Macron, Merkel y Juncker reclaman a Xi respeto a la UE y reciprocidad en comercio
El presidente franc¨¦s presenta un frente com¨²n de la UE ante el mandatario chino
Ante un orden mundial desordenado, los europeos intentan ubicarse, entre el unilateralismo de los Estados Unidos de Donald Trump y la pujanza de la China de Xi Jinping. El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, intent¨® ayer presentar un frente com¨²n de la UE ante su hom¨®logo chino, frente a los pactos bilaterales m¨¢s del gusto de Xi. Macron, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, tambi¨¦n exigieron a Pek¨ªn reciprocidad en las condiciones de inversi¨®n y comercio en ambos mercados.?
¡°Es obvio que, en la historia de la humanidad, el ejercicio del poder no existe sin las rivalidades. Nadie es ingenuo. Pero respetamos a China y estamos decididos al di¨¢logo y la cooperaci¨®n¡±, dijo Macron, flanqueado por Xi, Merkel y Juncker en el Palacio del El¨ªseo. ¡°Esperamos que nuestros grandes socios respeten tanto la unidad de la Uni¨®n Europea como de los valores que defiende, para s¨ª misma y para el mundo¡±.¡°Es cierto que tenemos puntos de desacuerdo, de competici¨®n, pero es una competici¨®n positiva. La cooperaci¨®n es lo principal. Estamos avanzando juntos¡±, dijo Xi. ¡°No debemos permitir que la desconfianza nos lleve siempre a mirar hacia atr¨¢s¡±. El encuentro cerr¨® una visita de cinco d¨ªas del l¨ªder chino a Italia, M¨®naco y Francia, la segunda del mandatario chino por Europa en los ¨²ltimos cinco meses.
La gira de Xi ilustra la complejidad de la relaci¨®n. Comenz¨® en Italia, primer pa¨ªs del G7 en adherirse al proyecto de infraestructuras de la Nueva Ruta de la Seda, destinado a conectar a China con el resto del mundo. La decisi¨®n italiana de sumarse al proyecto suscita recelos en otras capitales europeas y en Washington. Tambi¨¦n marca una falla entre la Europa franco-alemana ¡ªla de Macron y Merkel, en la que tambi¨¦n se inscribe Espa?a¡ª y otros pa¨ªses, como Italia, gobernados por l¨ªderes populistas y nacionalistas que se acercan por su cuenta a Pek¨ªn.
Al invitar a Merkel y a Juncker a la reuni¨®n con Xi, Macron europeiz¨® la visita de Estado del presidente chino a Francia. Era una manera de forzar a Xi a salir del marco de las relaciones bilaterales con los socios europeos, y de ocupar el papel de l¨ªder de facto de la UE, su interlocutor ante las potencias mundiales.
Imagen enga?osa
Macron, desde que lleg¨® al poder en 2017, ha abogado por un nuevo multilateralismo, es decir, la gesti¨®n de los problemas internacionales por medio de instituciones comunes. Se tratar¨ªa de una tercera v¨ªa entre la mezcla de unilateralismo y aislacionismo del presidente Donald Trump en Estados Unidos, y las aspiraciones de la China de Xi Jinping.
Entre los l¨ªderes europeos y el chino, la unanimidad parec¨ªa completa en la defensa de la cooperaci¨®n, las normas conjuntas y el equilibrio en las relaciones internacionales. El presidente franc¨¦s cit¨® como ejemplos de multilateralismo el acuerdo nuclear con Ir¨¢n o la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Washington se ha descolgado de ambos acuerdos y ha abierto una batalla comercial con Pek¨ªn. En la comparecencia ante la prensa se visualiz¨® algo que podr¨ªa parecer bloque multilateral UE-China frente al Am¨¦rica primero de Trump.
Pero la imagen es enga?osa. ¡°El tiempo de la ingenuidad europea termin¨®¡±, dijo la semana pasada Macron en Bruselas. Y, en Par¨ªs, los europeos marcaron las distancias con Xi, como un reflejo del reciente documento estrat¨¦gico en el que la Comisi¨®n Europea define a China como un ¡°rival sist¨¦mico¡± y un ¡°competidor estrat¨¦gico¡±.
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