La comunidad internacional presiona contra una amnist¨ªa de cr¨ªmenes de la guerra civil en Guatemala
Organismos y expertos advierten del grave retroceso que supondr¨ªa la norma que impulsa el sector ultraconservador en el Congreso
La comunidad internacional env¨ªa mensajes cada vez m¨¢s contundentes contra la intenci¨®n del Congreso de Guatemala de aprobar una ley que conceder¨ªa una amnist¨ªa a militares y exguerrilleros responsables de delitos de lesa humanidad durante la guerra civil. La Corte Interamericana de Derechos Humanos exige que se archive el proyecto de ley, impulsado por ultraconservadores en el Congreso, y la ONU advierte de que supondr¨ªa un paso atr¨¢s ¡°muy grave¡±. Los juristas subrayan que viola la Constituci¨®n y tratados de derechos humanos.
Han pasado ya m¨¢s de 22 a?os desde el acuerdo de paz que puso fin a 36 a?os de la sangrienta guerra civil en Guatemala, saldada con 250.000 muertos y 40.000 desaparecidos seg¨²n acuerdo a cifras de la Comisi¨®n de Esclarecimiento Hist¨®rico patrocinada por la ONU. Antes de estampar la firma final, el Ej¨¦rcito guatemalteco y la guerrilla acordaron una amnist¨ªa para los responsables de delitos pol¨ªticos y comunes conexos, pero que, como correspond¨ªa, no ampara a los responsables de cr¨ªmenes de guerra.
En las ¨²ltimas semanas, un sector ultraconservador del Congreso del pa¨ªs centroamericano impulsa una ley que otorgar¨ªa una amnist¨ªa total a los exguerrilleros, militares y miembros de fuerzas de seguridad del Estado responsables de delitos de lesa humanidad. La medida beneficiar¨ªa a los 42 oficiales de grados superiores y a un ex guerrillero sentenciados a c¨¢rcel en procesos con todas las garant¨ªas judiciales. Tambi¨¦n a las 4.000 personas vinculadas a las fuerzas de seguridad del Estado y a 87 antiguos rebeldes que esperan a ser juzgados cuando la Fiscal¨ªa haya cerrado los ¨²ltimos detalles de sus expedientes. Si esta ley se aprueba y entra en vigor, los involucrados ser¨¢n excarcelados en solo 24 horas, mientras detiene las investigaciones en marcha sobre los responsables de otros cr¨ªmenes de lesa humanidad.
Los especialistas consultados por EL PA?S subrayan la aberraci¨®n jur¨ªdica que supondr¨ªa la entrada en vigor de la nueva legislaci¨®n, en la medida en que, am¨¦n de contradecir a la Constituci¨®n y otras leyes ordinarias, tambi¨¦n ser¨ªa violatoria de los tratados internacionales en materia de derechos humanos firmados por Guatemala. La promoci¨®n de la normativa solo se explica por la incondicionalidad del presidente, Jimmy Morales, a quienes contribuyeron en gran medida a que llegaran al poder: los veteranos del Ej¨¦rcito guatemalteco, reunidos en torno a la asociaci¨®n Avemilgua, muchos de ellos se?alados de cr¨ªmenes de guerra y a quienes se les considera el aut¨¦ntico poder detr¨¢s del cetro de Morales.
La comunidad internacional ha enviado mensajes cada vez m¨¢s contundentes para que Guatemala corrija el rumbo. Todas las alarmas saltaron en enero, cuando Morales dio por terminado de manera unilateral el acuerdo de la creaci¨®n de la Comisi¨®n Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig, auspiciada por la ONU). Ese d¨ªa, Morales orden¨® que veh¨ªculos artillados donados por EE UU para combatir el narcotr¨¢fico patrullaran la capital guatemalteca y rodearan tanto la sede de la comisi¨®n anticorrupci¨®n, como la Embajada estadounidense. Las advertencias fueron subiendo de tono hasta que, esta semana, el Gobierno de EE UU anunci¨® la suspensi¨®n de toda ayuda militar hacia el pa¨ªs centroamericano.
En las semanas previas, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) orden¨® a Guatemala archivar la amnist¨ªa: ¡°Su aprobaci¨®n constituir¨ªa un desacato a lo ordenado por esta Corte¡±. Desde Nueva York, el asesor especial del secretario general para la prevenci¨®n del genocidio, Adama Dieng, ha subrayado que esta ley representa un ¡°retraso muy grave en los logros que Guatemala ha alcanzado en su b¨²squeda de la justicia por los cr¨ªmenes cometidos durante un periodo muy oscuro de su historia¡±, cuya rendici¨®n de cuentas ¡°es una herramienta fundamental para la paz y la seguridad¡±.
Dentro de Guatemala, el procurador de los Derechos Humanos ¨Ccomisionado del Congreso para la defensa de los derechos humanos y la democracia, pero con autonom¨ªa total¨C, Jord¨¢n Rodas, subraya que aprobar esta amnist¨ªa ¡°ser¨ªa una bofetada a todas las v¨ªctimas del conflicto armado, personas que no buscan venganza sino justicia¡±. De aprobarse, a?ade, se crear¨ªa un gran manto de impunidad y contravendr¨ªa todos los est¨¢ndares internacionales. El Congreso, agrega el analista independiente Luis Linares, ¡°ha dado muestra de una absoluta arrogancia: su mensaje es de desprecio hacia todas las acciones ejecutadas para el castigo de cr¨ªmenes como las desapariciones forzadas y masacres de la guerra. No puede prosperar: es ilegal¡±. En esta apreciaci¨®n coincide Gustavo Garc¨ªa Fong, experto de la Asociaci¨®n de investigaci¨®n y Estudios Sociales: aprobar esta ley dejar¨ªa a Guatemala como un Estado que no sabe honrar ni cumplir sus compromisos en materia de derechos humanos. Las consecuencias, agrega, se dejar¨ªan sentir a corto plazo: ¡°ning¨²n Estado estar¨ªa dispuesto a cooperar con un pa¨ªs que promueve iniciativas contrarias a los derechos humanos¡±.
Manuel Conde Orellana, del Partido de Avanzada Nacional (PAN), el principal promotor de la norma junto a su correligionario Fernando Linares Beltranena niega que se busque una amnist¨ªa, sino que la Ley de Reconciliaci¨®n Nacional, aprobada en 1996 y que permiti¨® firmar la paz, alcance tambi¨¦n a los militares. Cuestionado sobre el hecho de que los militares condenados no lo fueron por hechos de guerra, sino por cr¨ªmenes de lesa humanidad, como torturas o desaparici¨®n de personas, Conde recuerda que en 1996 Guatemala todav¨ªa no era parte de la Convenci¨®n que establece la no prescripci¨®n de delitos de lesa humanidad. ¡°Es un debate jur¨ªdico que se tendr¨¢ que dar en alg¨²n momento¡±, cierra. Conde y Linares son considerados aliados en la sombra del presidente Morales.
Blanca Quiroa Hern¨¢ndez, madre de un secuestrado-desaparecido por el Ej¨¦rcito en los ochenta, recuerda que lo capturaron cuando acababa de cumplir 22 a?os: ¡°Era mec¨¢nico automotriz y dej¨® hu¨¦rfano a un beb¨¦ de a?o y medio¡±. Con otras madres, fundaron la asociaci¨®n de Familiares de Desaparecidos de Guatemala, Famdegua, cuyo trabajo ha permitido excavar fosas clandestinas e identificar, merced al ADN, a decenas de v¨ªctimas de masacres. Uno de los casos mejor documentados y cerrados con condena es el conocido como Sepur Zarco, en alusi¨®n a la regi¨®n del departamento de Alta Verapaz (norte), donde se encontraron 562 osamentas en el interior de un cuartel militar. Hasta all¨ª eran llevados, torturados y asesinados los sospechosos de colaborar con la guerrilla, simples campesinos, en realidad, que quer¨ªan legalizar sus tierras para evitar el despojo de los terratenientes del lugar. ¡°Los cuerpos estaban atados de pies y manos. Se les vendaban los ojos y se les amordazaba¡±. relata Quiroa. ¡°A esa gente [a sus verdugos] les quieren dejar en libertad, impunemente¡±.
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