¡°En mi unidad del Ej¨¦rcito se presentaron desapariciones forzadas¡±
El testimonio del excomandante de un grupo de ¨¦lite describe el mecanismo de los 'falsos positivos' que se dieron en Colombia
Primero, los ejecutaban. Despu¨¦s, hac¨ªan desaparecer los documentos de las v¨ªctimas para entorpecer la investigaci¨®n. Este era uno de los procedimientos de los llamados "falsos positivos", esto es, miles de ejecuciones extrajudiciales perpetradas durante al menos 15 a?os por militares colombianos. Y as¨ª respondieron distintas unidades del Ej¨¦rcito a la pol¨ªtica de incentivos que buscaba mejorar los resultados o las "bajas" de guerrilleros en combate. Tras este eufemismo, en realidad, hubo 2.248 asesinatos probados de civiles inocentes, seg¨²n la Fiscal¨ªa, que fueron cometidos principalmente entre 2002 y 2008. Precisamente a esa ¨¦poca se remonta el testimonio de un mayor retirado dado a conocer este martes por la Comisi¨®n de la Verdad, el organismo p¨²blico dedicado al esclarecimiento de las causas del conflicto armado.
La declaraci¨®n en v¨ªdeo del exoficial Gustavo Enrique Soto no tiene alcance judicial porque esta entidad no es un tribunal como, por ejemplo, la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP). Sin embargo, supone un reconocimiento sin apenas precedentes y un relato valioso para entender los engranajes de un mecanismo criminal que manch¨® a la fuerza p¨²blica. Soto fue, entre 2006 y 2007, comandante de un Gaula (Grupo de Acci¨®n Unificada por la Libertad Personal), un equipo de ¨¦lite que actuaba bajo la responsabilidad del comando de las Fuerzas Armadas en el departamento de Casanare, en el este del pa¨ªs.
"En mi unidad, el Gaula Militar Casanare, se presentaron desapariciones forzadas, y el d¨ªa de hoy quiero manifestarles a ustedes de igual manera que he aceptado mi responsabilidad", reconoce el exmilitar, que pas¨® una d¨¦cada en prisi¨®n y que ahora, tras demostrar su compromiso con la reparaci¨®n de las v¨ªctimas ante la JEP, ha denunciado amenazas. "Quiero contribuirle a la verdad, a las v¨ªctimas, buscando las personas que se encuentran desparecidas", contin¨²a Soto antes de incidir en su "arrepentimiento de coraz¨®n". Adem¨¢s de su declaraci¨®n, la Comisi¨®n de la verdad difundi¨® tambi¨¦n las de Jos¨¦ ?ver Veloza, un exjefe paramilitar de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), y de Jos¨¦ Benito Ram¨ªrez, excomandante del Bloque Sur de las FARC. Todos reconocen "hechos de desaparici¨®n". Aun as¨ª, las premisas de estos casos son muy distintas, al tratarse por un lado de dos combatientes integrados en organizaciones ilegales y por otro de un representante del Ej¨¦rcito, cuya misi¨®n es precisamente velar por la legalidad.
"Tengo algunos documentos que van a ser de suma importancia por las estad¨ªsticas que se manejaban en ese momento. Cuando fui comandante del Gaula militar Casanare siempre trat¨¦ de mantenerme en el top 10, es decir, entre las diez mejores unidades del Ej¨¦rcito y esto gener¨® muchos problemas al pueblo colombiano y en particular a las v¨ªctimas que son las que hoy est¨¢n sufriendo este dolor", explica el exoficial.
La Comisi¨®n da a conocer un video donde tres personas que participaron de manera directa en el conflicto armado -dos exintegrantes de grupos armados ilegales y uno de Fuerza P¨²blica- reconocen su responsabilidad en la pr¨¢ctica de desaparici¨®n de personas. https://t.co/nL9wEAKhaL
— Comisi¨®n de la Verdad (@ComisionVerdadC) September 24, 2019
Encabezar la clasificaci¨®n era sin¨®nimo de recibir incentivos monetarios o permisos. Y para que el sistema funcionara, se falseaban las pruebas. "Generalmente, cuando se daba un muerto desaparec¨ªan los documentos ?Por qu¨¦? Pues, con el personal m¨¢s antiguo que estaba, con los soldados¡. No, para que sea m¨¢s dif¨ªcil identificarlo. Permit¨ª que se realizara de esa manera, porque muchos lo realizaban as¨ª, los reportaban como NN, y yo tambi¨¦n lo permit¨ª, por eso he aceptado mi responsabilidad", describe Soto, que promete aportar "las actas de levantamiento de cad¨¢ver" y sobre "diferentes misiones t¨¢cticas". Ya han pasado 12 a?os de aquellos cr¨ªmenes y este militar, como otra decena de oficiales del Ej¨¦rcito retirados, decidi¨® denunciar lo que ocurri¨®. "Mi compromiso hoy es pleno. Quiero que ya las v¨ªctimas terminen con ese dolor que yo les gener¨¦. Quiero pedirles un perd¨®n a todas las v¨ªctimas por este da?o que yo les caus¨¦".
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