El presidente de Portugal advierte al Gobierno sobre los cargos familiares

"No me vengan con m¨¢s nombres". La amenaza o el aviso, como se quiera llamar, es del presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, reaccionando a la promiscuidad de cargos familiares en el Ejecutivo de Ant¨®nio Costa.

Rebelo de Sousa, que, en principio, reaccion¨® t¨ªmidamente al hecho de que en la ¨²ltima remodelaci¨®n del Gobierno socialista coincidan dos ministros que son matrimonio y otros dos que son padre e hija, se ha sumado a la onda de indignaci¨®n extendida en la sociedad al conocerse m¨¢s nombramientos de familiares en las secretarias de Estados y sus gabinetes.

Rebelo de Sousa lleg¨® a la presidencia en 2015, cuando Ant¨®nio Costa ya hab¨ªa nombrado ministros al matrimonio formado por Eduardo Cabrita y Ana Paula Vitorino. Entonces el presidente era An¨ªbal Cavaco Silva. Por eso, el actual presidente dice que si le hubiera tocado firmar esos nombramientos lo hubiera hecho sin ning¨²n inconveniente. "No se puede ser r¨ªgido y hay excepciones a la regla", ha declarado al Expresso, "pero otra cosa es que la excepci¨®n se convierta en regla".

Desde aquel oto?o de 2014, Costa ha cambiado cuatro veces de Consejo de Ministros y los lazos familiares han ido aumentando. Actualmente los parentescos son habituales en ministerios, secretar¨ªas de Estado y sus gabinetes y diputados del Partido Socialista.

Su portavoz y primer secretario general, Carlos C¨¦sar, tambi¨¦n con varios familiares en cargos p¨²blicos, puso en marcha el ventilador. Acus¨® al Bloco de Esquerda ¡ªque les apoya para gobernar¡ª de tambi¨¦n tener parentescos, aunque apenas se reduce a dos diputadas, hermanas gemelas y que se han ganado sus puestos en elecciones legislativas.

En el anterior Gobierno conservador, la mayor pol¨¦mica que hubo por nombramientos familiares fue el de la mujer del ministro de Educaci¨®n, designada para dirigir un Instituto Nacional.

"No es bueno mezclar familia y pol¨ªtica", se?ala Marcelo, que dice pecar por exceso, pues nunca ha llevado a ning¨²n familiar al palacio de Bel¨¦m, sede de la presidencia. "La familia del presidente no es presidente", es su lema. Esta c¨¢ustica frase recuerda la humillaci¨®n que sufri¨® cuando ten¨ªa seis a?os. Su padre, subsecretario de Estado de Educaci¨®n, le llev¨® a un concurso de h¨ªpica en Cascais. El entonces presidente del pa¨ªs vio al ni?o y le dijo a su padre: "La familia del subsecretario de Educaci¨®n no es subsecretario de Educaci¨®n, el ni?o debe salir".