El regreso de los yihadistas magreb¨ªes del ISIS amenaza la seguridad europea
Las dificultades de Marruecos y T¨²nez para gestionar el retorno y el riesgo de contagio de los combatientes con doble nacionalidad europea
M¨¢s de 50.000 yihadistas procedentes de m¨¢s de cien pa¨ªses viajaron en el ¨²ltimo lustro a Siria, Irak y Libia para incorporarse a las filas del Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s). Y solo del Magreb salieron casi 7.000 combatientes, en una movilizaci¨®n sin precedentes. El regreso de los supervivientes a pa¨ªses como Marruecos, T¨²nez o Egipto supone una amenaza para esos pa¨ªses, pero tambi¨¦n para la Uni¨®n Europea, seg¨²n un estudio publicado este mi¨¦rcoles por el centro de an¨¢lisis Egmont, de Bruselas, y la fundaci¨®n alemana Konrad-Adenauer-Stiftung.
El informe, prologado, a t¨ªtulo personal, por el coordinador europeo de la lucha contra el terrorismo, Gilles de Kerchove, advierte de que el retorno de los yihadistas magreb¨ªes puede generar una inestabilidad en la regi¨®n con potencial "impacto negativo en la seguridad europea". Los analistas a?aden que el riesgo de contagio se ve reforzado porque "la mayor¨ªa de los combatientes extranjeros procedentes de Europa son de descendencia norteafricana, lo cual refuerza los lazos de los c¨ªrculos yihadistas a trav¨¦s del Mediterr¨¢neo". Esa relaci¨®n, a?aden, "puede tener un impacto duradero en la seguridad de ambos lados".
El documento recuerda que el contagio ya se produjo en anteriores oleadas de combatientes y vincula los ataques de Casablanca (2003) y Madrid (2004) a los grupos de marroqu¨ªes que se trasladaron a Afganist¨¢n tras la victoria de los talibanes en 1996 y a Irak tras la invasi¨®n de EE UU en 2003. En esta ocasi¨®n, advierte el estudio, el riesgo es a¨²n mayor porque la movilizaci¨®n de combatientes magreb¨ªes "ha sido posiblemente mayor que las anteriores, incluida la yihad antisovi¨¦tica que se puso en marcha en Afganist¨¢n en los a?os 1980".
Ahora que el autollamado Califato ha sido expulsado de su ¨²ltimo reducto en Siria, muchos Gobiernos se ven ante el reto de afrontar el regreso de los supervivientes. Hay pa¨ªses que se niegan a acogerlos, como Holanda y Suiza. Otros est¨¢n dispuestos a recibir a sus nacionales, pero tampoco dispone nadie de una f¨®rmula m¨¢gica para detectarlos, procesarlos, detenerlos y¡ rehabilitarlos, en caso de que sea posible.
El estudio del centro Egmont y la fundaci¨®n Konrad-Adenauer-Stiftung se centra en c¨®mo deber¨ªan? afrontar semejante desaf¨ªo los Gobiernos de Egipto, T¨²nez y Marruecos, pa¨ªses que suman por s¨ª solos m¨¢s combatientes extranjeros que toda la Uni¨®n Europea. Argelia no forma parte de la investigaci¨®n porque el n¨²mero de yihadistas que se alistaron con el ISIS es muy reducido, seg¨²n los investigadores.
Kerchove subraya en el pr¨®logo la cooperaci¨®n existente entre las autoridades europeas y los pa¨ªses del norte de ?frica, con apoyo para la seguridad en fronteras o mantenimiento y comprobaci¨®n de las bases de datos de Interpol. Pero la UE se muestra dispuesta a aumentar su colaboraci¨®n dado el riesgo que implican, en particular, los combatientes con doble nacionalidad, una de ellas europea.
De los tres pa¨ªses analizados en el informe, Marruecos aparece ¡°con gran diferencia¡± como el mejor preparado para afrontar el regreso de los yihadistas. Marruecos ha tomado medidas legales al tiempo que reforzaba sus servicios de seguridad. Y, cosa ¨²nica en el Magreb, ha iniciado programas de desradicalizaci¨®n en las c¨¢rceles. ¡°En contraste¡±, se?ala el estudio, ¡°T¨²nez y Egipto son mucho menos transparentes y sistem¨¢ticos en sus procedimientos¡±.
Marruecos es el pa¨ªs que aporta cifras oficiales m¨¢s precisas sobre la situaci¨®n: los marroqu¨ªes que viajaron a Irak y Siria entre 2013 y 2017 fueron 1.664, entre ellos 285 mujeres y 378 ni?os. De ellos, 596 murieron en combate o en ataques suicidas. Y volvieron 213. Entre ellos hay 52 mujeres y 15 ni?os. De los 200 retornados casi todos ellos han sido llevados ante la justicia y se encuentran ahora en la c¨¢rcel, con sentencias que van desde los 10 a los 15 a?os, seg¨²n fuentes oficiales.
Marruecos reform¨® en 2014 la legislaci¨®n antiterrorista e incluy¨® penas de entre 5 y 15 a?os y multas de hasta el equivalente a 45.000 euros para quienes se unan o traten de unirse a grupos armados no estatales, ya sea fuera o dentro del pa¨ªs. Esa ley result¨® clave para abordar la situaci¨®n actual. Adem¨¢s, la Administraci¨®n puso en marcha en 2016 un programa dentro de las c¨¢rceles llamado Reconciliaci¨®n (Moussalaha, en ¨¢rabe) que apunta hacia la desradicalizaci¨®n e integraci¨®n de los terroristas. Abarca tanto a los que nunca salieron del pa¨ªs como a los que combatieron fuera.
El estudio ensalza la ¡°eficiencia¡± con que Marruecos lucha contra el terrorismo, pero indica que a excepci¨®n de Reconciliaci¨®n, no hay otros programas de rehabilitaci¨®n. ¡°Y no hay nada espec¨ªfico para los retornados, que son tratados como el resto de los terroristas. Tampoco hay nada previsto para las mujeres y los ni?os¡±, se?ala. Tambi¨¦n advierte sobre las denuncias de tortura, recogidas por Human Rights Watch. Y a?aden que Marruecos puede restringir libertades civiles en nombre de la lucha contra el terrorismo. ¡°Varias ONG denuncian de forma c¨ªclica el arresto de salafistas no envueltos en ninguna actividad terrorista¡±, se?ala el informe.
En cuanto a Egipto, el panorama es m¨¢s sombr¨ªo. De entrada, no se sabe cu¨¢ntos combatientes se marcharon ni cu¨¢ntos volvieron, aunque fuentes no oficiales manejadas por la ONU estiman entre 350 y 600 los yihadistas egipcios desplazados al extranjero. No hay una legislaci¨®n apropiada para abordar el regreso y los autores lamentan la falta de transparencia de las autoridades. Se?alan, adem¨¢s, que predomina ¡°la tortura y las confesiones forzadas¡±, y que las c¨¢rceles superpobladas se han convertido en centros donde se expande la radicalizaci¨®n.
El estudio se?ala que la forma que tiene Egipto de afrontar el regreso de los yihadistas no solo no previene la violencia sino que recrea y refuerza la misma din¨¢mica que llev¨® a los yihadistas al extranjero.
Finalmente, T¨²nez es el pa¨ªs que m¨¢s terroristas ha engrosado las filas del ISIS en relaci¨®n con su poblaci¨®n de 11,5 millones de habitantes. Las estimaciones oscilan entre los 7.000 desplazados a Siria, seg¨²n la ONU y los 3.000 asumidos por las propias autoridades tunecinas. A eso habr¨ªa que sumar tambi¨¦n entre 1.000 y 1.500 alistados en Libia. La mayor¨ªa de los retornados -cifrados en 1.000 hasta marzo de 2018- han sido sentenciado a penas de cinco a?os, seguidos de un periodo de vigilancia de tres a?os.
El informe lamenta que T¨²nez solo haya abordado el problema centr¨¢ndose en medidas de castigo. ¡°Algunos retornados permanecen varios meses en prisi¨®n sin ser juzgados, mientras otros son puestos en libertad tras ser brevemente interrogados. Esto sugiere que la gesti¨®n del Gobierno de este asunto es a veces arbitraria y expuesta al azar¡±.
Finalmente, los investigadores recomiendan a todos los pa¨ªses, incluida la Uni¨®n Europea, ¡°humildad y transparencia¡± para seguir afrontando el problema del regreso. Aunque cada pa¨ªs tiene su particularidad, el asunto trasciende las fronteras. ¡°Cada naci¨®n ganar¨ªa compartiendo discusiones abiertas y buenas pr¨¢cticas. Si los yihadistas del mundo pueden unirse, nosotros tambi¨¦n deber¨ªamos hacerlo¡±, se?ala el informe.
?Por qu¨¦ T¨²nez?
?Por qu¨¦ tanta yihadismo proveniente de T¨²nez? El estudio aporta cuatro razones: el Gobierno islamista ofreci¨® un ambiente favorable para la radicalizaci¨®n entre 2011 y 2013; despu¨¦s de la primavera de 2011 el aparato de seguridad del Estado qued¨® erosionado; la amnist¨ªa general de 2011 puso en la calle a 2.000 presos. De ellos, 350 ten¨ªa experiencia de combate en Afganist¨¢n, Irak y Argelia. Y por ¨²ltimo, todo ello se vio agravado por el caos en la vecina Libia.
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