Un ex primer ministro turco funda un partido islamista que competir¨¢ contra Erdogan

Este viernes, Davutoglu present¨® su nueva formaci¨®n, el Partido del Futuro (GP, por sus siglas turcas), que algunos comentaristas califican de ¡°versi¨®n light del AKP¡± o ¡°AKP 2.0¡±. En su discurso, el excolaborador de Erdogan defini¨® la nueva formaci¨®n como ¡°liberal y respetuosa de las tradiciones¡± y apost¨® por garantizar ¡°el pluralismo¡±, ¡°la independencia judicial¡± y la ¡°libertad de prensa¡±, a la vez que rechaz¨® ¡°una manera de hacer pol¨ªtica basada en el culto a la personalidad¡±, cr¨ªtica poco velada al creciente autoritarismo de Erdogan, aunque sin mencionarlo por su nombre. Tambi¨¦n incluy¨® entre sus propuestas el regreso al parlamentarismo, pues acusa al nuevo r¨¦gimen presidencialista ¡ªque entr¨® en vigor tras un pol¨¦mico refer¨¦ndum en 2017¡ª de haber exacerbado los problemas econ¨®micos y pol¨ªticos del pa¨ªs.

Davutoglu no es el ¨²nico antiguo colaborador de Erdogan que le intenta plantar cara. El exministro de Econom¨ªa Ali Babacan, bajo el padrinazgo del expresidente Abdullah G¨¹l, ha anunciado que presentar¨¢ su nueva formaci¨®n pol¨ªtica de centroderecha antes de finalizar el a?o y despu¨¦s de haber mantenido contactos en el interior y el exterior del pa¨ªs para recabar apoyos.

Una veintena de antiguos cargos del AKP, en su mayor¨ªa del ala m¨¢s liberal del islamismo, se han pasado al Partido del Futuro, aunque el fichaje m¨¢s simb¨®lico es, quiz¨¢s, el de Nihal Ol?ok, viuda de Erol Ol?ok, publicista del AKP y cercano amigo de Erdogan que falleci¨® junto a su hijo durante el intento de golpe de Estado de 2016 defendiendo al Gobierno leg¨ªtimo. Tambi¨¦n se especula en la prensa opositora con la posibilidad de que algunos diputados abandonen la disciplina del AKP. Meral Aksener, la l¨ªder del Partido Bueno, otra formaci¨®n derechista opositora, ha aventurado incluso la posibilidad de prestar al GP algunos diputados para que pueda formar grupo parlamentario propio, hecho criticado por el partido gobernante. ¡°Los diputados son representantes de la naci¨®n, no est¨¢n en venta¡±, dijo el vicepresidente del grupo parlamentario del AKP, Mehmet Mus.

Tras las elecciones locales de la pasada primavera, en las que el partido de Erdogan perdi¨® el control de importantes ciudades como Ankara e Estambul, Davutoglu public¨® un duro manifiesto acusando a una camarilla de haberse hecho con el control del partido y el Estado, desvirtuando los principios del AKP. Esta camarilla, conocida como ¡°los pel¨ªcanos¡± y construida en torno al yerno de Erdogan ¡ªel ministro de Econom¨ªa, Berat Albayrak¡ª y significados comentaristas vinculados a un par de grupos medi¨¢tico-empresariales, fue la que consigui¨® defenestrar al ex primer ministro en 2016 y apartar de toda posici¨®n de poder a los colaboradores de Davutoglu, parte de los cuales han marchado al extranjero a proseguir sus carreras.

Durante el ¨²ltimo a?o, el AKP ha perdido casi un mill¨®n de los cerca de 11 millones de miembros con que contaba en agosto de 2018 y las encuestas indican una significativa erosi¨®n en su apoyo, mayormente debido a los problemas econ¨®micos que vive el pa¨ªs, si bien la imagen de Erdogan ha remontado en los ¨²ltimos dos meses debido a su intervenci¨®n militar en el norte de Siria contra las milicias kurdas. Las empresas demosc¨®picas, con todo, otorgan a los partidos de Davutoglu y Babacan menos de un 5% de los votos a cada uno, cifra insuficiente para influir en los designios de Turqu¨ªa pero que podr¨ªa hacer da?o a Erdogan ya que competir¨ªa por los mismos caladeros de voto y, con el nuevo sistema presidencialista, es necesario obtener m¨¢s del 50% de los votos para ganar. ¡°Todo el mundo sabe que estos partidos se han creado para hacer da?o a Erdogan, aunque sea un poquito de da?o, para vengarse de ¨¦l¡±, critica el columnista Engin Ardi?, del diario progubernamental Sabah.

La preocupaci¨®n es patente en los c¨ªrculos gubernamentales, como indican varios hechos. Por ejemplo, que la mayor¨ªa de los grandes medios controlados por empresarios cercanos a Erdogan ni siquiera han informado de la presentaci¨®n del partido de Davutoglu o que el Gobierno ha otorgado cargos a otros antiguos pesos pesados del AKP a los que se hab¨ªa apartado del poder por mostrarse cr¨ªticos, como el exviceprimer ministro B¨¹lent Arin? ¡ªahora en el consejo consultivo de la presidencia de la Rep¨²blica¡ª o el exministro Egemen Bagis, reci¨¦n nombrado embajador en la Rep¨²blica Checa.

Los disidentes del AKP no lo van a tener f¨¢cil. En paralelo a la fundaci¨®n de su nuevo partido, a Davutoglu le han atacado donde m¨¢s le dol¨ªa: la Universidad Sehir, fundada por ¨¦l y que pretend¨ªa convertir en su legado acad¨¦mico. Un tribunal ha congelado los activos de esta instituci¨®n educativa privada despu¨¦s de que el banco p¨²blico Halkbank se negase a refinanciar un pr¨¦stamo de 60 millones de euros y, con toda probabilidad, el control de la universidad ser¨¢ asumido por el Gobierno.

Por otro lado, las desavenencias entre Babacan y Davutoglu ¡ªal que, adem¨¢s, se ve como c¨®mplice de la pol¨ªtica de mano dura de Erdogan hasta 2016, especialmente en el sudeste kurdo, y como art¨ªfice de la fallida pol¨ªtica exterior de Turqu¨ªa del ¨²ltimo lustro¡ª hacen impensable que sumen fuerzas para presentar un frente com¨²n. En este sentido, ambos contribuir¨¢n a la inflaci¨®n de siglas en la derecha turca, algo que hab¨ªa sido una constante en la historia pol¨ªtica de Turqu¨ªa hasta la emergencia del AKP.