Evo Morales agita el fantasma de la crisis argentina y busca evitar una segunda vuelta electoral
La campa?a de las presidenciales, que se celebran el 20 de octubre, entra en la recta final con una oposici¨®n fragmentada
La campa?a presidencial entra en su recta final en Bolivia. Cuando falta poco menos de un mes para las elecciones del 20 de octubre, el presidente, Evo Morales, se centra en evitar una segunda vuelta electoral que podr¨ªa beneficiar a la oposici¨®n, que afronta la cita fragmentada. Mientras el mandatario exhibe estabilidad econ¨®mica y agita el fantasma de la crisis argentina, los partidos han intensificado su actividad y ya est¨¢n autorizados a difundir propaganda por la radio y la televisi¨®n.
La disminuci¨®n al m¨ªnimo de la publicidad electoral en los grandes medios es una de las muchas restricciones introducidas en el sistema electoral durante el mandato de Morales, seg¨²n sus adversarios para favorecer las sucesivas reelecciones del presidente. Gracias a estos anuncios ¨Co spots¨C, la campa?a ha comenzado a sentirse entre promesas de un "futuro mejor" y ha dejado atr¨¢s el debate recriminador que predomin¨® durante la reci¨¦n pasada crisis de los incendios forestales en la Amazonia.
"Futuro seguro" es, justamente, el lema del Movimiento al Socialismo (MAS), la formaci¨®n del mandatario, que encabeza las encuestas de intenci¨®n de voto, aunque con diferentes resultados en todas ellas. Los datos, sin embargo, no permiten pronosticar con certeza si lograr¨¢ o no triunfar en la primera vuelta. Cuando un ganador no logra la mayor¨ªa absoluta, como en esta ocasi¨®n parece que le ocurrir¨¢ al MAS, la legislaci¨®n boliviana exige que obtenga m¨¢s del 40% de los votos y una diferencia de m¨¢s de 10 puntos porcentuales sobre su inmediato seguidor; de lo contrario, debe haber una nueva elecci¨®n que defina entre los dos primeros. Algunas encuestas le conceden al presidente Morales esas cifras, mientras otras se las niegan; al mismo tiempo, todas las firmas se?alan que su intenci¨®n de voto registra una tendencia ascendente y, las m¨¢s recientes, que los incendios ¨Cde los que fue responsabilizado por la oposici¨®n¨C no han cambiado significativamente esta tendencia.
Morales ofrece continuar con la ¡°estabilidad y el crecimiento¡± y trata de asustar a los electores con el espectro de la mala situaci¨®n econ¨®mica de la vecina Argentina, que el gobernante boliviano atribuye al cambio, por parte del presidente Mauricio Macri, del modelo econ¨®mico previamente aplicado por Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner.
Forzar una segunda vuelta electoral es, en cambio, la gran apuesta del que va segundo, el expresidente Carlos Mesa, quien, seg¨²n las encuestas, tendr¨ªa mejores posibilidades contra Morales en una carrera con solo dos contendientes. La raz¨®n es sencilla: actualmente, un tercer candidato, el senador ?scar Ortiz, tiene alrededor del 10% de la intenci¨®n electoral; y los otros seis peque?os partidos que tercian en estas elecciones, otro 10% sumados entre todos. Estos candidatos impiden que Mesa represente plenamente el voto opositor, que, en principio, es mayoritario en el pa¨ªs.
La divisi¨®n entre los candidatos opositores explica que hayan menguado sus ataques a la habilitaci¨®n burocr¨¢tica de Morales a una cuarta reelecci¨®n, en contra de una prohibici¨®n constitucional que fue ratificada, en 2016, por un referendo. Puesto que la oposici¨®n no va unida, le resulta dif¨ªcil mostrar su actual enfrentamiento con el presidente como una lucha contra un r¨¦gimen. As¨ª que el cuestionamiento democr¨¢tico ya no es su principal ¨¢ngulo de ataque.
Ortiz promete ¡°manos limpias¡± y Mesa trata de imponer la consigna de que ¡°ya es demasiado¡±, mientras denuncia la mala situaci¨®n de algunos servicios p¨²blicos, como la salud y los tribunales de justicia, la corrupci¨®n de la Polic¨ªa y el despilfarro de los abundantes recursos con los que cont¨® el Gobierno durante el ciclo de precios altos del gas, la principal industria de exportaci¨®n del pa¨ªs.
Este ciclo concluy¨® en 2015, debilitando la econom¨ªa boliviana, pero sin lograr derribarla. Este a?o el PIB crecer¨¢ un 4%, lo que pone a Bolivia a salvo de la crisis que vive la regi¨®n por las dificultades argentinas y brasile?as. El estado de la econom¨ªa, en definitiva, alienta a Morales y constituye el principal escollo para los candidatos de oposici¨®n.
A resguardo de la crisis econ¨®mica
El ciclo de bonanza econ¨®mica para Bolivia concluy¨® en 2015, con el descenso del precio del gas, pero sin lograr derribarla. Este a?o el PIB crecer¨¢ un 4%, lo que pone a Bolivia a salvo de la crisis que vive la regi¨®n por las dificultades argentinas y brasile?as. El estado de la econom¨ªa, en definitiva, alienta a Morales y constituye el principal escollo para los candidatos de oposici¨®n.
Las encuestas m¨¢s recientes, indican que que la crisis de los incendios no han cambiado significativamente la intenci¨®n de voto hacia uno u otro partido.
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