D¨ªa cero tras la derrota del califato en Siria

EL PA?S recorre los territorios y pueblos que durante un lustro fueron sometidos al yugo del Estado Isl¨¢mico (ISIS, por sus siglas en ingl¨¦s) en el norte de Siria. "?El califato ha muerto!", proclamaron el pasado 23 de marzo las milicias kurdas aliadas y la coalici¨®n desde la localidad de Baguz, un harapiento oasis situado en la frontera siria con Irak. Desde entonces, se enfrentan a una nueva guerra de desgaste alimentada por las c¨¦lulas durmientes del ISIS que, ocultas entre poblaciones locales simpatizantes, golpean tanto a civiles como a uniformados. Solo en el mes de mayo, 78 personas murieron en un total de 139 ataques yihadistas, seg¨²n el recuento que hace el Centro de Informaci¨®n de Rojava. EL PA?S entrevista a l¨ªderes locales, civiles y combatientes yihadistas tras asistir a los entrenamientos de las unidades antiterroristas kurdas (YAT, por sus siglas en ingl¨¦s), nueva punta de lanza en la lucha antiterrorista.

El remanente del califato se ha rendido, pero los milicianos kurdos se dicen desbordados por la bomba de relojer¨ªa que suponen las 75.000 mujeres yihadistas y sus hijos cautivos en campos y los m¨¢s de 5.000 combatientes internacionales presos en sus c¨¢rceles. Entre todos ellos, 18 nacionales espa?oles. Conforme Oriente lleva de vuelta a sus nacionales, Occidente queda paralizado sin una estrategia clara y un goteo todav¨ªa leve de repatriaciones de menores de edad. En cuanto a las yihadistas sirias, las milicias kurdas ya se han embarcado en una campa?a de desradicalizaci¨®n de estas mujeres.

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Los escasos recursos de que disponen en el norte de Siria no bastan para emprender la reconstrucci¨®n de infraestructuras y viviendas en aquellas ciudades, como Raqa y antigua capital del califato, sucesivamente bombardeadas por las aviaciones siria, rusa y de la coalici¨®n. El Consejo Civil, ¨®rgano administrativo local, asegura haber recibido de donantes 3,5 millones de euros. Este ¨®rgano cifra en 2.674 millones los necesarios para ¡°devolver la ciudad de Raqa a su estado de preguerra¡± en 2010. De entre los escombros se siguen recuperando los cad¨¢veres de cientos de terroristas muertos durante los combates, y de entre las fosas comunes se exhuman los cuerpos de varios miles de civiles asesinados por los anteriores o ca¨ªdos en los bombardeos.

Proclamada la victoria contra el califato, la guerra prosigue en Siria y arrecia en su franja oriental, en la provincia de Idlib. Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª se disputan las zonas de influencia ideol¨®gica y econ¨®mica mientras que Rusia y EE UU echan un pulso dial¨¦ctico en los medios amenazando con una escalada del conflicto. Las negociaciones entre el Gobierno de Damasco y las representaciones pol¨ªticas kurdas han quedado estancas sin por ello paralizar el comercio entre ambos incluidas las hileras de camiones cisterna cargados de crudo que cruzan a territorio leal. En la frontera norte, las milicias kurdas cavan t¨²neles y trincheras en respuesta a las repetidas amenazas por parte de Turqu¨ªa de lanzar una ofensiva a¨¦rea y terrestre con sus milicias locales aliadas.