L¨ªbano aprueba reformas econ¨®micas tras cinco d¨ªas de masivas protestas contra la corrupci¨®n
El primer ministro Hariri recorta a la mitad el sueldo de los altos cargos y suprime ministerios
La tasa WhatsApp fue la gota que colm¨® la paciencia de los libaneses, hartos de vivir en un pa¨ªs que no funciona y gangrenado por la corrupci¨®n. El Gobierno del primer ministro Saad Hariri ha aprobado de urgencia este lunes un paquete de reformas econ¨®micas aparcado desde hace meses mientras cientos de miles de manifestantes ocupaban las calles de Beirut y otras ciudades por quinto d¨ªa consecutivo. En un pa¨ªs donde resultan imprescindibles los generadores a causa de los continuos apagones y en el que las basuras apenas se recogen, el anuncio de un impuesto de 5,4 euros mensuales sobre las llamadas de voz a trav¨¦s de WhatsApp sac¨® a la calle a los ciudadanos sin distinci¨®n de credo, secta o etnia en el pa¨ªs m¨¢s diverso de Oriente Pr¨®ximo.
Los observadores en Beirut se han visto sorprendidos por la dimensi¨®n del estallido popular, sin precedentes desde la revuelta contra la ocupaci¨®n siria tras el asesinato en 2005 del ex primer ministro Rafik Hariri, padre del actual gobernante. El movimiento unitario de protestas, encabezado por los j¨®venes y secundado transversalmente por la sociedad civil, ha sobrevolado la divisi¨®n sectaria que estuvo a punto de hace inviable a L¨ªbano en la guerra civil que se prolong¨® de 1975 a 1990.
En el Gabinete liban¨¦s se sientan los musulmanes sun¨ªes del primer ministro con los chi¨ªes de Hezbol¨¢, el partido-milicia proiran¨ª, pero tambi¨¦n hay cristianos ortodoxos y cat¨®licos o representantes de la minor¨ªa drusa. Ante la presi¨®n de la calle, todos se pusieron de acuerdo en desbloquear los presupuestos para 2020, con un d¨¦ficit de solo el 0,6% frente al 7% previsto para el vigente ejercicio y sin introducir nuevos tributos. Aparentemente, el primer ministro hab¨ªa amenazado con dimitir si no se aprobaban en su integridad las cuentas para el a?o que viene, a?adiendo el riesgo de acumular inestabilidad pol¨ªtica a la incertidumbre econ¨®mica.
Haciendo de la necesidad virtud, Hariri emul¨® al general Charles De Gaulle en una comparecencia televisada para asegurar que hab¨ªa escuchado la voz de la calle. Adem¨¢s de gestos simb¨®licos como el recorte del 50% en los sueldos de los altos cargos y la supresi¨®n de organismos innecesarios, como el Ministerio de Informaci¨®n, el primer ministro se comprometi¨® a reducir el desbocado d¨¦ficit p¨²blico, que desborda el 150% del Producto Interior Bruto (PIB) y a distribuir ayudas entre las miles de familias que viven bajo el umbral de la pobreza.
¡°Esta decisi¨®n no ha sido adoptada para detener la expresi¨®n de vuestro disgusto¡±, se dirigi¨® a los libaneses en un discurso que fue citado por la BBC. ¡°Vuestro movimiento ha servido para que hayamos podido alcanzar un acuerdo (en el Gobierno)¡±, enfatiz¨® en una muestra de reconocimiento a los ciudadanos. Las se?ales de alarma son crecientes en el pa¨ªs del cedro: despu¨¦s de haber permanecido estable respecto al d¨®lar durante dos decenios, la libra libanesa ha experimentado una devaluaci¨®n del 10% respecto a la divisa estadounidense. El Banco Mundial prev¨¦ que la econom¨ªa libanesa caer¨¢ un 0,2% del PIB este a?o.
A pesar de que el proyecto de tasa WhatsApp fue retirado cuando comenzaron las protestas populares, las manifestaciones han ido escalando hasta paralizar la actividad del pa¨ªs con las calles ocupadas en un ambiente mayoritariamente pac¨ªfico y festivo. Centros educativos, fabricas y negocios han permanecido cerrados, mientras decenas de miles de personas marchaban con la ense?a nacional como ¨²nica pancarta reivindicativa.
Miles de libaneses segu¨ªan en la noche del lunes sin regresar en las calles, desconfiados ante el alambicado reparto de poder establecido hace casi tres d¨¦cadas. El arreglo que puso fin a las matanzas sectarias ¨Cque asigna a cargos en funci¨®n de la procedencia religiosa¨C se ha anquilosado y ha generado un clima de corrupci¨®n generalizada, mientras la ineficiencia arruinaba a uno de los pa¨ªses m¨¢s din¨¢micos y relativamente tolerantes de la regi¨®n.
¡°Hemos dado pasos para combatir la corrupci¨®n y afrontar grandes proyectos¡±, se jact¨® Hariri en su mensaje para intentar recobrar la confianza popular. El Gobierno anunci¨®, sin embargo, que los bancos permanecer¨¢n cerrados este martes mientras no se estabilice la situaci¨®n. Cerca de 40 pa¨ªses, con la Uni¨®n Europea a la cabeza, anunciaron el a?o pasado un fondo de donaciones de hasta 10.000 millones de euros para sacar a L¨ªbano de la bancarrota, siempre y cuando Hariri aceptase aplicar reformas econ¨®micas y de control del gasto. Como relatan a menudo v¨ªa WhatsApp los sufridos habitantes de Beirut, se conformar¨ªan con poder tener un pa¨ªs normal, en el que no se corte la luz ni se caiga Internet a cada momento, en el que se puedan abrir las ventanas sin respirar el miasma de la inmundicia acumulada durante a?os.
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