100 d¨ªas y pocos votos para cubrir de verde, feminismo y democracia a la UE del siglo XXI
El plan de Von der Leyen girar¨¢ en torno a la agenda ecologista, feminista y de refundaci¨®n democr¨¢tica que ha logrado tejer en poco m¨¢s de dos semanas con socialistas y liberales
Sola. Casi sin papeles m¨¢s all¨¢ del texto del discurso. Y sin la sombra visible de ning¨²n asesor alrededor. La imagen de Ursula von der Leyen ante un hemiciclo inicialmente muy hostil llam¨® la atenci¨®n de aliados y adversarios durante el pleno del Parlamento Europeo que este martes ha elegido a la hasta ahora ministra alemana de Defensa como futura presidenta de la Comisi¨®n Europea.
Pero el espejismo de la aparente vulnerabilidad de Von der Leyen se despej¨® tan pronto como tom¨® la palabra. Y el evidente arrojo de la pol¨ªtica conservadora (Partido Popular Europeo,?PPE) empez¨® a sumar apoyos m¨¢s all¨¢ de su grupo a medida que desgranaba su programa de trabajo. La votaci¨®n final, sin embargo, se qued¨® muy por debajo de lo esperado y solo logr¨® 383 votos a favor, nueve m¨¢s de los necesarios, y una devastadora suma de 327 en contra.
El resultado denota m¨¢s el disgusto con el Consejo Europeo, por haber ignorado a los candidatos designados por los partidos, que un rechazo a Von der Leyen. Pero augura dificultades para la futura presidenta y para la formaci¨®n de una nueva Comisi¨®n en la que cada nuevo miembro deber¨¢ someterse al escrutinio y votaci¨®n de un Parlamento airado.
El plan de Von der Leyen para ganarse la confianza girar¨¢ en torno a la agenda ecologista, feminista y de refundaci¨®n democr¨¢tica que ha logrado tejer en poco m¨¢s de dos semanas desde que el Consejo Europeo la propuso como candidata. Y con el que aspira a poner en marcha, en menos de 100 d¨ªas desde la toma de posesi¨®n (prevista para el 1 de noviembre), una avalancha de medidas que sienten las bases para la transformaci¨®n de la Uni¨®n Europea en clave del siglo XXI.
En los tres primeros meses de su mandato, Von der Leyen pretende lanzar, entre otras iniciativas, un Acuerdo Verde para blindar la reducci¨®n de emisiones de CO2 y movilizar un bill¨®n de euros en inversi¨®n sostenible; una norma para obligar a todos los pa¨ªses de la UE a introducir un salario m¨ªnimo; normas sobre transparencia salarial o legislaci¨®n sobre las implicaciones ¨¦ticas de la inteligencia artificial.
Von der Leyen, madre de siete hijos como record¨® durante la investidura, parece convencida de que si no se aceleran los cambios las pr¨®ximas generaciones de europeos ya no disfrutar¨¢n del modelo social, laboral y econ¨®mico levantado en el Viejo Continente durante las ¨²ltimas seis d¨¦cadas.
El club comunitario se ha quedado como palad¨ªn casi solitario del multilateralismo, el crecimiento sostenible y el intento de gestionar de manera razonable los flujos migratorios. Pero los embates de las ¨²ltimas crisis han erosionado la calidad de vida de amplias capas de poblaci¨®n, han hecho resurgir tentaciones nacionalistas y antidemocr¨¢ticas y han convertido la frontera sur del continente en una inmensa fosa com¨²n ("m¨¢s de 17.000 personas ahogadas en los ¨²ltimos cinco a?os en el Mediterr¨¢neo", lament¨® la candidata).
Ella misma se ha fijado solo 100 d¨ªas para intentar demostrar que su llegada al cargo no ha sido un error del Consejo ni una opci¨®n de mero descarte tras haber sido rechazados los dos candidatos presentados por los partidos, el tambi¨¦n conservador y alem¨¢n Manfred Weber y el socialista holand¨¦s Frans Timmermans.
La futura presidenta cuenta con bazas a favor como el respaldo casi un¨¢nime del Consejo Europeo el pasado 3 de julio (solo se abstuvo la canciller alemana, Angela Merkel, por exigencia de sus socios socialistas de coalici¨®n) o la mayor¨ªa?que ha obtenido en el Parlamento Europeo.
El clima de renovaci¨®n pol¨ªtica y de ampliaci¨®n del abanico parlamentario que se vive en muchas capitales europeas, incluida Bruselas, tambi¨¦n puede resultar favorable para una agenda de cambio. En el Parlamento Europeo, casi el 60% de los eurodiputados (435 de 751) se sientan por primera vez en el esca?o comunitario y la renovaci¨®n en casi todos los pa¨ªses grandes (incluidos Francia y Espa?a) ha sido del 59% para arriba y roza el 70% en grupos como los liberales (RE) o los Verdes.
La presencia de un hemiciclo transformado puede facilitar el aterrizaje de una presidenta sin ninguna experiencia en la vida comunitaria, m¨¢s all¨¢ de su peri¨®dica presencia en los consejos de ministros sectoriales en los que ha participado como titular, entre otras cosas, de Pol¨ªtica Social o Defensa.
Von der Leyen no ha ocultado durante su negociaci¨®n para la investidura con los grupos pol¨ªticos su desconocimiento de ciertas ¨¢reas de la pol¨ªtica comunitaria, desde el insospechado (para ella) inter¨¦s del Parlamento en obtener el derecho de iniciativa legislativa hasta la heterogeneidad de un hemiciclo mucho m¨¢s diverso e imprevisible que los Parlamentos nacionales.
Pero tambi¨¦n ha demostrado su capacidad para adaptarse y este martes sorprendi¨® a propios y extra?os con una intervenci¨®n bien armada y suficientemente ambiciosa para disipar resistencias en una buena parte del arco parlamentario, en particular, entre socialistas y liberales, que han acabado d¨¢ndole su apoyo.
Von der Leyen, sin embargo, tambi¨¦n llega con ciertas hipotecas. Su car¨¢cter pragm¨¢tico y centrado en la gesti¨®n del d¨ªa a d¨ªa, que tan bien encaja con el modelo de Merkel en Alemania, casa mal con el car¨¢cter visionario o, al menos, inspirador que se supone a la persona encargada de proyectar Europa hacia la segunda mitad del siglo XXI.
La candidata, en parte por la falta de tiempo para preparar su programa, se ha limitado a recoger en muchas de las propuestas planteadas por socialistas y liberales, a sabiendas de que as¨ª se garantizaba la mayor¨ªa necesaria para asumir el cargo.
El plan incluye, adem¨¢s de las propuestas medioambientales y sociales para atraer a la izquierda, la convocatoria de una conferencia sobre el futuro de Europa, que comenzar¨¢ a principios de 2020, para satisfacer a los liberales agrupados bajo el europe¨ªsmo del presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron.
Esta conferencia dar¨¢ voz a los ciudadanos europeos durante dos a?os e intentar¨¢ llegar a una profundizaci¨®n democr¨¢tica de la Uni¨®n que incluya la recuperaci¨®n y adaptaci¨®n del llamado modelo de Spitzenkandidat, que dar¨ªa prioridad a los candidatos designados por los partidos para presidir la Comisi¨®n.
Mucho m¨¢s personal resulta el giro feminista que anuncia Von der Leyen a la gesti¨®n comunitaria. Por lo pronto, espera contar con 14 mujeres en un equipo de 28 comisarios. Y propondr¨¢ incluir la violencia contra las mujeres en la lista de delitos penales a nivel europeo porque, seg¨²n detall¨®, "una de cada cuatro mujeres europeas ha sufrido ya violencia f¨ªsica o sexual en la Uni¨®n".
La ambiciosa agenda econ¨®mica, social y de g¨¦nero ha levantado suspicacias entre parte de sus correligionarios del PPE, un resquemor que Von der Leyen ya provoc¨® en su partido nacional (la CDU) con propuestas como la introducci¨®n de cuota de mujeres en los consejos de administraci¨®n. Al alcance de sus propuestas se atribuye parte del voto negativo que ha cosechado, atribuido al ala oriental del PPE y a la familia b¨¢vara (CSU) de los conservadores alemanes.
La enorme dimensi¨®n del arco pol¨ªtico que ha apoyado su presidencia, desde los h¨²ngaros de Orb¨¢n y los polacos de Kaczynski hasta los socialistas de Pedro S¨¢nchez (que en 2014 votaron en contra de Jean-Claude Juncker) o los liberales de Macron tambi¨¦n la exponen a un juego de equilibrios dif¨ªcil de manejar.
La alemana, de momento, ha demostrado mano izquierda y capacidad de plantear una candidatura sin apenas equipo de apoyo. Y aun antes de ser nombrada, ha dejado claro que prescindir¨¢ del actual secretario general de la Comisi¨®n, el alem¨¢n Martin Selmayr.
El omnipotente funcionario ha regido los designios de la Comisi¨®n Juncker, primero como su jefe de gabinete y despu¨¦s como m¨¢xima autoridad administrativa del organismo. Von der Leyen sacrifica un importante activo en aras del equilibrio geogr¨¢fico. Pero tambi¨¦n deja claro que la primera mujer que llega a la presidencia de la Comisi¨®n Europea en 60 a?os de historia lo hace dispuesta a dejar su impronta personal y abrir una era m¨¢s verde y feminista cuya historia est¨¢ por escribir.
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