Francia da su ¨²ltimo adi¨®s solemne a Jaques Chirac
M¨¢s de medio centenar de jefes y exjefes de Estado acuden al funeral del expresidente franc¨¦s
Una iglesia abarrotada de dirigentes franceses, reyes, pr¨ªncipes, jefes de Estado y exgobernantes internacionales. Un espacio exterior donde cientos de personas an¨®nimas segu¨ªan atentamente y en silencio el servicio religioso, tras una jornada de domingo en que miles m¨¢s participaron en su despedida ¡°popular¡±. Todo un pa¨ªs de luto nacional, con las banderas ondeando a media asta en las instituciones oficiales y los escolares guardando un minuto de silencio. Francia despidi¨® este lunes con los m¨¢ximos honores al expresidente Jacques Chirac, una figura constante en la pol¨ªtica nacional del ¨²ltimo medio siglo del pa¨ªs no exenta de controversia, pero cuya proyecci¨®n personal super¨® ampliamente la figura del estadista.
¡°Nuestro antiguo presidente sent¨ªa un verdadero amor por la gente. Se sent¨ªa tan c¨®modo en un sal¨®n del El¨ªseo como en el sal¨®n de la agricultura¡±, dijo el arzobispo de Par¨ªs, Michel Aupetit, durante el funeral celebrado en la iglesia de Saint-Sulpice, en la capital. El religioso hizo un breve recorrido por la larga carrera de un pol¨ªtico que ocup¨® casi todas las esferas del poder en Francia, desde varias carteras de ministro al puesto, dos veces, de primer ministro pasando por la alcald¨ªa de Par¨ªs antes de conquistar el El¨ªseo (1995-2007). Entre los momentos inolvidables, se?al¨®, ese marzo de 2003 en el que ¡°supo desmarcarse de los pa¨ªses amigos que quer¨ªan llevar a nuestros pa¨ªses a una intervenci¨®n imprudente¡± y dijo no a la guerra de Irak impulsada por George W. Bush. ¡°Adi¨®s y gracias, se?or Chirac¡±, concluy¨® el arzobispo tras la atenta mirada de los familiares del presidente ¡ªla ¨²nica ausente fue su esposa Bernardette, por motivos de salud, aunque previamente s¨ª particip¨® en una ceremonia privada¡ª, centenares de pol¨ªticos nacionales, incluido el Gobierno en pleno, y m¨¢s de medio centenar de dignatarios internacionales.
Entre los invitados, las miradas se centraron en presidentes como el ruso Vlad¨ªmir Putin, el alem¨¢n Frank-Walter Steinmeier o los diversos dirigentes africanos asistentes, como el guineano Teodoro Obiang Nguema. Todos ellos compart¨ªan asiento con reyes, pr¨ªncipes y emires y numerosos exgobernantes como el estadounidense Bill Clinton o el espa?ol Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Pocos de los invitados se ausentaron. Como el rey de Marruecos, aquejado de una infecci¨®n pulmonar que le hizo enviar a su hijo y heredero Has¨¢n, y el excanciller alem¨¢n Gerhard Schroeder, quien hab¨ªa confirmado su presencia pero que, seg¨²n el El¨ªseo, no acudi¨® por un ¡°malentendido¡± con la lista de invitados.
En primera fila tambi¨¦n estaban todos los presidentes de la V Rep¨²blica Francesa vivos, desde el predecesor de Chirac Val¨¦ry Giscard d¡¯Estaing a sus sucesores Nicolas Sarkozy y Fran?ois Hollande, que se saludaron muy fr¨ªamente, y el actual inquilino del El¨ªseo, Emmanuel Macron. Este hab¨ªa participado, poco antes, en los honores militares que se dieron al f¨¦retro de Chirac antes de ser trasladado desde el Palacio de los Inv¨¢lidos?¡ªdonde lo despidieron en las ¨²ltimas 24 horas miles de ciudadanos¡ª hasta la iglesia, ¨²ltimo destino antes de su inhumaci¨®n, en la m¨¢s estricta intimidad, en un cementerio parisino donde tambi¨¦n est¨¢n los restos de su hija mayor, Laurence Chirac, fallecida hace tres a?os.
¡°M¨¢s all¨¢ de los intereses particulares de los pa¨ªses, hay una fraternidad universal que se manifiesta¡±, dijo el arzobispo ante los dignatarios nacionales e internacionales, entre quienes tambi¨¦n se contaban el pr¨ªncipe Alberto de M¨®naco; el emir de Catar, Tamim Bin Hamad al-Thani; el rey Abdal¨¢ de Jordania o el expresidente afgano Hamid Karzai. Visiblemente emocionado, tambi¨¦n asisti¨® el primer ministro liban¨¦s, Saad Hariri, cuyo padre, el asesinado primer ministro Rafik Hariri, fue un gran amigo de Chirac que le prest¨® gratuitamente un lujoso apartamento en Par¨ªs en el que vivi¨® tras su partida del El¨ªseo.
Al piano, acompa?ando el servicio con un impromptu de Schubert, el director de orquesta y pianista Daniel Baremboim, otra de las figuras internacionales que quiso ¡°saludar el legado humanista y universalista¡± de Chirac, seg¨²n el El¨ªseo.
Si un funeral constituye una ¨²ltima instant¨¢nea de la personalidad del fallecido, el de Jacques Chirac constat¨® el gran impacto internacional de un pol¨ªtico celebrado por su visi¨®n en momentos clave de la historia como su no a la guerra de Irak, su lucha contra la ultraderecha o su alerta sobre el cambio clim¨¢tico a?os antes de que otros mandatarios adoptaran la causa, pero que tambi¨¦n tuvo momentos oscuros, como una condena judicial ¡ªla primera a un presidente franc¨¦s¡ª por malversaci¨®n y abuso de confianza.
A pesar de ello, los franceses se han volcado estos ¨²ltimos d¨ªas en la despedida de un pol¨ªtico inmensamente popular m¨¢s por su carisma y don de gentes que por sus logros pol¨ªticos. Al menos 7.000 personas acudieron el domingo a despedir a Chirac, en cuyo honor tambi¨¦n cientos de ciudadanos dejaron mensajes en sendos libros de condolencias abiertos tanto en el El¨ªseo como en el Ayuntamiento de Par¨ªs que ocup¨® durante casi dos d¨¦cadas (1977-1995). Claude Chirac, la hija menor del expresidente ¡ªla mayor, Laurence, falleci¨® en 2016 y reposa en la tumba en la que tambi¨¦n descansar¨¢ su padre ahora¡ª acudi¨® la noche del domingo al Palacio de los Inv¨¢lidos para agradecer el apoyo popular a su padre, despedido este lunes con renovados aplausos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.