A?elo sufre la fiebre del petr¨®leo
Un pueblecito polvoriento de Neuqu¨¦n cercano a Vaca Muerta es emblema del futuro energ¨¦tico argentino
En Argentina hay dos lugares donde la vivienda es car¨ªsima. Uno es Puerto Madero, el barrio m¨¢s lujoso de Buenos Aires. El otro es una remota localidad con calles de barro y atm¨®sfera polvorienta. A?elo, ese lugar lejano donde todo se paga a precio de oro, sufre la fiebre del petr¨®leo. Se ha convertido en el coraz¨®n urbano de Vaca Muerta, la inmensa reserva energ¨¦tica del pa¨ªs, y en apenas siete a?os ha roto sus viejas costuras de pueblito olvidado. A?elo, al igual que Argentina, rebosa de esperanza y de problemas.
¡°En 2012 esto era un pueblo chiquito de 3.500 habitantes que viv¨ªan de la fruta y del engorde ovino. Hoy tenemos 8.000 vecinos m¨¢s unas 10.000 personas que vienen a trabajar de lunes a viernes, y un tr¨¢fico diario de entre 8.000 y 10.000 veh¨ªculos pesados, y no hay forma de que esto funcione porque, por m¨¢s que hagamos, siempre vamos por detr¨¢s de la realidad¡±. Miguel Arriola, secretario de gobierno de la municipalidad, se levanta y se?ala un mapa de A?elo. De un lado de la ruta 7, la vieja poblaci¨®n rural. Del otro, sobre una colina cortada a pico, el nuevo A?elo del petr¨®leo, con hoteles de lujo, casino y supermercados modernos, pero sin alcantarillas y con un suministro de agua y electricidad que, de forma optimista, podr¨ªa calificarse de precario.
El intendente, Dar¨ªo D¨ªaz, no est¨¢ hoy en su oficina. Ha viajado a Buenos Aires para pedir ayuda al gobierno nacional y al Banco Interamericano de Desarrollo, que intenta tutelar la explosi¨®n urban¨ªstica del municipio. Un enorme caudal de riqueza se derrama sobre Vaca Muerta. Hay 180 empresas en el parque industrial de A?elo y otras 200 en lista de espera. Pero el saldo financiero resulta negativo: aunque el ¡°boom¡± del petr¨®leo ha permitido construir un hospital y una comisar¨ªa, el coste de los servicios que exige el nuevo A?elo es muy superior a los ingresos que proporciona. ¡°Excavar un pozo de agua puede costar 10 millones de pesos (unos 170.000 d¨®lares), una fortuna para nosotros, y enseguida queda chico¡±, suspira Arriola.
Cada vez que el presidente Mauricio Macri proclama que Vaca Muerta salvar¨¢ la econom¨ªa argentina, cada vez que el gobernador Omar Guti¨¦rrez califica Vaca Muerta de ¡°tesoro nacional¡±, en la municipalidad sufren temblores. Porque miles de familias emigran a la tierra prometida en busca de trabajo y prosperidad, y no encuentran ni lo uno ni lo otro. La industria del gas y del petr¨®leo demanda gente especializada, no peones. Y, adem¨¢s, Vaca Muerta, tan joven, ya est¨¢ en crisis.
Vaca Muerta es como una met¨¢fora de Argentina. Son 30.000 kil¨®metros cuadrados (la extensi¨®n de B¨¦lgica) de roca bituminosa que rezuma gas y petr¨®leo, con unas reservas ingentes. Seg¨²n el propio Macri, son las segundas del mundo en gas y las cuartas en petr¨®leo no convencional, el llamado ¡°shale oil¡±. La producci¨®n petrol¨ªfera ya ha llegado a rebasar los 100.000 barriles diarios y solamente se explota un 4% del yacimiento. Vaca Muerta, que se extiende por las provincias de Neuqu¨¦n, R¨ªo Negro y La Pampa, esconde realmente un tesoro energ¨¦tico. Pero, al igual que en el conjunto de Argentina, la riqueza de recursos no termina de traducirse en prosperidad.
En 2012, el gobierno de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner expuls¨® de la compa?¨ªa Yacimientos Petrol¨ªferos Fiscales (YPF) a la empresa espa?ola Repsol, que pose¨ªa el 51% de las acciones. El coste inmediato de la expropiaci¨®n para las arcas p¨²blicas fue de unos 4.000 millones de d¨®lares, y los procedimientos judiciales en curso podr¨ªan elevar la cifra hasta 7.000 o 10.000 millones, seg¨²n diversos c¨¢lculos. El objetivo, en cualquier caso, consist¨ªa en nacionalizar parte de la riqueza que iba a producir Vaca Muerta gracias a la nueva tecnolog¨ªa estadounidense que permit¨ªa extraer ¡°shale oil¡± a precios competitivos, cercanos a los 40 d¨®lares por barril. Luego llegaron las empresas privadas: las argentinas Vista y Pan American Energy, ExxonMobil y otras. Llovieron las inversiones millonarias. Ahora mismo, sin embargo, el gran negocio marcha a medio gas.
?Qu¨¦ ocurri¨®? Ocurri¨® lo que tantas veces en Argentina: un desastre monetario asfixia a la industria. En el caso concreto del gas y el petr¨®leo en Vaca Muerta, el da?o principal procede de las medidas de emergencia adoptadas por el gobierno de Macri para evitar el colapso macroecon¨®mico. Por un lado, se congelaron los precios del combustible hasta el 14 de noviembre, es decir, hasta el fin del ciclo electoral. Por otro lado, se impuso a las empresas que cambiaran los d¨®lares por pesos. Con precios congelados y sin d¨®lares, una industria que paga sus insumos en divisa estadounidense no puede funcionar. Y no funciona.
En la puerta del Sindicato de Petroleros y Gasistas Privados de R¨ªo Negro, Neuqu¨¦n y La Pampa hay un vigilante armado y un cartel: ¡°No se admiten curr¨ªculum¡±. ¡°Hemos logrado que no haya despidos masivos, sino suspensiones rotativas: hoy trabajas t¨², ma?ana yo. Pero si la situaci¨®n se prolonga, esto va a ponerse muy dif¨ªcil¡±, explica Richard Dewey, uno de los dirigentes gremiales. Los sueldos de los m¨¢s de 10.000 trabajadores empleados en Vaca Muerta, entre petroleros y camioneros, son bastante altos: unos 90.000 pesos mensuales. Pero en suspensi¨®n los ingresos se reducen a una quinta parta de esa cantidad. ¡°Las empresas se quejan por el marco legal cambiante, los inversores recelan y el resultado es que esto nunca llega a funcionar a fondo¡±, a?ade. ¡°Mucha gente acude en busca de trabajo, no lo encuentra y necesita ayudas sociales que el municipio no puede proporcionar¡±, comenta Ricardo Jara, uno de los pocos obreros del petr¨®leo (son apenas el 10%) nacidos en A?elo y alrededores. En la ciudad ya han aparecido asentamientos de chabolas.
Crexell es una de las mayores compa?¨ªas latinoamericanas de servicios a la industria energ¨¦tica. En A?elo cuenta con una base de 1.300 empleados que se ocupan de las cosas m¨¢s diversas: desde transportar piezas de 40 metros de longitud en camiones especiales y excavar terrenos hasta servir comidas. ¡°Por supuesto, notamos situaciones dif¨ªciles como la actual y algunos de los equipos est¨¢n parados; habr¨¢ que esperar y ver c¨®mo evolucionan la pol¨ªtica y la econom¨ªa tras las elecciones¡±, explica Pablo Montoya, jefe de la base de Crexell.
Los altos ejecutivos petroleros, como Gast¨®n Remy, consejero delegado de Vista Oil, y el gobernador de Neuqu¨¦n, Omar Guti¨¦rrez, insisten en que Vaca Muerta necesita ser protegido de los vaivenes legales y econ¨®micos. ¡°Si hacemos esto bien, en unos a?os la zona puede generar m¨¢s de 25.000 millones de d¨®lares anuales y resolver la necesidad de divisas que tiene Argentina¡±, dijo la semana pasada Guti¨¦rrez en una reuni¨®n empresarial celebrada en Mar del Plata.
De momento, la paralizaci¨®n no ha frenado la explosi¨®n urbana de A?elo. Alquilar un apartamentito de 25 o 30 metros cuadrados cuesta unos 50.000 pesos mensuales, lo mismo que alquilar una vivienda parecida en el exclusivo barrio bonaerense de Puerto Madero, la zona m¨¢s cara de Latinoam¨¦rica. Un s¨¢ndwich que en Neuqu¨¦n, la capital de la provincia, cuesta 80 pesos, en A?elo se paga a 200. Y mientras todos los supermercados de Argentina han visto caer sus ventas, en el nuevo supermercado que La An¨®nima ha instalado en A?elo las ventas han subido un 10%. El nuevo hotel de cuatro estrellas no tiene una cama libre, al igual que otros hoteles m¨¢s modestos. Pese al polvo que levanta el tr¨¢fico pesado y el aspecto desolado de las calles, A?elo se ha transformado en una ¡°milla de oro¡±.
Mar¨ªa Eliana Fuentes tiene 76 a?os y lleg¨® a A?elo hace 45, con dos hijos y embarazada de un tercero. Su marido, que falleci¨® hace unos meses, era entonces pe¨®n en una chacra. La escuela local ten¨ªa solamente seis alumnos, dos de los cuales eran hijos de Mar¨ªa Eliana. ¡°Esto no era nada, no hab¨ªa comercios, ten¨ªamos que recorrer casi 100 kil¨®metros hasta Neuqu¨¦n para hacer la compra y yo no soportaba vivir aqu¨ª¡±, comenta. Pero con mucho esfuerzo y sin otra ayuda que sus manos el matrimonio construy¨® el primer hotelito de la poblaci¨®n, el modest¨ªsimo Hospedaje A?elo, donde paraban de vez en cuando turistas que recorr¨ªan la Patagonia o t¨¦cnicos de YPF que exploraban Vaca Muerta. ¡°Hasta 2002, lo normal era tener una o dos habitaciones ocupadas, no m¨¢s¡±, recuerda. Ahora todo ha cambiado. Hay dos Hospedajes, el 1 y el 2, dirigidos por hijos de Mar¨ªa Eliana, con unas 50 habitaciones. Y nunca hay ninguna libre. ¡°Yo ya me quedo aqu¨ª¡±, exclama Mar¨ªa Eliana, se?alando el peque?o cementerio, rodeado de nuevos edificios. ¡°Digan lo que digan, esto est¨¢ mejor que antes¡±.
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