La ocupaci¨®n sin ley de Palestina
Israel impone la segregaci¨®n a casi tres millones de palestinos frente a 430.000 colonos en Cisjordania
Una estructura de muros de cemento, vallas y verjas especialmente construida por Israel rodea la casa de la familia Gharib en la aldea palestina de Beit Ijza, 12 kil¨®metros al norte de Jerusal¨¦n. La expansi¨®n del asentamiento jud¨ªo de Givon Hahadasha amenazaba con fagocitar la vivienda hasta que sus habitantes hicieron valer sus t¨ªtulos de propiedad ante la justicia israel¨ª. Antes que detener el crecimiento de la colonia, los responsables de la construcci¨®n de la barrera de separaci¨®n de Cisjordania prefirieron cercarles por completo en 2006. A menudo tienen que pedir permiso a los soldados que custodian la zona para poder visitar a sus parientes en Beit Ijza, afincados a apenas unas decenas de metros.
¡°El movimiento colonizador es una locura de Israel que invierte una fortuna para perpetuar un r¨¦gimen de apartheid¡±, sostiene la abogada canadiense de origen palestino Diana Buttu ante el pared¨®n con puerta met¨¢lica atravesado por un t¨²nel que cierra el paso al hogar de los Gharib. ¡°Aqu¨ª se han gastado millones en convertir en un infierno la vida de una familia palestina¡±. Buttu formaba parte de un grupo de observadores y periodistas internacionales que visit¨® el martes Cisjordania en una gira organizada por la ONG pacifista Breaking the Silence (BtS), de veteranos del Ej¨¦rcito de Israel opuestos a la ocupaci¨®n.
Horas despu¨¦s de la declaraci¨®n del Departamento de Estado por la que EE UU ha dejado de considerar ilegales los asentamientos, la visita hizo escala en varias de las 127 colonias construidas y los 135 emplazamientos piratas tolerados por Israel en Cisjordania, donde se han instalado 430.000 colonos desde 1967, a quienes hay que sumar a los m¨¢s de 200.000 registrados en Jerusal¨¦n Este. ¡°Israel sigue ampliando los asentamientos porque intenta eliminar las huellas de la presencia palestina¡±, argumentaba la antigua asesora legal en el equipo negociador palestino. Mientras los colonos est¨¢n sujetos a la ley civil israel¨ª, los cerca de tres millones de palestinos cisjordanos est¨¢n sujetos al c¨®digo militar del Ej¨¦rcito ocupante.
En la ruta dise?ada por BtS se atraviesan v¨ªas separadas solo para colonos, mientras los camiones palestinos serpentean por una antigua carretera en direcci¨®n a Ramala, y se dejan de lado aldeas transformadas en bantustanes entre un rosario de colonias jud¨ªas que coronan colinas con bancales de vi?edos y olivos. ¡°El vuelco dado por la Administraci¨®n de Donald Trump alienta la pol¨ªtica de segregaci¨®n y separaci¨®n que est¨¢ detr¨¢s del plan de expansi¨®n de los asentamientos ejecutado por Israel desde el inicio de la ocupaci¨®n¡±, advierte Yehuda Shaul, cofundador de Breaking the Silence, quien gu¨ªa la visita a trav¨¦s de puestos de control.
Entre las casas con tejados de tejas rojas de Ofra, una placa en unos antiguos barracones del Ej¨¦rcito jordano recuerda que Sim¨®n Peres autoriz¨® en 1975, como ministro de Defensa en el primer Gabinete del laborista Isaac Rabin, la construcci¨®n de este emblem¨¢tico asentamiento. Los Gobiernos conservadores del Likud que le sucedieron prosiguieron con determinaci¨®n la tarea de colonizaci¨®n. ¡°Todos impulsaron las colonias¡±, precisa Shaul, ¡°excepto tal vez el que form¨® Rabin en 1992, con el apoyo de la izquierda pacifista y los partidos ¨¢rabes. Soy de los creen que si no hubiera sido asesinado los Acuerdos de Oslo no habr¨ªan fracasado¡±.
En 1993, cuando se firmaron los pactos para el autogobierno palestino, viv¨ªan 160.000 colonos en Cisjordania. Ahora su presencia se ha triplicado con la llegada de un 40% de ultraortodoxos jud¨ªos a asentamientos pr¨®ximos a la L¨ªnea Verde (divisoria hasta 1967), frente al 30% de sionistas religiosos y 30% de laicos, en una estrategia para garantizar la ocupaci¨®n de un m¨¢ximo de territorio con un m¨ªnimo de poblaci¨®n.
En una de las colinas b¨ªblicas que perfilan el horizonte de Ofra se situaba hasta hace dos a?os el asentamiento pirata de Amona. El Tribunal Supremo de Israel orden¨® a las fuerzas de seguridad el desalojo de 42 familias jud¨ªas atrincheradas durante dos d¨¦cadas ¡ªen un poblado de caravanas y barracones prefabricados¡ª en tierras propiedad de granjeros palestinos. Los outpost, o colonias consideradas ilegales por los propios jueces israel¨ªes, pueden ser regularizadas ahora con efectos retroactivos gracias a una legislaci¨®n promovida por el ¨²ltimo Gobierno de Benjam¨ªn Netanyahu. Basta con demostrar que los terrenos se ocuparon ¡°de buena fe¡± y compensar a sus due?os.
La comunidad internacional niega legitimidad a todos los asentamientos jud¨ªos sin excepciones. As¨ª lo confirm¨® en diciembre de 2016 el Consejo de Seguridad en la resoluci¨®n 2334, avalada por la inusual abstenci¨®n de Estados Unidos ante una condena a Israel. Desde la llegada del republicano Trump a la Casa Banca, al mes siguiente de la votaci¨®n en la ONU, Israel no ha dejado de recibir ventajas diplom¨¢ticas de Washington, como en el reconocimiento de soberan¨ªa sobre Jerusal¨¦n y los Actos del Gol¨¢n. Naciones Unidas, la UE, la Liga ?rabe o el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja refrendaron la ausencia de legitimidad internacional de los asentamientos.
La gira organizada por BtS conduce precisamente hasta el campamento de Amichai, en la colonia de Silo, al norte de Ofra, donde han sido realojados los expulsados de Amona. ¡°Pues toda la tierra que ves te la dar¨¦ a ti y a tu descendencia¡±, reza el vers¨ªculo 15 del cap¨ªtulo 13 del G¨¦nesis, invocado por los colonos jud¨ªos mesi¨¢nicos para reivindicar su presencia en Cisjordania. Las razones econ¨®micas pesan m¨¢s en los asentamientos laicos, con viviendas hasta 10 veces m¨¢s baratas que en Tel Aviv y Jerusal¨¦n.
La Autoridad Palestina llama a la ¡°resistencia popular¡±
La Autoridad Palestina respondi¨® el martes con un llamamiento a la "resistencia popular" a la declaraci¨®n del secretario de Estado, Mike Pompeo, por la que Estados Unidos deja de considerar ilegales los asentamientos israel¨ªes. "Los palestinos deben movilizarse para desactivar esta conspiraci¨®n contra su causa nacional", se?alaba un comunicado del Ejecutivo de Ramala citado por The Jerusalem Post.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, convoc¨® la reuni¨®n de emergencia, en la que se llam¨® a ¡°incrementar la resistencia popular ante las maniobras de la Administraci¨®n norteamericana (...) para enterrar la soluci¨®n de los dos Estados y arruinar todas las oportunidades para un proceso de paz¡±. Las movilizaciones que sucedieron en diciembre de 2017 al reconocimiento de Jerusal¨¦n como capital de Israel por la Casa Blanca tuvieron un eco limitado en Cisjordania y Jerusal¨¦n Este, aunque suscitaron una oleada de protestas en la frontera de Gaza.
¡°Los intentos de Estados Unidos para reescribir el derecho internacional y violentar las reglas del orden entre las naciones son inv¨¢lidos¡±, advirti¨® Hanan Ashrawi, dirigente hist¨®rica de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP). ¡°Los asentamientos constituyen tambi¨¦n un crimen contra la humanidad¡±, record? las diligencias abiertas por la fiscal¨ªa de la Corte Penal Internacional, que ejerce jurisdicci¨®n sobre Palestina. La Cuarta Convenci¨®n de Ginebra, que rige sobre la ocupaci¨®n militar, proh¨ªbe la transferencia de poblaci¨®n del pa¨ªs ocupante a territorio conquistado por la fuerza de las armas.
Por su parte, el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, se apresur¨® a celebrar el giro dado por Estados Unidos. En Gush Etzion, uno de los bloques de colonias m¨¢s antiguos de Cisjordania, situado al suroeste de Bel¨¦n, proclam¨® que la Administraci¨®n de Trump hab¨ªa reparado ¡°una injusticia hist¨®rica y reconocido la verdad¡± sobre los asentamientos. ¡°Celebramos un d¨ªa hist¨®rico en este lugar, del que fuimos expulsados¡±, enfatiz¨® el jefe de Gobierno en funciones en alusi¨®n a la derrota militar que sufrieron granjeros jud¨ªos de esas tierras en la guerra posterior a la declaraci¨®n de independencia de Israel en 1948.
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