Ucrania vuelca el descontento en las urnas
Los bajos sueldos y la corrupci¨®n impulsan el voto de castigo contra la pol¨ªtica tradicional y la candidatura presidencial de un c¨®mico que promete romper el sistema
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Igor Kostezh votar¨¢ contra todos. Trabaja 10 horas al d¨ªa en una tienda de reparaci¨®n de electr¨®nica y vive permanentemente apurado. Gana 400 euros. Insuficiente, afirma, para llegar holgado a fin de mes en Ucrania, uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres de Europa, seg¨²n el Fondo Monetario Internacional (FMI). Preocupado y enfadado, Kostezh reflejar¨¢ con su voto el descontento hacia un sistema en el que ha dejado de confiar. ¡°Votar¨¦ contra Poroshenko¡±, dice tajante. En su mostrador aguardan un par de iPhone con la pantalla hecha a?icos, pendientes de arreglar. Tras cinco a?os en el poder, marcados por las denuncias de corrupci¨®n sin ninguna consecuencia, el bajo nivel de vida y el conflicto latente en el Este del pa¨ªs, los ucranios est¨¢n decepcionados con Petro Poroshenko y con una ¨¦lite pol¨ªtica de la que se sienten cada vez m¨¢s lejanos. Esa fatiga, el apetito por romper con el pasado, es lo que ha encumbrado a Volod¨ªmir Zelenski, el actor c¨®mico?al que todos los sondeos dan como favorito para ganar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de este domingo. Pasar¨ªa a sumarse a la lista de pa¨ªses que han entregado las riendas a un desconocido sin experiencia en la arena pol¨ªtica.
Los ucranios han aprendido que las cosas s¨ª pueden cambiar. Como lo hicieron en 2014, tras las tumultuosas protestas europe¨ªstas contra la cleptocracia que derribaron al Gobierno de Viktor Yanuk¨®vich, aliado de Rusia. Pero ahora, en las urnas. Ucrania (44 millones de habitantes), est¨¢ lejos del modelo de otros pa¨ªses del espacio postsovi¨¦tico; aqu¨ª las elecciones son reales, complejas pero competitivas, apunta Anna Korbut, experta de Chatham House. Por eso, muchos analistas lo observan como un interesant¨ªsimo laboratorio del que tomar nota. Otro m¨¢s, despu¨¦s de la llegada de otros advenedizos como Donald Trump en Estados Unidos o Beppe Grillo en Italia. ¡°Los ciudadanos est¨¢n hartos de la pol¨ªtica tradicional y ¨¢vidos de un rostro nuevo¡±, sostiene el analista Anatoli Oktysiouk.
Y ese parece ser el de Zelenski, de 41 a?os, que ha centrado su poco ortodoxa campa?a electoral precisamente en mostrarse como alguien totalmente alejado a los dinosaurios pol¨ªticos a los que Ucrania est¨¢ tan acostumbrada. M¨¢s como el honrado maestro que se convierte en presidente a quien da vida en la pantalla en la serie 'Servidor del Pueblo¡¯, el mismo nombre que eligi¨® para su partido. ¡°No soy un pol¨ªtico, soy una persona simple, resultado de los errores y las promesas incumplidas de Poroshenko. Vengo a romper el sistema¡±. Esta frase declamada en el ins¨®lito debate electoral el viernes, en el Estadio Ol¨ªmpico de Kiev ante 22.000 personas, resume a la perfecci¨®n su programa electoral. Tambi¨¦n la raz¨®n que hace que miles de ucranios le apoyen.
En un barrio al sur de Kiev, en casa de Anton y Daria Onischenko, todav¨ªa no han otorgado su voto al c¨®mico. Pese a esto, el matrimonio de profesores sabe que no apoyar¨¢n al actual presidente. Para ellos, la elecci¨®n es m¨¢s un refer¨¦ndum contra Poroshenko. ¡°Necesitamos un cambio, como sea, no podemos seguir viviendo as¨ª. Los precios han subido a niveles europeos, pero nuestros sueldos no¡±, recalca la mujer. Como empleados p¨²blicos, sus dos salarios apenas pasan de 800 euros al mes, aseguran. ¡°Y con dos hijos las cosas son dif¨ªciles¡±, a?ade Anton.
Aunque toc¨® techo al inicio de 2015, con la anexi¨®n de Crimea por parte de Rusia todav¨ªa muy reciente y en uno de los puntos ¨¢lgidos de la guerra del Donb¨¢s con los separatistas apoyados por el Kremlin, la inflaci¨®n se mantiene desde hace un par de a?os en un 15%. Los precios de los alimentos han subido. Tambi¨¦n los de los servicios. En el hogar de los Onischenko, la energ¨ªa se come casi el 30% de su presupuesto mensual en invierno, lamentan. En Ucrania, la pensi¨®n m¨ªnima no llega a 60 euros al mes, el salario medio apenas supera los 300 euros.
Poroshenko ha emprendido reformas estructurales, ha logrado financiaci¨®n exterior y tambi¨¦n estabilidad econ¨®mica. Ha subido ligeramente las pensiones, ha trazado un sistema de libre elecci¨®n para los m¨¦dicos. Ha satisfecho a los bancos y a los prestamistas. Pero los ciudadanos no est¨¢n tan contentos. Sobre todo fuera de la vibrante capital, con una gran oferta cultural y que se ha convertido ya en un destino tur¨ªstico europeo y donde hay m¨¢s oportunidades. Por eso, millones de personas se han buscado la vida en el exterior. Tanto que Ucrania es ahora el mayor receptor de Europa de remesas procedentes de salarios. Los trabajadores en el extranjero enviaron a casa casi 13.000 millones de euros en 2018, seg¨²n el Banco Mundial; el 11% del PIB del pa¨ªs.
El magnate de los dulces no ha podido cumplir las esperanzas de un mejor futuro alumbradas por las movilizaciones de hace cinco a?os, la llamada ¡°revoluci¨®n de la dignidad¡±. As¨ª que ahora, miles de ciudadanos se muestran decepcionados con la lentitud de los cambios y la corrupci¨®n que Poroshenko prometi¨® erradicar. De aquella movilizaci¨®n ha emergido una sociedad civil m¨¢s contestataria, medios de comunicaci¨®n cr¨ªticos y muchos proyectos anticorrupci¨®n.

¡°Euromaid¨¢n no fue solo participar en la revoluci¨®n, tambi¨¦n es una manera de vivir la vida con honestidad, sacar adelante un negocio ¨¦tico, sin sobornos, sin trucos¡±, remacha Bogdana Pavlychko, que particip¨® en la movilizaci¨®n y que ahora encabeza una empresa editorial. ¡°La gente ahora no se siente segura en el pa¨ªs, con la justicia, no saben cu¨¢ndo tendr¨¢n mejores salarios. Poroshenko no ha logrado arreglar eso. Es su propio enemigo, aunque la vida no es un show¡±, apunta en su luminoso despacho de Kiev, rodeada de cuadros y libros. A la editora, de 32 a?os, no le gusta Zelenski, cree que con su llegada el pa¨ªs se embarcar¨¢ en una etapa m¨¢s inestable. Le preocupan sus v¨ªnculos con el oligarca Igor Kholomoiski, involucrado en un esc¨¢ndalo bancario. Tambi¨¦n la fragilidad de su programa.
Elementos que sin embargo no parecen angustiar en absoluto a sus votantes. Los ¨²ltimos sondeos le dan un 58% en intenci¨®n de voto frente al 22% de Poroshenko. ¡°Los ciudadanos apoyan a Zelenski por distintas razones, algunos creen en sus promesas o en su personaje televisivo. Pero al igual que el candidato es muy vago en su programa, no hablan de medidas concretas. Es m¨¢s como una fe¡±, resalta Korbut. Una que si, como parece, se materializa este domingo puede transformar un presidente de ficci¨®n en uno real.
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