La candidata a la Comisi¨®n lanza la ofensiva final para atraer a liberales y socialistas
Ursula von der Leyen necesita el apoyo por mayor¨ªa absoluta del Parlamento Europeo
La conservadora alemana Ursula von der Leyen inicia este lunes la ofensiva final para intentar convertirse en la primera mujer que logra la presidencia de la Comisi¨®n Europea. La candidata elegida por los presidentes de Gobierno de la UE necesita la aprobaci¨®n por mayor¨ªa absoluta del Parlamento Europeo (al menos, 374 votos), una votaci¨®n prevista para este martes a las seis de la tarde y para la que solo cuenta, de momento, con el apoyo de su propia formaci¨®n, el Partido Popular Europeo (182 esca?os). En una carrera contra el reloj, Von der Leyen, de 60 a?os, concretar¨¢ antes del decisivo voto las grandes l¨ªneas de su mandato y debe responder a las exigencias planteadas por escrito por liberales y socialistas para ofrecerle su respaldo.
Las ofertas esperadas, seg¨²n fuentes comunitarias, apuntan a un programa de renovaci¨®n democr¨¢tica de la UE, que pasar¨ªa por vincular m¨¢s estrechamente la presidencia de la Comisi¨®n al resultado de las elecciones europeas, y a una mayor integraci¨®n econ¨®mica que podr¨ªa desembocar en una especie de seguro europeo de desempleo.
La primera oferta, que cristalizar¨ªa en la convocatoria de una Conferencia sobre el Futuro de Europa, podr¨ªa colmar las demandas de los liberales de Renovar Europa (108 esca?os), cuyo nivel de exigencia es mucho m¨¢s limitado dado que el acuerdo de reparto de cargos llega impulsado por su principal l¨ªder nacional, el presidente franc¨¦s Emmanuel Macron, y les ha permitido hacerse con la presidencia del Consejo Europeo (para el belga Charles Michel).
El cap¨ªtulo econ¨®mico puede satisfacer en parte al grupo socialista (S&D), pero no bastar¨¢ para atraer sus 153 votos. La presidenta del grupo, la eurodiputada espa?ola Iratxe Garc¨ªa, remiti¨® la semana pasada un largo listado de demandas, desde un plan de inversi¨®n para movilizar un bill¨®n de euros hasta 2024 a una directiva para fijar los derechos laborales de los trabajadores de las plataformas digitales u otra para hacer vinculante el objetivo de reducir a cero las emisiones de CO2 en 2050.
El PPE tambi¨¦n espera jugar la carta del cataclismo institucional, un desenlace que, seg¨²n los conservadores, se producir¨ªa si fracasa la investidura de Von der Leyen y la UE llega al oto?o sin nueva presidencia de la Comisi¨®n. El fiasco coincidir¨ªa con un momento tan delicado como el plazo para consumar la salida del Reino Unido con o sin acuerdo con Londres (prevista el 31 de octubre) o la necesidad de aplazar por tercera vez el Brexit. El retraso en la renovaci¨®n de la c¨²pula tambi¨¦n podr¨ªa afectar a la negociaci¨®n del pr¨®ximo marco presupuestario de la UE (2021-2027), cuyas grandes l¨ªneas se quieren pactar este a?o y rematar el que viene.
Un fracaso de Von der Leyen tambi¨¦n pondr¨ªa en cuesti¨®n el resto del reparto de cargos pactado en la cumbre europea del 3 de julio. Sin duda, pondr¨ªa en peligro el cargo de alto representante de Pol¨ªtica Exterior de la UE, asignado al socialista espa?ol Josep Borrell. Y podr¨ªa arrastrar tambi¨¦n el nombramiento, a¨²n no confirmado, de Christine Lagarde como presidenta del Banco Central Europeo.
Pero por mucho que los populares asusten al resto de grupos o por mucho que la candidata se aproxime a las peticiones socialistas, buena parte del grupo tiene decidido votar en contra, con la delegaci¨®n alemana (SPD) espoleando el rechazo. Von der Leyen necesitar¨ªa el apoyo de algo m¨¢s de la mitad del grupo para sumar una mayor¨ªa basada solamente en grupos europe¨ªstas. Un objetivo que a escasas horas del voto parece dif¨ªcil y que podr¨ªa abocar a la candidata a necesitar el apoyo de grupos euroesc¨¦pticos o a aplazar la votaci¨®n para reclutar m¨¢s votos, como le recomiendan incluso alguno de sus correligionarios.
Pero la candidata, al menos de momento, parece decidida a completar el proceso de investidura esta misma semana y jug¨¢rsela en una intervenci¨®n ante el pleno en Estrasburgo que arrancar¨¢ a las nueve de la ma?ana del martes. El voto tras el discurso, si llega a producirse, es definitivo. Si logra la mayor¨ªa absoluta, Von der Leyen sustituir¨¢ a Jean-Claude Juncker al frente de la Comisi¨®n. Si fracasa, el Consejo Europeo dispondr¨¢ de un mes para proponer otra candidatura.
La preparaci¨®n del discurso del martes es una carrera contra el reloj que se inici¨® el 3 de julio, cuando el Consejo Europeo eligi¨® a la todav¨ªa ministra alemana de Defensa como candidata a presidir la Comisi¨®n. Von der Leyen, que lleva 18 a?os en pol¨ªtica tras una carrera profesional como doctora, ha dispuesto de apenas dos semanas para formar un peque?o equipo, tejer una estrategia de investidura y familiarizarse con el enrevesado hemiciclo de un Parlamento Europeo m¨¢s fragmentado que nunca y con m¨¢s euroesc¨¦pticos que en ninguna otra legislatura.
La aspirante se reuni¨® la semana pasada con los principales grupos parlamentarios (populares, socialistas, liberales, verdes e izquierdistas) durante una secuencia maratoniana de nueve horas de audiencias, cinco de ellas retransmitidas. No hubo, ni habr¨¢ antes del martes, reuniones con los ultraderechistas de Salvini y Le Pen (ID), aunque s¨ª la hubo con los conservadores euroesc¨¦pticos de ECR.
Pero el esfuerzo apenas movi¨® posiciones. Y a poco m¨¢s de 24 horas del voto de investidura, Ursula von der Leyen solo cuenta con el respaldo garantizado del PPE. Aunque conf¨ªa en sumar a lo largo del lunes y en las primeras horas del martes a los eurodiputados liberales del grupo Renovar Europea (RE) y a una parte de los socialdem¨®cratas de S&D.
Pero el margen de maniobra es tan estrecho y el recelo del Parlamento tan amplio que Von der Leyen podr¨ªa necesitar el apoyo de parte de ECR (donde militan los eurodiputados polacos de Kaczynski y los espa?oles de Vox) e, incluso, de ID.
El car¨¢cter secreto de la votaci¨®n permitir¨ªa a la candidata designada el pasado 3 de julio por el Consejo Europeo no darse por enterada de los apoyos m¨¢s inc¨®modos, si llegan a producirse. Pero su investidura quedar¨ªa inevitablemente tiznada de euroescepticismo y su mandato arrancar¨ªa con un peligroso d¨¦ficit de credibilidad.
Von der Leyen intentar¨¢ en las pr¨®ximas horas reducir al m¨¢ximo el riesgo de salpicaduras ultraderechistas y xen¨®fobas. Este lunes, tiene previsto reunirse con su propio grupo, el PPE, para cerrar filas y concretar el margen de concesiones que se pueden hacer a liberales y socialistas para intentar conformar una mayor¨ªa europe¨ªsta y centrista. El cuarto grupo al que se quer¨ªa alistar, Los Verdes, se da por perdido tras una campa?a de seducci¨®n por parte de la candidata y de los populares que ha fracasado estrepitosamente.
En la tarde del lunes, los socialistas tambi¨¦n celebrar¨¢n su propia reuni¨®n. La presidenta, Iratxe Garc¨ªa, intentar¨¢ consensuar una posici¨®n com¨²n sobre el nombramiento de Von der Leyen. Todas las fuentes consultadas dan por descontado que los socialistas votar¨¢n divididos, con la delegaci¨®n alemana encabezando a los partidarios de rechazar a la candidata. El efecto arrastre de los alemanes ser¨¢ clave para la votaci¨®n y la aprobaci¨®n de Von der Leyen depende, en gran medida, de la posici¨®n de un grupo que acarici¨® la presidencia con la candidatura del holand¨¦s Frans Timmermans y debe ahora resignarse a una presidencia del PPE por cuarta vez consecutiva desde 1999.
Un triunvirato desequilibrado
La conservadora Ursula von der Leyen, candidata que representa al partido que gan¨® las elecciones europeas (el PPE), ha ofrecido al socialista Frans Timmermans la vicepresidencia primera de la Comisi¨®n Europea como compensaci¨®n a un grupo que qued¨® en segundo lugar en los comicios de mayo. La oferta se completaba con una vicepresidencia para Margrethe Vestager, del grupo liberal Renovar Europa, el tercero de la C¨¢mara. Pero los liberales no se conforman con ese escal¨®n, que coloca a su comisario en un tercer puesto por debajo de Von der Leyen y de Timmermans. El presidente de RE, Dacian Ciolos, exigi¨® la semana pasada por escrito a la candidata a presidente de la Comisi¨®n que garantice que ¡°no hay ninguna diferenciaci¨®n entre el estatus de Timmermans y el de Vestager¡±. El objetivo es formar una suerte de triunvirato entre los tres partidos que pueden conformar una mayor¨ªa parlamentaria en el que solo la presidenta sobresalga por encima de los vicepresidentes. Von der Leyen debe presentar antes del martes una f¨®rmula que satisfaga a los liberales sin caer en el absurdo de crear dos vicepresidencias primeras. Ser¨¢ solo la primera cuadratura del c¨ªrculo a la que se enfrentar¨¢ la alemana si finalmente resulta elegida presidenta de la Comisi¨®n Europea.
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