¡°Aqu¨ª ya no tenemos casa ni amigos ni familia¡±
Turqu¨ªa promueve la vuelta de los migrantes que viajaron a la frontera con Grecia, aunque a la mayor¨ªa no les queda nada
¡°Las noticias se han olvidado de nosotros, solo hablan del coronavirus¡±, se queja un refugiado acampado en el paso fronterizo de Pazarkule, entre Turqu¨ªa y Grecia, en un v¨ªdeo grabado por los propios migrantes y publicado por la red de activistas G??men Dayanisma. Ha pasado casi un mes desde que el Gobierno turco anunci¨® que permitir¨ªa el libre paso de refugiados y migrantes que deseasen alcanzar la Uni¨®n Europea. Miles emprendieron el camino, solo para encontrarse que Grecia hab¨ªa reforzado la seguridad fronteriza y retornaba a todo aquel que lograra cruzar. La mayor¨ªa han regresado a las ciudades turcas en las que resid¨ªan, pero algunos no tienen adonde hacerlo, pues abandonaron sus precarios empleos y sus hogares, y vendieron sus pertenencias para costearse el desplazamiento.
Es el caso del afgano Ali, su mujer y su beb¨¦ de 11 meses. ¡°Viv¨ªamos en ?nye [localidad de la costa del mar Negro a 1.000 kil¨®metros de Pazarkule] y nos fuimos a la frontera. Pero despu¨¦s de 25 d¨ªas all¨ª, se nos termin¨® el poco dinero que ten¨ªamos. Nos ayudaron a regresar a ?nye unos chicos que nos dieron un abrigo y el billete de autob¨²s. Pero aqu¨ª ya no tenemos casa ni amigos ni familia. Hemos pasado una noche en la calle y luego un se?or nos dej¨® pasar unos d¨ªas en una sala de la mezquita¡±, cuenta por tel¨¦fono: ¡°?Por qu¨¦ fuimos a la frontera? Porque iba todo el mundo y dec¨ªan que estaba abierta, pero no lo estaba. Ahora nos hemos quedado en la miseria¡±.
El pasado d¨ªa 16, alegando el miedo a la extensi¨®n del coronavirus, agentes de polic¨ªa vallaron completamente el campamento improvisado de Pazarkule y prohibieron que los refugiados se acercasen al vecino pueblo de Karaaga? como sol¨ªan hacer cada d¨ªa para recargar sus tel¨¦fonos m¨®viles y adquirir algo de comida. ¡°Est¨¢n tomando las huellas dactilares de todos los que salen del campamento y han avisado de que quienes salgan no podr¨¢n volver a entrar y deber¨¢n irse de la frontera¡±, explica por tel¨¦fono Morteza, un refugiado iran¨ª.
Bulgaria
Mar
Negro
Paso de
Pazarkule
Edirne
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GRECIA
Frontera terrestre
Grecia-Turqu¨ªa
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Atenas
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kosovo
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Pazarkule
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Albania
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Al mismo tiempo, decenas de buses fletados por la Direcci¨®n General de Migraciones se han dirigido a la frontera para recoger a los refugiados que deseen volver a Estambul. Algunos aseguran que incluso se han reducido al m¨ªnimo las raciones de comida que un par de ONG turcas reparten cada d¨ªa. ¡°Est¨¢n utilizando todos los medios posibles para que nos vayamos. A quienes se van les dan ropa, zapatos, comida y algo de dinero. As¨ª que much¨ªsima gente est¨¢ y¨¦ndose¡±, asegura Morteza: ¡°Pero nosotros intentaremos permanecer aqu¨ª¡±. Aqu¨ª es un campamento desastroso: la mayor¨ªa de tiendas de campa?a son palos del cercano bosque o hierros rescatados de basurales, cubiertos con mantas, cartones y trozos de pl¨¢stico. Cuando llueve, las tiendas se inundan. Todo est¨¢ cubierto de nuevos desperdicios, no hay agua corriente y apenas algunos v¨¢teres port¨¢tiles. La atenci¨®n sanitaria es m¨ªnima pese a que, tras semanas a la intemperie, muchos han comenzado a desarrollar catarros y otras enfermedades respiratorias.
De las 15.000 personas que llegaron a congregarse a lo largo de la frontera turco-griega, quedan ahora unas 3.000, seg¨²n diversas fuentes. Y, aunque en algunas ocasiones vuelven a intentar sobrepasar la valla instalada por Grecia a lo largo de la frontera, ¡°la situaci¨®n se ha calmado¡±, reconoce una fuente del Gobierno griego: ¡°[El s¨¢bado] las fuerzas turcas lanzaron gas lacrim¨®geno y piedras y forzaron a los migrantes a intentar pasar la frontera ilegalmente. Pero tambi¨¦n estamos teniendo d¨ªas sin un solo intento¡±. Atenas asegura que sus fuerzas de seguridad han impedido 52.541 intentos de cruce ilegal y arrestado a 410 migrantes que hab¨ªan llegado a territorio griego.
Pero, ?qu¨¦ ha movido al cambio de estrategia del Gobierno turco? El Ejecutivo de Recep Tayyip Erdogan decret¨® la v¨ªa libre hacia Europa la muerte de 34 soldados turcos en un bombardeo del Ej¨¦rcito sirio en Idlib. Su objetivo era implicar a la UE en el drama humano que se vive en Siria, donde millones de desplazados por el r¨¦gimen de El Asad se agolpan en la frontera con Turqu¨ªa (que ya acoge a 3,7 millones de refugiados sirios). Y, adem¨¢s, revisar las condiciones del pacto antimigratorio firmado ahora hace cuatro a?os y del que considera que Bruselas no ha cumplido su parte. Pero las entrevistas que Erdogan mantuvo con los l¨ªderes de la UE y de los Estados miembro no resultaron en acuerdos sustanciales, solo en promesas a medio plazo. Entretanto, la crisis por el coronavirus ha acaparado toda la atenci¨®n: en Turqu¨ªa hay 1.529 enfermos detectados, 37 muertos y los contagios ¡°se han extendido por todo el pa¨ªs¡±, seg¨²n el Ministerio de Sanidad, lo que ha obligado a cerrar las fronteras con Grecia y Bulgaria excepto al paso de mercanc¨ªas.
Dureza
Por otro lado, es probable que Turqu¨ªa no esperase una actitud tan dura de las autoridades griegas, que han suspendido la aplicaci¨®n de la Convenci¨®n de Ginebra sobre el asilo y no han dudado en defender la frontera con gases lacrim¨®genos, disparos de balas de pl¨¢stico e incluso munici¨®n real, matando a dos refugiados e hiriendo al menos a 164, seg¨²n denuncian las autoridades de Ankara y los propios refugiados presentes en la zona (si bien el Ejecutivo griego rechaza estas acusaciones). De hecho, esta semana, el relator especial de la ONU para los derechos de los migrantes, Felipe Gonz¨¢lez Morales, exigi¨® a Atenas que ponga fin a la ¡°violencia¡± contra los refugiados, a las devoluciones en caliente y al uso de civiles armados para proteger su frontera.
Un mes despu¨¦s, el gambito del Gobierno de Erdogan para tratar de forzar a la UE a compartir el peso de los refugiados, no ha dado resultados. Los chat en los grupos de WhatsApp, Telegram y Facebook que instaban a los migrantes y refugiados a desplazarse a la frontera porque ¡°las puertas est¨¢n abiertas¡±, permanecen en silencio desde hace semanas. Por el camino han quedado rotos los sue?os de miles de personas que ansiaban llegar a Europa, defraudadas por falsas promesas. ¡°Esperamos que Turqu¨ªa se d¨¦ cuenta de que ha cometido un error ¡ªse queja la fuente del Gobierno heleno¡ª y que deje de utilizar a esta pobre gente para sus objetivos geopol¨ªticos¡±.
Mientras, algunos de los refugiados y migrantes que han decidido regresar de la frontera se hallan en un limbo. Un grupo de activistas se ha organizado para tratar de ayudar a los que dejan en la estaci¨®n de autobuses de Estambul, donde muchos son abandonados. ¡°Intentamos darles algo de ropa, comida y ayudarles a comprar un billete de autob¨²s al lugar desde donde vinieron¡±, explica una de las activistas, que solicita el anonimato. ¡°Pero algunos nos cuentan que lo vendieron todo para ir hasta la frontera y que no tienen un lugar al que regresar¡±, a?ade. El Ayuntamiento ha habilitado una sala para que puedan quedarse unos d¨ªas, pero la situaci¨®n es mala, confirman los activistas, y se dan algunos casos de enfermedad. ¡°Intentamos llevar a una familia al hospital porque los ni?os ten¨ªan fiebre, pero los rechazaron por miedo a que fuese coronavirus¡±, cuenta la activista. Las ONG que podr¨ªan ayudarles tambi¨¦n han cerrado la mayor parte de sus actividades externas.
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