Trump siembra la inquietud en grandes ciudades por la amenaza de deportar a miles de indocumentados

La polic¨ªa de inmigraci¨®n de Estados Unidos detiene a indocumentados todos los d¨ªas, pero no lo anuncia. No hay precedentes de un anuncio como el del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que dijo el lunes en Twitter que ¡°la semana que viene polic¨ªa de inmigraci¨®n va a empezar el proceso de expulsar a millones de extranjeros ilegales¡±. El tuit gener¨® una inquietud inmediata entre defensores de los inmigrantes, pero qued¨® en el aire si el presidente se refer¨ªa a algo concreto o se trataba de una ocurrencia coincidiendo con el inicio de su campa?a de reelecci¨®n. Este viernes trascendi¨® que la operaci¨®n es real. Afectar¨¢ a 2.000 familias y empezar¨¢ el domingo en al menos 10 grandes ciudades de EE UU.

Fuentes de la polic¨ªa de fronteras (ICE, por sus siglas en ingl¨¦s) confirmaron a los medios estadounidenses que la operaci¨®n se dirige contra 2.040 personas, todas miembros de familias inmigrantes cuyo caso de asilo ya ha sido rechazado pero siguen viviendo en el pa¨ªs, dijo Mark Morgan, director interino de ICE, en la cadena ABC.

The Washington Post a?adi¨® que las ciudades afectadas incluyen Houston, Chicago, Miami y Los ?ngeles, donde se encuentra la mayor concentraci¨®n de inmigrantes y de sin papeles de EE UU. El diario destaca que la operaci¨®n ha sido ordenada por Trump en coordinaci¨®n con Mark Morgan, salt¨¢ndose al secretario interino de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan. Seg¨²n el Post, McAleenan era partidario de operaciones m¨¢s peque?as y de no dedicar tantos recursos a la persecuci¨®n de inmigrantes dentro del pa¨ªs cuando hacen falta para manejar la situaci¨®n en la frontera.

En Los ?ngeles, el jefe de polic¨ªa, Michel Moore, dijo a Los Angeles Times que sus agentes no participar¨¢n en las redadas. Es un criterio heredado de d¨¦cadas. Moore, adem¨¢s, advirti¨® de los efectos que el miedo crea en la seguridad p¨²blica. ¡°Sabemos c¨®mo es esto de inquietante para la comunidad. No somos una extensi¨®n de ICE. Me preocupa la intimidaci¨®n que puede crear¡±, dijo Moore. El jefe de polic¨ªa asegur¨® tener informaci¨®n de que la operaci¨®n afecta a 140 personas en el sur de California. El Departamento envi¨® un comunicado reiterando que sus agentes no participan en esta operaci¨®n.

La operaci¨®n no es especialmente grande comparada con otras coordinadas entre varias ciudades y en varios d¨ªas. Lo que es completamente nuevo es el anuncio, que ha sido interpretado en instituciones locales y asociaciones de inmigrantes como un intento de sembrar el miedo. "Es una operaci¨®n de terror", dijo por tel¨¦fono Jorge Mario Cabera, portavoz de Chirla, la organizaci¨®n de inmigrantes m¨¢s representativa de Los ?ngeles. "Es un acto psic¨®tico por parte de este presidente, que se cree que no va a tener consecuencias". La organizaci¨®n, como otras, ya est¨¢ movilizando abogados para asistir a los detenidos. ¡°No se trata de meter miedo¡±, dijo Morgan por su parte en ABC. ¡°Nadie est¨¢ ya metiendo miedo. Se trata de cumplir la ley y mantener la integridad del sistema¡±.

En marzo de 2018, el Gobierno de Trump tuvo un encontronazo con la alcaldesa de Oakland, California, Libby Schaaf, por advertir p¨²blicamente de una redada de ICE. Schaaf tuvo informaci¨®n de que la polic¨ªa iba a lanzar una operaci¨®n en su ciudad y avis¨® p¨²blicamente. El entonces fiscal general, Jeff Sessions, arquitecto de la cobertura jur¨ªdica de todas las pol¨ªticas antiinmigrantes de Trump, mont¨® en c¨®lera. Acus¨® a Schaaf de haber puesto en peligro la vida de los agentes y anunci¨® una investigaci¨®n por posible obstrucci¨®n a la justicia. Esta semana, ha sido el presidente en persona quien ha puesto en alerta a la comunidad inmigrante sobre la operaci¨®n de ICE.

La extra?a situaci¨®n creada permiti¨® a instituciones como la oficina del gobernador de California, Gavin Newsom, o al alcalde de Los ?ngeles, Eric Garcetti, emitir comunicados expresando su apoyo a los inmigrantes antes de la redada. "La propuesta de redadas del presidente es cruel, mal dirigida, y crea una ansiedad y un miedo innecesarios", dijo Newsom. "Quiero que los californianos sepan qeu tienen derechos y protecci¨®n legal, independientemente de su estatus migratorio".

"California es un lugar de refugio y eso incluye colegios, juzgados, hospitales y cl¨ªnicas", a?adio Newsom en una advertencia de que las detenciones no se hagan en lugares sensibles. Una de las mayores preocupaciones de las autoridades en las grandes ciudades es que con operaciones como estas miles de personas dejen de llevar a los ni?os al colegio o dejen de visitar al m¨¦dico. ICE ha respetado normalmente esos l¨ªmites.

La actividad de la polic¨ªa migratoria que act¨²a en el interior de Estados Unidos hab¨ªa desaparecido de los focos ante la m¨¢s espectacular actividad en la frontera. Con el anuncio, Trump revive los d¨ªas del principio de su mandato, en enero de 2017, cuando a trav¨¦s de una orden ejecutiva orden¨® a ICE que no hiciera distinci¨®n entre los indocumentados y deportara a todo el que encontrara. En el Gobierno de Barack Obama, el Departamento de Interior se concentraba en las personas con antecedentes criminales y b¨¢sicamente dejaba vivir a los dem¨¢s a no ser que tuvieran un encontronazo con la ley.

Al principio de su mandato, Trump prometi¨® triplicar el n¨²mero de agentes de ICE y expulsar del pa¨ªs a los 12 millones de indocumentados que se calcula que viven en EE UU. Lo primero no lo ha hecho. Lo segundo es imposible, seg¨²n los propios expertos de ICE. El departamento apenas tiene 20.000 agentes en todo el pa¨ªs. El n¨²mero de arrestos y expulsiones no ha aumentado significativamente con Trump respecto a Obama. S¨ª ha cambiado el tipo de personas a las que se arresta y, sobre todo, la furia con la que se le da publicidad.

La nueva pol¨ªtica de Trump, y la publicidad que le dio, dispar¨® el temor en las grandes ciudades de Estados Unidos donde se concentran comunidades de sin papeles de cientos de miles de personas. Todas las grandes ciudades aplican lo que se conoce en general como pol¨ªticas de santuario, es decir, que su polic¨ªa local no colabora en tareas de inmigraci¨®n ni le pregunta a nadie sobre su estatus migratorio. Existe el consenso entre los profesionales de la polic¨ªa de que es un peligro para la seguridad que poblaciones tan grandes tengan miedo de acercarse a la polic¨ªa a denunciar o testificar. En el caso de Los ?ngeles, con la mayor comunidad de indocumentados del pa¨ªs, esta pol¨ªtica tiene cuatro d¨¦cadas de antig¨¹edad.