El discurso de los peque?os ¡®Bolsonaros bolivianos¡¯
Dos candidatos menores son comparados con el presidente de Brasil, con quien coinciden en propuestas ultra y en el apoyo de la iglesia evang¨¦lica
La victoria de Jair Bolsonaro en Brasil el a?o pasado fue aplaudida por un sector de la poblaci¨®n boliviana, en especial en Santa Cruz, la regi¨®n m¨¢s pr¨®spera de Bolivia, donde la oposici¨®n al presidente Evo Morales es m¨¢s fuerte. Ahora, dos candidatos menores a las elecciones de este domingo son comparados con el exmilitar y presidente brasile?o, con el cual coinciden en algunas propuestas y tambi¨¦n en la articulaci¨®n de sus partidos con las iglesias evang¨¦licas, muy activas y populares en el pa¨ªs.
Uno de los candidatos que es considerado por la prensa ¡°un Bolsonaro boliviano¡± es V¨ªctor Hugo C¨¢rdenas, el primer ind¨ªgena que ocup¨® el cargo de vicepresidente del pa¨ªs, entre 1993 y 1997. Igual que muchos otros ind¨ªgenas que provienen de la zona del lago Titicaca, en el norte del pa¨ªs, C¨¢rdenas fue criado como protestante. Luego de una larga trayectoria en el indigenismo, primero, y luego como opositor moderado al presidente Morales, entr¨® a esta campa?a como candidato de un partido tradicional, Uni¨®n C¨ªvica Solidaridad, y se hizo acompa?ar por Humberto Peinado, pastor evang¨¦lico y l¨ªder de un movimiento en contra de la despenalizaci¨®n del aborto. C¨¢rdenas mostr¨® pronto que ten¨ªa a la llamada ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±, es decir, al feminismo y al avance de las sexualidades alternativas, como enemigos principales. Entre otras ideas relacionadas con la l¨ªnea de Bolsonaro, propuso combatir la violencia contra las mujeres entreg¨¢ndoles armas de fuego.
Las encuestas le asignaban a C¨¢rdenas un 3% de la intenci¨®n de voto, por lo que no parec¨ªa que su candidatura expresara una tendencia social importante, pero a mitad de la campa?a irrumpi¨® otro aspirante de tipo religioso, un m¨¦dico llamado Chi Hyung Chung, que cambi¨® esta impresi¨®n al aparecer en las encuestas con un puntaje de 7% (y subiendo).
El ¡°Dr. Chi¡±, como le dicen los bolivianos para no tener que pronunciar su nombre completo, es un candidato at¨ªpico por varias razones. En primer lugar, porque es el primer candidato presidencial que se beneficia del cambio constitucional de 2009, el cual elimin¨® el requisito de que los presidentes sean oriundos del pa¨ªs. Chung naci¨® en Corea del Sur y se traslad¨® a Bolivia a los 12 a?os, cuando la Iglesia Presbiterana de Corea le encarg¨® a sus padres crear una misi¨®n religiosa en el pa¨ªs andino. La misma ha tenido mucho ¨¦xito, ya que cuenta con 70 iglesias, una cl¨ªnica, una universidad y otros negocios. Luego de hacer una controversial carrera como empresario y pastor, el ¡°Dr. Chi¡±, que al parecer estaba esperando una oportunidad de entrar en pol¨ªtica, la encontr¨® en la crisis del viejo Partido Dem¨®crata Cristiano, fundado y dirigido por varias generaciones de cat¨®licos, pero que no dud¨® en usarlo a ¨¦l para sustituir a su candidato original, quien renunci¨® a mitad de la campa?a.
Chung llam¨® la atenci¨®n, desde el principio, con su lema ¡°Chi se puede¡±, aliteraci¨®n de la c¨¦lebre consigna del Partido Dem¨®crata estadounidense. Y su protagonismo no dejar¨ªa de aumentar, halado por llamativas declaraciones, como la que consideraba que los incendios de los bosques eran un ¡°castigo de Dios¡± por la existencia de homosexuales en el pa¨ªs. El ¡°Dr. Chi¡± atrae sobre todo a electores sin experiencia, que encuentran atractivas consignas como ¡°convertir a Bolivia en Corea¡± y ¡°salario m¨ªnimo para los parlamentarios¡±. Seg¨²n los analistas, votar por ¨¦l es un modo de protestar en contra de los candidatos principales, que son pol¨ªticos de larga data y ¡°ya no hablan el lenguaje de la gente¡±.
El soci¨®logo especializado en temas religiosos, Julio C¨®rdova, cree que ¡°a medida de que avanza la agenda de derechos para las mujeres y diversidades sexuales, la reacci¨®n conservadora religiosa se hace m¨¢s visible y con potencial de influir en las elecciones del futuro¡±. Esto ocurre porque ¡°se ha perdido casi totalmente la t¨ªpica postura protestante de separaci¨®n entre la Iglesia y el Estado¡±. Los dos candidatos de los que hablamos hicieron un intenso uso ¨Cque seg¨²n C¨®rdova fue ¡°descarado¡±¨C de templos y redes evang¨¦licas. ¡°Con el benepl¨¢cito de l¨ªderes evang¨¦licos conservadores que ven en la instrumentalizaci¨®n pol¨ªtica de su fe una oportunidad de influir en el Estado¡±, concluye el experto, se ha producido ¡°una ¡®santa alianza¡¯ entre pol¨ªtica partidista y religi¨®n¡±.
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