Fuga de cerebros, la otra emigraci¨®n tunecina a Europa
Mientras los focos se centran en las pateras, otro tipo de flujo migratorio desangra al pa¨ªs norteafricano
La emigraci¨®n irregular concentra la atenci¨®n de las pol¨ªticas de los Gobiernos europeos hacia T¨²nez. Sin embargo, a la vez que la UE intenta cerrar a cal y canto sus fronteras a los harragas [migrantes sin papeles] que se lanzan al mar en pateras, abre otra puerta m¨¢s discreta para los tunecinos con un alto nivel educativo. Algunas asociaciones de la sociedad civil del pa¨ªs magreb¨ª ya han hecho sonar la se?al de alerta y hablan sin tapujos de una ¡°fuga de cerebros¡± que mina la capacidad de desarrollo de T¨²nez (11,5 millones de habitantes), cuya transici¨®n a la democracia a ra¨ªz de la primavera ¨¢rabe en 2011 no ha venido acompa?ada de un crecimiento econ¨®mico o de mejoras sociales.
La cifra de profesionales tunecinos que emigran al extranjero no es f¨¢cil de fijar, ya que no hay datos oficiales. Los perfiles m¨¢s buscados, seg¨²n varios colegios profesionales, son los ingenieros, inform¨¢ticos, m¨¦dicos e investigadores docentes. Seg¨²n un informe de la OCDE, desde la ca¨ªda del r¨¦gimen de Ben Al¨ª en 2011 y hasta 2017 partieron de T¨²nez por medios legales un total de 95.000 personas, y alrededor de un 80% de ellos escogieron como destino un pa¨ªs europeo. Y mientras en 2018 llegaron a las costas italianas 5.244 inmigrantes irregulares de nacionalidad tunecina, seg¨²n datos de la OIM (Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones), cerca de 10.000 profesionales cualificados emigraron de manera legal, indican los colegios tunecinos. En esta ¨²ltima categor¨ªa, los destinos m¨¢s habituales son Francia, Alemania y las monarqu¨ªas del golfo P¨¦rsico.
El problema de la salida de profesionales cualificados es compartido por otros pa¨ªses de la regi¨®n con unas mismas coordenadas socioecon¨®micas. El ministro de Educaci¨®n marroqu¨ª, Sa?d Amzazi, declar¨® en febrero ante el Parlamento que cada a?o abandonan el pa¨ªs unos 600 ingenieros. Pero seg¨²n datos de una encuesta no oficial, m¨¢s de un 15% de los j¨®venes mejor formados vive ya fuera de Marruecos. En Egipto, la cifra de graduados universitarios residentes en los pa¨ªses de la OCDE es de un 7,5%, a los que se deber¨ªa a?adir aquellos emigrados a pa¨ªses del golfo P¨¦rsico.
Fatma Gueddiche, una joven estudiante de ¨²ltimo a?o de Medicina en T¨²nez de 27 a?os, podr¨ªa integrar pronto la lista de los emigrantes cualificados: ¡°Me gustar¨ªa partir al extranjero por diversas razones: por la dificultad para escoger especialidad tras la ¨²ltima reforma educativa, las horrorosas condiciones de trabajo en el pa¨ªs, y por una cuesti¨®n salarial. No aspiro a vivir en el lujo, pero s¨ª de forma digna y sin tener que endeudarme¡±.
Una doctora reci¨¦n licenciada percibe en T¨²nez unos 1.200 dinares (350 euros) al mes, mientras que en Francia o Alemania la cifra oscila entre los 2.500 y los 3.000 euros, aparte de otros incentivos como ayudas para el alojamiento. ¡°La mayor¨ªa de mis compa?eros ha emigrado ya o est¨¢ planeando hacerlo por las mismas razones. Los m¨¦dicos tunecinos tienen una muy buena reputaci¨®n en todo el mundo, por su formaci¨®n, y por ser serios y constantes¡±, a?ade esta joven.
Si bien los ingenieros e inform¨¢ticos lideran la tabla de profesiones de cerebros fugados, la emigraci¨®n de los m¨¦dicos genera m¨¢s inquietud. ¡°Estamos muy preocupados. Nuestra tasa de 120 doctores por 100.000 habitantes ya es muy baja comparada con Europa [en Espa?a es el triple]. Si las partidas contin¨²an a este nivel, pronto no tendremos la capacidad de remplazar a quienes salen¡±, afirma Nazih Sgal, secretario general del Colegio de M¨¦dicos tunecino. El a?o pasado emigraron m¨¢s de 600 profesionales de la medicina. El porcentaje de reci¨¦n licenciados en Medicina que abandonan el pa¨ªs ha pasado del 9% en 2012 a m¨¢s del 40% en la actualidad, seg¨²n el colegio profesional.
M¨¢s all¨¢ de los bajos salarios, entre las razones que impulsan a los m¨¦dicos a emigrar figuran la precaria situaci¨®n de las cl¨ªnicas p¨²blicas, las malas condiciones laborales o el aumento de las agresiones. Tras la muerte de 12 reci¨¦n nacidos a causa de una infecci¨®n en un hospital de la capital el pasado marzo, un colectivo de m¨¦dicos lanz¨® una campa?a en las redes sociales para denunciar el deterioro de muchos hospitales p¨²blicos, con el hashtag #balancetonhopital (¡°muestra tu hospital¡±, en castellano). En los mensajes se hablaba de centros sucios, plagados de ratas, con material desfasado o averiado, etc. ¡°Es necesario que el Estado invierta m¨¢s en sanidad. Actualmente, los j¨®venes m¨¦dicos no ven ning¨²n futuro aqu¨ª¡±, comenta pesaroso Sgal.
Talentos a precio de saldo
La sociedad civil critica la pol¨ªtica migratoria de los pa¨ªses de la UE hacia T¨²nez, cuyos diplom¨¢ticos lo suelen definir como ¡°un pa¨ªs amigo¡±. ¡°Al mismo tiempo que cierra sus puertas a los migrantes, Europa lleva a cabo una pol¨ªtica de vaciado de cerebros en T¨²nez, ofreciendo incentivos a sus profesionales m¨¢s cualificados para que emigren¡±, sostiene Romdhane Ben Amor, portavoz del F¨®rum Tunecino para los Derechos Econ¨®micos y Sociales (FTDES).
Aunque no ahorra cr¨ªticas al Estado tunecino por la falta de inversiones sociales, es m¨¢s duro con los pa¨ªses europeos: ¡°La nuestra es una relaci¨®n desigual e injusta. Los pa¨ªses europeos se llevan a j¨®venes que se han licenciado en nuestras universidades sin pagar ni un c¨¦ntimo por su formaci¨®n¡±.
Por su parte, el Gobierno, que promueve con sus acuerdos que haya actualmente m¨¢s de 17.000 j¨®venes en Europa en intercambios educativos o profesionales, no se muestra preocupado ante la fuga de cerebros, pues espera que muchos de ellos retornen a su pa¨ªs de origen con una mayor cualificaci¨®n. No obstante, Sgal es esc¨¦ptico: ¡°No creo que la mayor¨ªa vuelva. Una vez hayan disfrutado de unas mejores condiciones laborales y de instalaciones con m¨¢s medios, se quedar¨¢n all¨ª. Y lo peor de todo es que est¨¢n marchando tambi¨¦n nuestros docentes universitarios, lo que perjudicar¨¢ la formaci¨®n de la pr¨®xima generaci¨®n¡±.
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