Una iran¨ª acaba ante los tribunales por cantar en p¨²blico
La int¨¦rprete enton¨® una melod¨ªa popular ante un grupo de turistas en el conservador Abyaneh durante el Ramad¨¢n
En el momento de m¨¢xima escalada verbal entre Ir¨¢n y Estados Unidos la semana pasada, un v¨ªdeo romp¨ªa todos los t¨®picos. Las amenazas de guerra pod¨ªan ser reales, pero, ajeno a ellas, un grupo de turistas disfrutaba de la m¨²sica popular iran¨ª durante su visita a Abyaneh, un pintoresco pueblo de la provincia de Isfah¨¢n. Las im¨¢genes parec¨ªan el mejor alegato contra la propaganda b¨¦lica que Teher¨¢n pod¨ªa so?ar. Sin embargo, en un nuevo ejemplo de que los iran¨ªes tienen a su mayor enemigo dentro de casa, la cantante protagonista del v¨ªdeo ha terminado ante los tribunales y se arriesga a ir a prisi¨®n por haber cantado sola en p¨²blico.
La fiscal¨ªa de Isfah¨¢n ha abierto una investigaci¨®n ante las informaciones de que ¡°una mujer hab¨ªa cantado un solo¡±, ha confirmado su responsable, Ali Esfahani, a la agencia de noticias Tasnim. La mujer es Negar Moazzam, una cantante que actuaba ante un grupo de turistas hasta que los empleados locales de la Organizaci¨®n del Patrimonio Cultural interrumpieron su intervenci¨®n.
Desde la revoluci¨®n de 1979, los islamistas que relevaron en el poder a la monarqu¨ªa han prohibido que las mujeres canten en p¨²blico. No est¨¢ claro, sin embargo, que exista una ley al respecto, pero cabe aplicar el art¨ªculo 638 del c¨®digo penal iran¨ª que permite condenar hasta dos meses de prisi¨®n y 74 latigazos ¡°un acto prohibido en p¨²blico¡±. En cualquier caso, la radio y la televisi¨®n p¨²blicas no emiten actuaciones de mujeres solas o que canten a d¨²o con varones. De ah¨ª, a las cantantes solo les quede promocionarse a trav¨¦s de las redes sociales.
La propia artista colg¨® en su cuenta de Instagram el v¨ªdeo en el que se la ve interpretando una canci¨®n de Shohreh, una de las cantantes estrella de antes de la revoluci¨®n. Moazzam, que es profesora de m¨²sica y canto, aparece en las im¨¢genes ataviada con la colorida ropa tradicional de la zona y con un peque?o tocado que deja al aire una larga trenza rubia. La grabaci¨®n no solo llam¨® la atenci¨®n entre sus 180.000 seguidores, sino tambi¨¦n de las autoridades.
El imam de las plegarias del viernes en la vecina localidad de Natanz, a cuya comarca pertenece Abyaneh, conden¨® el v¨ªdeo. Ruhol¨¢ Amini acus¨® a sus autores de ¡°corromper deliberadamente la santidad del Ramad¨¢n¡±, el mes que los creyentes musulmanes consagran al ayuno y que se inici¨® el pasado 5 de mayo. El cl¨¦rigo tambi¨¦n dijo que es ¡°deber del Poder Judicial y de la polic¨ªa castigar este tipo de comportamiento sacr¨ªlego¡±.
Tal interpretaci¨®n, que sorprende desde el exterior, tiene distinta lectura en Ir¨¢n. ¡°M¨¢s all¨¢ de las imposiciones del r¨¦gimen, los habitantes de Abyaneh llevan tiempo quej¨¢ndose del comportamiento de los turistas que, en su opini¨®n, no respetan sus creencias¡±, explica un profesor iran¨ª que conoce la naturaleza conservadora de la poblaci¨®n de esa aldea de unos pocos centenares de personas, situada a 320 kil¨®metros al sur de Teher¨¢n. Este interlocutor recuerda que ya el a?o pasado los lugare?os anunciaron que no quer¨ªan visitantes durante la celebraci¨®n de la Ashura (un periodo de penitencia similar a la Semana Santa cat¨®lica) porque no respetan el esp¨ªritu de las ceremonias.
Adem¨¢s de Moazzam, tambi¨¦n ha sido citado a declarar el responsable de la agencia que organiz¨® la visita, seg¨²n inform¨® el pasado martes un responsable pol¨ªtico local. Yusuf Hasani dijo que de no presentarse a la vista, ambos ser¨ªan detenidos. De momento, la cantante que inicialmente retir¨® el v¨ªdeo de su Instagram, ha cerrado su cuenta y en Twitter se multiplican las muestras de apoyo. Tampoco faltan quienes la acusan de falta de respeto o califican su gesto de provocaci¨®n.
¡°Moazzam lleva mucho tiempo publicando sus canciones en Instagram y Telegram sin que nadie se meta con ella, pero cantar as¨ª durante el Ramad¨¢n en un pueblo tan religioso como Abyaneh es dar una excusa innecesaria a los ultras¡±, concluye el profesor. De hecho, desde el pasado jueves han bloqueado las cuentas de muchos cantantes y m¨²sicos ¡°callejeros¡±, como en Ir¨¢n se refieren a los artistas independientes como Moazzam que publican sus obras en internet, pero carecen de autorizaci¨®n para comercializarlas o dar conciertos.
La Rep¨²blica Isl¨¢mica siempre ha tenido una relaci¨®n dif¨ªcil con la m¨²sica, que los cl¨¦rigos m¨¢s ultramontanos consideran algo pecaminoso. Poco a poco el esfuerzo de algunos consagrados logr¨® que se autorizara la cl¨¢sica persa aunque con restricciones: solo pod¨ªan interpretarla hombres y no estaban autorizados a tener alumnas. Con la llegada a la presidencia del reformista Mohamed Jatam¨ª en 1997, las cantantes recuperaron el derecho a actuar aunque fuera ante audiencias exclusivamente femeninas, y algunas mujeres se atrevieron a formar grupos musicales.
Aun as¨ª, los sectores m¨¢s conservadores mantienen sus recelos. Los conciertos de mujeres no se anuncian. El cantante Hamid tiene prohibido actuar desde el pasado febrero por dejar que su guitarrista, Negin Parasa, cantara sola durante 12 segundos en un concierto.
Lee m¨¢s temas de blogs y s¨ªguenos en Flipboard
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.