Condenados a cadena perpetua en la adolescencia, exonerados 36 a?os despu¨¦s
Un juez de Baltimore (Estados Unidos) ordena la puesta en libertad de tres hombres encarcelados por un asesinato que no cometieron
Fue un crimen terrible y la polic¨ªa busc¨® una resoluci¨®n r¨¢pida. En noviembre de 1983, el joven de 14 a?os DeWitt Duckett fue tiroteado en un pasillo de su escuela para robarle la chaqueta de la universidad de Georgetown que llevaba. Fue el primer estudiante de la historia asesinado en una escuela de Baltimore (Maryland). El d¨ªa de Acci¨®n de Gracias, la polic¨ªa arrest¨® a tres adolescentes de otra escuela y los acus¨® de asesinato. Alfred Chestnut, Ransom Watkins y Andrew Stewart fueron condenados a cadena perpetua. Los tres defendieron siempre su inocencia.
Tras pasar 36 a?os en la c¨¢rcel, los tres est¨¢n hoy a punto de quedar en libertad. Los fiscales han determinado, con casi cuatro decenios de retraso, que fue otra persona la que cometi¨® el crimen.
Watkins y Stewart, con el paso de los a?os, perdieron la esperanza. Pero Chestnut, que ten¨ªa 16 a?os cuando ingres¨® en la c¨¢rcel y hoy tiene 52, nunca se rindi¨®. En mayo, escribi¨® una carta a una unidad de la fiscal¨ªa de Baltimore pidiendo que se investigaran las alegaciones de que la condena fue injusta, e incorpor¨® nuevas pruebas que incriminaban a otra persona. Los fiscales investigaron y comprendieron que ten¨ªa raz¨®n. Fue otro estudiante, hoy ya fallecido, el que cometi¨® el asesinato.
Se llamaba Michael Willis. Ten¨ªa 18 a?os y varios testigos lo identificaron, seg¨²n explican ahora los fiscales. Pero la polic¨ªa prefiri¨® centrar su investigaci¨®n en Chestnut, Watkins y Stewart, que se hab¨ªan ausentado de su instituto ese d¨ªa y andaban por los pasillos del colegio donde sucedi¨® el asesinato.
Este lunes, los tres condenados, con grilletes y uniformes de presos, se han presentado ante el juez, que les ha declarado inocentes. La fiscal, tras exponer por qu¨¦ considera que ellos no cometieron el crimen, les ha deseado, con 36 a?os de retraso, feliz d¨ªa de Acci¨®n de Gracias (la festividad se celebra este jueves). El p¨²blico que abarrotaba la sala del juzgado, seg¨²n The Washington Post, ha irrumpido en un sonoro aplauso. Igual que cuando, antes de retirarse, el juez ha dicho: ¡°En nombre de nuestro sistema de justicia penal, y estoy seguro de que esto significa muy poco para vosotros, os voy a pedir disculpas¡±.
La revisi¨®n de casos por parte de los fiscales, cuando hay pruebas que sugieren que puede haber habido errores en la condena, es un fen¨®meno cada vez m¨¢s frecuente de Estados Unidos. Docenas de personas son liberadas cada a?o gracias a revisiones de casos que revelan errores o malas pr¨¢cticas de la polic¨ªa o los fiscales. En diversos Estados, se han creado unidades especiales en las fiscal¨ªas encargadas de indagar en las pruebas de casos antiguos. La fiscal estatal de Maryland, Marilyn Mosby, ha asegurado que su oficina ha exonerado desde 2015 a otras seis personas que fueron condenadas por delitos graves. Fue la propia Mosby quien, el pasado viernes, visit¨® a Chestnut, a Watkins y a Stewart en la c¨¢rcel para comunicarles que iba a pedir su libertad. ¡°Lo siento. El sistema os ha fallado¡±, les dijo.
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