos los condujeron a un rancho a las afueras de Tierra Blanca. All¨ª los mataron y descuartizaron. Semanas m¨¢s tarde, las autoridades encontraron lo poco que quedaba de ellos: una mancha de sangre y un trozo de hueso.
Veracruz era entonces una de tantas regiones presas de la violencia y la inseguridad en M¨¦xico. Pocos meses m¨¢s tarde de la desaparici¨®n de los cinco, colectivos de familiares de personas desaparecidas en el Estado, que en aquella ¨¦poca se contaban ya por centenares, descubrir¨ªan una enorme red de fosas clandestinas cerca del Puerto de Veracruz. Con el tiempo, las autoridades reconocer¨ªan el hallazgo de m¨¢s de 300 cuerpos all¨ª. El mayor cementerio clandestino del pa¨ªs.
Eran s¨ªntomas de una tragedia que no termina. Desde entonces, los secuestros, asesinatos y desapariciones se cuentan por centenares en el estado. El fracaso ahora de la Fiscal¨ªa ampl¨ªa el tama?o del horror y apuntala el miedo de las familias a que el asesinato de sus hijos e hija quede impune. Todo esto ocurre adem¨¢s apenas una semana y media despu¨¦s de que el Estado de Veracruz, en un acto protocolario, pidiera perd¨®n a las familias por lo sucedido y prometiera justicia.?
Espinoza culpa a la Fiscal¨ªa de la decisi¨®n del juez. Argumenta que los investigadores basaron su acusaci¨®n en las pruebas que recopil¨® la fiscal¨ªa local. Por una cuesti¨®n procesal, los investigadores no pod¨ªan hacerlo. O al menos apoyar la totalidad de su caso en la investigaci¨®n de otros.
A Espinoza le chirr¨ªa tambi¨¦n la facilidad con que ha escurrido el bulto el presunto l¨ªder del grupo de mafiosos de Tierra Blanca entonces, Francisco Navarrete. Fue uno de los primeros detenidos y todo apuntaba a que el caso de los cinco j¨®venes ayudar¨ªa a desmantelar su red de testaferros y le mantendr¨ªa en prisi¨®n por una buena temporada. De hecho, dos de los trece detenidos, presuntos integrantes de su grupo, le se?alaron durante el proceso como el enlace entre ellos y la secretar¨ªa de Marina, que entonces trabajaba mano a mano con la polic¨ªa estatal. Si hab¨ªa alg¨²n problema, solo ten¨ªan que llamar a Navarrete y este a la Armada para solucionar las cosas. Pero todo se torci¨®.
Navarrete no est¨¢ acusado por la desaparici¨®n o el asesinato de los cinco."?l est¨¢ procesado por delincuencia organizada para cometer secuestro en el fuero federal, en un caso distinto, nada que ver con este", explica Espinoza. "Ten¨ªa otro por portaci¨®n de armas, pero ya lo liberaron porque la defensa demostr¨® que los supuestos polic¨ªas aprehensores no estaban en el lugar de su detenci¨®n".
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