La inmigraci¨®n irregular a EE UU cae un 56% desde la amenaza arancelaria de Trump a M¨¦xico
Las cifras presentadas por el canciller, Marcelo Ebrard, confirman el endurecimiento de la pol¨ªtica migratoria de M¨¦xico en los ¨²ltimos cuatro meses
M¨¦xico ha confirmado su trasformaci¨®n en el muro de Donald Trump. Las detenciones en la frontera sur de?Estados Unidos se han desplomado un 56% en los ¨²ltimos cuatro meses, al pasar de 144.266 aprehensiones en mayo a 63.989 en agosto, seg¨²n cifras de la Oficina estadounidense de Aduanas y Protecci¨®n Fronteriza (CBP). Los n¨²meros han sido presentados este viernes por el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, y dan cuenta del endurecimiento de la pol¨ªtica migratoria del pa¨ªs tras la amenaza de Trump en mayo pasado de imponer aranceles si la Administraci¨®n de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador no demostraba esfuerzos tangibles por frenar las oleadas migratorias desde Centroam¨¦rica. Los datos son tambi¨¦n la carta principal del Gobierno mexicano para encarar una nueva reuni¨®n en Washington el pr¨®ximo lunes sobre la gesti¨®n binacional del fen¨®meno migratorio y evitar una vez m¨¢s posibles presiones comerciales desde la Casa Blanca.
"Se redujo un flujo migratorio muy grande y complejo, que pon¨ªa en tensi¨®n nuestras normas legales y nuestra propia pol¨ªtica migratoria", ha se?alado Ebrard, que se ha referido al resultado como un logro. Las cifras de detenciones de 2019 son tambi¨¦n un term¨®metro de la relaci¨®n entre ambos pa¨ªses. En enero, cuando M¨¦xico ten¨ªa un mayor margen en la formulaci¨®n de su pol¨ªtica migratoria y dio visas humanitarias a 13.270 inmigrantes desde Centroam¨¦rica, hubo 58.311 detenciones en EE UU. Para mayo, cuando Trump amag¨® con imponer un arancel del 5% a las exportaciones mexicanas y llev¨® la relaci¨®n binacional al mayor punto de tensi¨®n de los ¨²ltimos 30 a?os, las aprehensiones hab¨ªan aumentado casi un 150% en tres meses.
La delegaci¨®n liderada por Ebrard logr¨® un pacto in extremis en junio pasado para posponer la imposici¨®n de las tarifas y las condiciones del pacto establec¨ªan que Washington podr¨ªa reconsiderar su posici¨®n si no estaba conforme con los resultados de M¨¦xico. La Canciller¨ªa mexicana sali¨® airosa de la primera revisi¨®n de julio pasado y tiene que lidiar con Trump hasta las elecciones presidenciales de noviembre de 2020.
La estrategia de M¨¦xico ha sido afianzarse como una bisagra entre Estados Unidos y Centroam¨¦rica. Ofrece, por un lado, compartir la carga migratoria con Washington y dar garant¨ªas para apaciguar a Trump. Ha desplegado a m¨¢s de 24.000 elementos de la reci¨¦n creada Guardia Nacional en el sur del territorio y triplic¨® las deportaciones de centroamericanos en los primeros meses de la Administraci¨®n de L¨®pez Obrador.
Por el otro, quiere ser un interlocutor de los Gobiernos centroamericanos e impulsar el desarrollo y las inversiones en la regi¨®n para combatir las causas estructurales de la migraci¨®n. M¨¦xico ha destinado este a?o 60 millones de d¨®lares a Honduras y El Salvador en programas para crear empleos y apoyar al campo en esos pa¨ªses. El Gobierno mexicano pide a cambio que Estados Unidos aporte recursos para materializar el Plan Integral de Desarrollo, una especie de Plan Marshall para Centroam¨¦rica, auspiciado por el Gobierno de L¨®pez Obrador. Es una apuesta a largo plazo, ante un ¨¦xodo sin precedentes y que se estima, seg¨²n c¨¢lculos del propio Gobierno mexicano, alcance m¨¢s de 800.000 personas en tr¨¢nsito al final del a?o.
En las ¨²ltimas semanas, la frontera sur ha visto disturbios, detenciones en grupo y enfrentamientos en las estaciones migratorias. Ebrard ha descartado que se violen los derechos de las personas y ha argumentado que las nuevas medidas han hecho m¨¢s seguro el paso por M¨¦xico, donde se calcula que alrededor que uno de cada tres inmigrantes son v¨ªctimas de violencia.?Ante un sistema colapsado, desde las solicitudes de asilo hasta las garitas migratorias, la principal inc¨®gnita es cu¨¢nto puede seguir cediendo M¨¦xico ante las demandas de Estados Unidos y si podr¨¢ consolidar, m¨¢s all¨¢ del discurso, una pol¨ªtica ambivalente que lo ha convertido en un dique cuando se mira desde el norte y en un impulsor del desarrollo, desde el sur.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.