La l¨ªder de Hong Kong insiste en abrir el di¨¢logo y descarta hacer m¨¢s cesiones
La prioridad, ha subrayado Carrie Lam en una rueda de prensa, es poner fin a la violencia tras tres meses de protestas
La decisi¨®n del gobierno de Hong Kong -despu¨¦s de tres meses de protestas cada vez m¨¢s violentas- de retirar definitivamente el proyecto de ley de extradici¨®n que las desencaden¨® busca rebajar la tensi¨®n, detener la violencia y abrir una oportunidad para el di¨¢logo, ha subrayado este jueves la jefa del ejecutivo aut¨®nomo, Carrie Lam. En una rueda de prensa en la sede de su oficina, la ministra principal ha subrayado que la iniciativa ha sido solo suya, aunque asegura que Pek¨ªn le ha expresado su apoyo.
El odiado proyecto de ley hubiera permitido a Hong Kong entregar por primera vez sospechosos a pa¨ªses con los que no tiene acuerdo de extradici¨®n, incluido China, lo que hab¨ªa desatado los temores sobre posibles abusos de la medida. Su tramitaci¨®n en el legislativo, a propuesta del gobierno aut¨®nomo hongkon¨¦s, provoc¨® en junio las primeras manifestaciones de la ola actual de protestas. Aunque el 15 de ese mes, Lam anunci¨® la suspensi¨®n de la medida, los manifestantes consideraron el gesto insuficiente y exig¨ªan una declaraci¨®n oficial de retirada, al apuntar que los legisladores podr¨ªan retomarla en cualquier momento.
Desde entonces, las protestas han evolucionado, se han expandido y se han hecho m¨¢s violentas para convertirse en la peor crisis pol¨ªtica de la antigua crisis brit¨¢nica desde su regreso a la soberan¨ªa china, en 1997, y el principal dolor de cabeza para Pek¨ªn en 30 a?os. El foco hace ya tiempo que ha dejado de ser el proyecto de ley para ponerse sobre el comportamiento de la polic¨ªa, a la que los manifestantes acusan de un uso excesivo y cada vez mayor de la violencia contra ellos. La principal de sus cinco exigencias es la apertura de una investigaci¨®n independiente sobre el comportamiento de los agentes.
Casi 1.200 personas han quedado detenidas en las protestas. La polic¨ªa ha comenzado a usar ca?ones de agua contra los manifestantes, adem¨¢s de gases lacrim¨®genos, balas de goma, y palizas en los arrestos. En su af¨¢n por detener a un gran n¨²mero de sospechosos ha irrumpido y lanzado gases lacrim¨®genos en centros comerciales, estaciones de metro y edificios de apartamentos. Los manifestantes han respondido con destrozos en estaciones de metro, intentos de colapsar el aeropuerto, incendios de barricadas y c¨®cteles molotov. La desconfianza entre ambas partes se encuentra en niveles m¨¢ximos; la popularidad del gobierno, en m¨ªnimos hist¨®ricos.
¡°Espero que las medidas que he propuesto puedan servir de base para el di¨¢logo. Pero necesitan la cooperaci¨®n de los ciudadanos¡±, ha afirmado Lam en su rueda de prensa este jueves.
Adem¨¢s de la retirada definitiva del proyecto de ley, el mi¨¦rcoles, la jefa del Ejecutivo hab¨ªa anunciado rondas de reuniones con ciudadanos de todo tipo para escuchar sus quejas, el desarrollo de estudios sobre las causas del malestar social en Hong Kong y la ampliaci¨®n del Consejo Independiente de Quejas sobre la Polic¨ªa (IIPC, por sus siglas en ingl¨¦s). Este organismo interno, apoyado por un panel internacional, ser¨¢ el responsable de investigar las denuncias sobre el comportamiento de los agentes, ha asegurado, rechazando el llamamiento de los manifestantes a una pesquisa independiente. Tambi¨¦n ha rechazado una amnist¨ªa para los detenidos, al asegurar que ¡°el Gobierno no puede hacer nada que vaya contra el Estado de derecho¡±.
La recepci¨®n del anuncio por parte de los manifestantes ha sido, hasta el momento, muy fr¨ªa si no directamente de rechazo a lo que, admiten, hace tres meses hubieran considerado una gran victoria. El temor entre estos grupos es que se trate de solo una maniobra del Gobierno para ganar tiempo -China celebra el 1 de octubre el 70 aniversario de la fundaci¨®n de la Rep¨²blica Popular, y no quiere que nada empa?e los festejos- y dividir un movimiento que hasta ahora ha permanecido notablemente unido. ¡°Queremos las cinco demandas, ni una menos¡±, han reiterado una y otra vez. Las protestas convocadas siguen adelante, con la inc¨®gnita de si continuar¨¢ la escalada de violencia. La pasada noche, en una rueda de prensa, dos portavoces de los manifestantes subrayaban que si la polic¨ªa no suavizaba su respuesta, los j¨®venes movilizados tampoco lo har¨ªan.
Lam insisti¨® en que su gesto no llega tres meses demasiado tarde, como se le critica. Seg¨²n precis¨® en su rueda de prensa, tom¨® la decisi¨®n despu¨¦s de reunirse con ¡°gente de diferentes c¨ªrculos¡± -el d¨ªa 24, con legisladores y notables de la ciudad; el 26, con estudiantes-, que le recomendaron la retirada de la ley y el establecimiento de una investigaci¨®n judicial sobre la Polic¨ªa. ¡°No es un cambio de posici¨®n¡±, insisti¨®, al recordar que ya hab¨ªa suspendido la tramitaci¨®n en junio. Pek¨ªn, agreg¨®, ¡°siempre ha respetado y entendido lo que el Gobierno de Hong Kong ha querido hacer, y nos ha apoyado en todo momento¡±.
La prioridad ahora, sostuvo, est¨¢ en ¡°detener la violencia¡±. ¡°Para salir del punto muerto, lo m¨¢s importante ahora mismo es detener la violencia y hacer cumplir la ley estrictamente¡±, subray¨® la jefa del Gobierno: ¡°si sigue habiendo violencia cada d¨ªa, afectar¨¢ al funcionamiento de la ciudad y a las vidas cotidianas de la gente¡±.
Las protestas ya han dejado un importante impacto en la econom¨ªa de la ciudad. Un informe sobre la actividad empresarial privada hecho p¨²blico el mi¨¦rcoles arrojaba el deterioro m¨¢s dr¨¢stico en la salud del sector en una d¨¦cada. Las llegadas de turistas se han reducido en un 30% desde junio y algunos economistas predicen una contracci¨®n en las ventas al por menor de un 10% este a?o.
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