El Supremo de EE UU fallar¨¢ sobre la exclusi¨®n laboral del colectivo LGTB
La m¨¢xima Corte se pronunciar¨¢ el a?o pr¨®ximo sobre si la comunidad LGTB est¨¢ cubierta por la Ley de Derechos Civiles de 1964 que no permite discriminar por raz¨®n de sexo
El Tribunal Supremo de Estados Unidos podr¨ªa resolver de una vez para siempre en la naci¨®n si los trabajadores homosexuales, lesbianas, bisexuales y transg¨¦nero pueden ser despedidos en funci¨®n de su orientaci¨®n sexual o su identidad de g¨¦nero. La m¨¢xima corte ha decidido este lunes aceptar tres casos distintos para estudiarlos en el curso judicial que se iniciar¨¢ el pr¨®ximo oto?o. Estos tres procesos mantienen divididos a los tribunales federales y a algunas agencias de la Administraci¨®n de Donald Trump sobre si el famoso T¨ªtulo VII de la Ley de Derechos Civiles solo se circunscribe a no discriminar en el trabajo en cuanto al sexo, pero no se define en cuanto a prohibir la discriminaci¨®n basada en la orientaci¨®n sexual y la identidad de g¨¦nero.
El Gobierno de Trump ha argumentado ante el alto tribunal que el T¨ªtulo VII no incumbe a los individuos englobados dentro del colectivo LGTB. Cerca de la mitad de estas personas viven en Estados que permiten la discriminaci¨®n laboral basada en la orientaci¨®n sexual o la identidad de g¨¦nero, seg¨²n MAP, un grupo de pensamiento a favor de ese colectivo.
Lo cierto es que nadie deb¨ªa de tener en mente a homosexuales y personas transg¨¦nero cuando en 1964, bajo la Administraci¨®n Johnson, se aprob¨® la norma que prohib¨ªa a las empresas discriminar por motivos de sexo, raza, color, nacionalidad y religi¨®n. Ahora, la Comisi¨®n para la Igualdad de Oportunidades en el Trabajo, que forma parte del Gobierno y que Barack Obama impuls¨®, considera que el T¨ªtulo VII tiene una lectura m¨¢s amplia, una que se corresponda con la sociedad actual. El Ejecutivo de Trump no est¨¢ de acuerdo con esta visi¨®n.
A pesar de que el Supremo nunca ha fallado sobre si los empleadores pueden discriminar bas¨¢ndose en la orientaci¨®n sexual, en el caso de 1989 de Price Waterhouse contra Hopkins, la m¨¢xima corte judicial del pa¨ªs cre¨® un precedente al dictaminar que no era admisible discriminar bas¨¢ndose en ¡°estereotipos de g¨¦nero¡±.
A partir de octubre, el Tribunal pondr¨¢ bajo lupa tres casos distintos. Dos de ellos afectan a dos trabajadores que aseguran que fueron despedidos por ser homosexuales. En el primer caso, Donald Zarda, instructor de paracaidismo, demand¨® en su momento a la empresa Altitude Express alegando que hab¨ªa sido despedido por ser homosexual. Zarda muri¨® en octubre de 2014 en un accidente de ca¨ªda libre en Europa, pero su familia ha seguido adelante con el proceso.
En el segundo caso, Gerald Lynn Bostock, coordinador de servicios sociales infantiles, demand¨® a un condado de Georgia por despedirle en 2013 tras descubrir que era gay y pertenec¨ªa a una liga LGTB de softball (una variedad de b¨¦isbol).
El tercer proceso que ver¨¢ el Supremo en el curso 2019-2020 ser¨¢ el de Aimee Stephens, una mujer transg¨¦nero que fue despedida de su trabajo en una funeraria dos semanas despu¨¦s de que le dijera a su jefe que a partir de entonces vivir¨ªa como una mujer. Aimee trabaj¨® durante seis a?os en la funeraria como Anthony Stephens. ¡°Al final de mis vacaciones en agosto de 2013, regresar¨¦ al trabajo como mi verdadero yo, Aimee Australia Stephens, con la ropa que me corresponde¡±, escribi¨® Stephens a sus compa?eros. Dos semanas despu¨¦s de acudir cada d¨ªa a trabajar vestida como una mujer, Stephens fue despedida.
Son los primeros procesos que ata?en a los derechos LGTB tras la composici¨®n del nuevo Tribunal Supremo, que ahora tiene en su bancada al juez conservador Brett Kavanaugh, quien reemplaz¨® a Anthony Kennedy, defensor de los derechos del colectivo. Este cambio puede ser muy significativo e inclinar de un lado o de otro la balanza de la justicia.
¡°A nadie de le deber¨ªa negar un trabajo o despedirle por quien es o por la persona a la que ama, incluida toda la comunidad LGTBI¡±, ha asegurado Sarah Warbelow, directora del departamento legal del grupo de defensa de los derechos civiles Human Rights Campaing (HRC). ¡°El cada vez mayor consenso es que las leyes de derechos civiles de nuestra naci¨®n protegen a la comunidad LGTBIQ contra la discriminaci¨®n. Ahora, el Tribunal Supremo tiene la oportunidad de clarificar esta ¨¢rea de la ley para asegurar protecci¨®n a las personas LGTBIQ en muchas ¨¢reas importantes de su vida¡±, asegura Warbelow en un comunicado hecho p¨²blico este lunes. ¡°El impacto de esta decisi¨®n tendr¨¢ consecuencias muy reales para millones de personas en todo el pa¨ªs¡±, finaliza la asesora.
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