La alerta de EE UU ante Ir¨¢n abre una brecha entre los europeos y Washington
Fuentes diplom¨¢ticas y militares dudan de que el nivel de amenaza contra las tropas occidentales haya aumentado
Los aliados de Estados Unidos parecen divididos sobre la existencia de nuevas amenazas iran¨ªes en la regi¨®n del golfo P¨¦rsico. Mientras Israel, Arabia Saud¨ª y Emiratos ?rabes Unidos (todos ellos enemistados con Ir¨¢n) se sienten reivindicados con la decisi¨®n de la Casa Blanca de intensificar la presi¨®n sobre Teher¨¢n, fuentes diplom¨¢ticas y militares europeas cuestionan que se haya producido un cambio que lo justifique. Cunde el temor a que aumente el riesgo de un conflicto por error de c¨¢lculo.
¡°Dicen que tienen informaci¨®n de amenazas cre¨ªbles, pero no han compartido las pruebas¡±, asegura a EL PA?S una fuente diplom¨¢tica europea en Bagdad con acceso a los informes estadounidenses. El interlocutor reconoce que hay un cierto nivel de alarma y un aumento de las precauciones, aunque afirma que ¡°Estados Unidos tiene inter¨¦s en crear la impresi¨®n de que es la parte atacada¡±. ¡°Se trata de una guerra psicol¨®gica¡±, concluye.
Es una opini¨®n compartida por otros analistas consultados que mencionan el crescendo desde la designaci¨®n de la Guardia Revolucionaria como organizaci¨®n terrorista el mes pasado hasta el reciente refuerzo militar en el Golfo, pasando por la intensificaci¨®n de las sanciones para evitar que Ir¨¢n exporte su petr¨®leo.
El vicejefe de la coalici¨®n militar contra el Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas inglesas), el general brit¨¢nico Christopher Ghika, ha alentado ese escepticismo con sus declaraciones. ¡°No, no ha habido un aumento de la amenaza por parte de fuerzas respaldadas por Ir¨¢n en Irak y Siria¡±, respond¨ªa a los periodistas por videoconferencia desde Bagdad en la noche del martes, seg¨²n recoge hoy la prensa del Reino Unido.
Sus palabras contradec¨ªan la justificaci¨®n que la Casa Blanca ha dado no solo para retirar de Irak a su personal diplom¨¢tico no esencial, sino para el env¨ªo de un grupo de combate y otros refuerzos militares al golfo P¨¦rsico. De hecho, pocas horas despu¨¦s, su valoraci¨®n fue desacreditada por un portavoz del Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM), algo inusual trat¨¢ndose de un alto oficial aliado. En cualquier caso, Alemania y Holanda han decidido suspender sus respectivas misiones de entrenamiento militar en Irak ante las tensiones regionales.
Debido al desequilibrio de fuerzas, el riesgo de un conflicto asim¨¦trico en el que milicias aliadas de Ir¨¢n atacaran a soldados estadounidenses en Oriente Pr¨®ximo siempre ha existido. De hecho, los iran¨ªes han probado ser especialmente h¨¢biles a ese respecto al entrenar (y financiar) grupos afines en toda la regi¨®n: desde el hist¨®rico Hezbol¨¢ liban¨¦s, hasta la m¨¢s reciente asistencia a los Huthi de Yemen, pasando por las Unidades de Movilizaci¨®n Popular iraqu¨ªes o la fuerza de defensa nacional siria. De ah¨ª a que Teher¨¢n est¨¦ preparando una acci¨®n contra EE. UU. en Irak en la actualidad, a¨²n hay un trecho.
¡°Un ataque [iran¨ª] a las fuerzas de la coalici¨®n es altamente improbable porque los iran¨ªes no quieren que Irak se convierta en teatro de operaciones, al menos en este momento¡±, asegura el diplom¨¢tico antes mencionado. El interlocutor, que no duda de que Ir¨¢n tenga un plan de contingencia por ¡°si EE. UU. prosigue con sus medidas hostiles¡±, recuerda que la Rep¨²blica Isl¨¢mica suele responder con acciones progresivas, tal como se ha visto con su aviso de que va a dejar de cumplir algunos compromisos del acuerdo nuclear.
As¨ª se han interpretado las ¨²ltimas declaraciones del primer ministro iraqu¨ª, Adel Abdelmahdi, diciendo que hay indicaciones de que ¡°las cosas acabar¨¢n bien¡± a pesar de las tensiones entre Washington y Teher¨¢n. Abdelmahdi, que hace apenas una semana recibi¨® una visita inesperada del secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, parece haber obtenido alg¨²n tipo de garant¨ªa del Gobierno iran¨ª en el sentido de que no va a convertir Irak en campo de batalla. Esa lectura parece apoyada adem¨¢s por la intervenci¨®n del l¨ªder supremo de Ir¨¢n, el ayatol¨¢ Ali Jamenei, negando que su pa¨ªs est¨¦ buscando una guerra.
La estabilidad de Irak ha sido uno de los objetivos de Ir¨¢n y no va a ponerlo en riesgo salvo que afronte una amenaza existencial. Adem¨¢s, cuenta con otras cartas como ha quedado claro con el ataque a instalaciones petroleras saud¨ªes del pasado martes. La mayor¨ªa de los observadores coinciden en que los rebeldes yemen¨ªes tuvieron que contar con ayuda exterior para que sus drones cargados de explosivos llegaran a un millar de kil¨®metros de sus posiciones. Aunque Teher¨¢n niega que haya facilitado misiles u otro armamento a Yemen, sus portavoces s¨ª que admiten haber entrenado a los milicianos Huthi.
Con esa acci¨®n la Rep¨²blica Isl¨¢mica parece enviar un doble mensaje: Por un lado, que el petr¨®leo es para todos o para ninguno; por otro, que si finalmente hay un conflicto, su objetivo no van a ser las fuerzas estadounidenses, sino Arabia Saud¨ª.
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