Un G7 fracturado busca en Biarritz su raz¨®n de ser en el nuevo escenario global
Trump, que ya torpede¨® el acuerdo hace un a?o en Canad¨¢, vuelve a ser el principal factor de incertidumbre
Amenazado con la irrelevancia y fracturado como raramente lo ha estado, el G7 se re¨²ne este fin de semana en Biarritz (Francia) en busca de una raz¨®n de ser. El menguante peso econ¨®mico de sus miembros y la ausencia de actores geopol¨ªticos decisivos limitan su influencia en los asuntos globales. Emmanuel Macron, anfitri¨®n de la cumbre de las viejas potencias industriales, lo sabe. Y ha asumido que los desacuerdos har¨¢n imposible esta vez aprobar el tradicional comunicado final. Donald Trump, que ya torpede¨® el acuerdo hace un a?o en Canad¨¢, vuelve a ser el principal factor de incertidumbre.
Nadie sabe por d¨®nde saldr¨¢ el presidente de Estados Unidos, qu¨¦ mensaje lanzar¨¢ en la red social Twitter ni a qui¨¦n insultar¨¢. En Canad¨¢ decidi¨® a ¨²ltima hora retirar su firma del comunicado ¡ªla declaraci¨®n que resume el mensaje conjunto de los l¨ªderes¡ª porque no le gustaron las palabras en la rueda de prensa final del primer ministro canadiense, Justin Trudeau. El desaire va m¨¢s all¨¢ de la an¨¦cdota. Revela los desacuerdos de fondo entre los pa¨ªses del G7 (Estados Unidos, Alemania, Jap¨®n, Francia, Reino Unido, Canad¨¢ e Italia) del momento.
No es solo Trump. El nuevo primer ministro brit¨¢nico, Boris Johnson, debuta en el c¨®nclave mientras afronta la fase final del Brexit y quiz¨¢ est¨¦ tentado de buscar la complicidad de Trump. Italia acaba de romper su coalici¨®n nacionalpopulista. Alemania puede entrar en recesi¨®n mientras la canciller Angela Merkel est¨¢ en retirada. El canadiense Trudeau ha perdido lustre. Y Macron, tras pasar meses lidiando con la revuelta de los chalecos amarillos, aspira a consolidarse como el l¨ªder de la Uni¨®n Europea y del cuestionado orden liberal, del que el G7 fue una de sus m¨²ltiples encarnaciones.
Con un trasfondo de espiral proteccionista, crisis geopol¨ªticas y urgencia por la amenaza medioambiental, Biarritz es la cumbre de la dispersi¨®n. ¡°La situaci¨®n es dif¨ªcil, porque en temas como el comercio, Ir¨¢n o el clima, por primera vez desde hace mucho tiempo, no hay unanimidad entre los siete¡±, dijo Macron esta semana durante un encuentro con periodistas en Par¨ªs. ¡°Es por esto, tambi¨¦n, por lo que he deseado evitar declaraciones in¨²tiles¡±, a?adi¨® en referencia al comunicado.
A los desacuerdos entre los miembros, se a?ade otra constataci¨®n: el G7 ha dejado de ser representativo. En 1975, a?o de su fundaci¨®n, los pa¨ªses del club representaban cerca del 70% del producto interior bruto mundial. Los que se reunir¨¢n entre hoy y el lunes en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, bajo el lema ¡°Contra las desigualdades¡±, representan menos del 50%.
¡°El G7 sufre hoy de los mismos problemas de representatividad, legitimidad y eficacia que el Consejo de Seguridad de la ONU¡±, dice Dominique Mo?si, consejero especial del laboratorio de ideas Institut Montaigne, con sede en Par¨ªs, y autor de libros como La geopol¨ªtica de las emociones. En el Consejo de Seguridad, instituci¨®n fundamental en el orden mundial de la posguerra, no se sientan Alemania, India y Brasil ni otros pa¨ªses emergentes.
¡°En el fondo, ?qu¨¦ es el G7 hoy? Son cuatro contra dos, y uno que se ha autoexcluido¡±, describe Mo?si. Y cita a Francia, Alemania, Jap¨®n y Canad¨¢ como democracias liberales y, enfrente, a Estados Unidos e Italia, aunque est¨¢ por ver qui¨¦n sustituir¨¢ al Gobierno de la Liga y el Movimiento 5 Estrellas. El s¨¦ptimo, Reino Unido, est¨¢ atrapado en el laberinto del Brexit, uno de los temas que puede colarse en la cumbre y que divide a los socios.
¡°La otra cuesti¨®n es la representatividad. ?De verdad se puede hablar de econom¨ªa mundial sin China? ?Se puede hablar de geopol¨ªtica mundial sin China y sin Rusia? Todo el mundo dice que hay que reformar el G7 pero, en los tiempos de Donald Trump, ?es reformable?¡±, se pregunta el ensayista y polit¨®logo.
Y a?ade: ¡°?Puede el G7 ser el cen¨¢culo que convenza a Estados Unidos para que no se lance a una guerra comercial a ultranza con China, que tendr¨ªa por consecuencia una recesi¨®n mundial? Si el G7 no es capaz de influir sobre Estados Unidos, que est¨¢ dentro, ni para influir sobre China, que est¨¢ fuera, ?para qu¨¦ sirve? El mundo se ha vuelto bipolar en muchos aspectos, y si el G7 est¨¢ fuera de esta bipolaridad, es complicado¡±.
Trump ha pedido varias veces que el club readmita a Rusia, expulsada tras la anexi¨®n ilegal de Crimea. Con la crisis financiera, el G20, que incluye a China, India y los emergentes, ha asumido un mayor papel en la gesti¨®n del desorden global.
Los l¨ªmites del G7 no escapan a Macron, y por eso ha decidido abrirlo a otros pa¨ªses. Los l¨ªderes de Sud¨¢frica, Burkina Faso, Egipto, Ruanda, Senegal, India, Chile y Australia asistir¨¢n a algunas sesiones en Biarritz. Tambi¨¦n est¨¢ invitado el presidente espa?ol, Pedro S¨¢nchez.
Desacuerdos inevitables
El presidente franc¨¦s ha optado por constatar que los desacuerdos son inevitables y no esquivar ning¨²n contencioso. Es significativo que, en v¨ªsperas de la cumbre, haya introducido en la agenda los incendios en la Amazonia y su enfrentamiento con el presidente brasile?o, Jair Bolsonaro, aliado de Trump. Los desacuerdos asumidos tambi¨¦n explican la decisi¨®n de publicar varias declaraciones sobre distintos temas que suscribir¨¢ quien lo desee, en vez del can¨®nico comunicado final.
¡°Nadie lee los comunicados¡±, sostiene Macron que, como consejero del presidente Fran?ois Hollande, fue su negociador en cumbres similares, sherpa, en la jerga diplom¨¢tica. ¡°Lo digo porque yo mismo, en una vida anterior, sacrifiqu¨¦ muchas noches negociando comunicados, y pienso que es una perversidad de este sistema, porque lo burocratiza¡±.
Los comunicados, negociados palabra por palabra y coma por coma por los sherpas, ¡°reflejan las posiciones profundas de las burocracias¡±, seg¨²n el presidente franc¨¦s, pero ¡°el papel de los dirigentes es asumir riesgos respecto a sus posiciones hist¨®ricas¡±. El inter¨¦s del G7, m¨¢s que llegar a un texto final, es ¡°pasar varias horas pensando juntos y hablando con franqueza¡±.
¡°No hay que esperarlo todo de estas reuniones internacionales, ni despreciarlas m¨¢s all¨¢ de lo razonable¡±, argument¨® Macron. ¡°Si en estos foros podemos debatir, a veces incluso a puerta cerrada, para acercar los esp¨ªritus y frotarnos nuestros cerebros, como dec¨ªa Montaigne, es ¨²til. No tiene precio¡±.
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