Negacionistas de la cat¨¢strofe
Dirigentes como Trump y Bolsonaro han minimizado la gravedad del impacto de la Covid-19 pese a los consejos de los cient¨ªficos
Hay l¨ªderes mundiales que se han resistido con m¨¢s dureza a implantar acciones contundentes contra la Covid-19, en contra de las recomendaciones de la comunidad cient¨ªfica. Los casos m¨¢s significativos son los de Donald Trump en Estados Unidos y Jair Bolsonaro en Brasil, que llegaron a afirmar que el virus se esfumar¨ªa con el calor primaveral y que era poco m¨¢s que una gripe sin importancia. Otros dirigentes, como el bielorruso Aleksander Lukashenko, siguen pensando que el coronavirus es una enfermedad que se combate practicando hockey sobre hielo (el deporte nacional de la exrep¨²blica sovi¨¦tica) y bebiendo vodka.
¡°Los l¨ªderes que han sugerido que los expertos conspiran para enga?ar al p¨²blico ponen en riesgo a la poblaci¨®n¡±, se?ala Celeste Kidd, psic¨®loga de la Universidad de Berkeley. ¡°Cuando se habla de un jefe de Estado tambi¨¦n se considera que es alguien que tiene acceso privilegiado a expertos y datos, por lo que se supone que est¨¢ utilizando una mejor informaci¨®n¡±, a?ade.
¡°Los discursos negacionistas perjudican a la gente¡±, coincide en resaltar Philipp Schmid, psic¨®logo del Centro de Investigaci¨®n Emp¨ªrica en Econom¨ªa y Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Erfurt. ¡°Las discusiones p¨²blicas y las declaraciones de los pol¨ªticos son altamente persuasivas en la medida en que pueden cambiar las percepciones de riesgo, las actitudes y los comportamientos de los ciudadanos¡±, matiza Schmid, que resume que estas posturas pueden responder a intereses financieros o de exaltaci¨®n de su propia imagen. ¡°Las medidas para hacer frente a la propagaci¨®n del virus perjudicar¨¢n a la econom¨ªa y, por lo tanto, las personas que priorizan los intereses financieros tratar¨¢n de silenciar las voces cient¨ªficas que los amenacen¡±, indica el psic¨®logo.
La banalizaci¨®n de la pandemia recuerda al negacionismo que existe en torno al cambio clim¨¢tico. ¡°Si el distanciamiento social es visto como una medida propia de los pol¨ªticos progresistas, va a ser un problema. Es muy importante que esto no quede atrapado en las mismas guerras ideol¨®gicas del cambio clim¨¢tico¡±, advierte Matthew Hornsey, de la Universidad de Queensland, en Australia, especializado en entender por qu¨¦ hay quien rechaza los mensajes cient¨ªficos.
La mayor¨ªa de los dirigentes ha ido reculando ante la inexorable realidad que explota en sus hospitales. Pero sus declaraciones les ponen en evidencia:
Donald Trump (EE UU)
¡°Parece que en abril, en teor¨ªa, cuando haga un poco m¨¢s de calor, desaparecer¨¢ milagrosamente [el virus]¡±, declar¨® el presidente estadounidense el pasado 10 de febrero, cuando en Estados Unidos, con una poblaci¨®n de 327 millones de personas, apenas hab¨ªa 12 casos confirmados y ninguna muerte. Insisti¨® con su postura el 24 de febrero, con referencias a la econom¨ªa: ¡°El coronavirus est¨¢ muy controlado en Estados Unidos. ?La Bolsa comienza a estar muy bien!¡±, a?adi¨®. Despu¨¦s vaticin¨®: ¡°Va a desaparecer. Un d¨ªa, como si fuera un milagro, desaparecer¨¢¡±.
Con el tiempo modul¨® su parecer y atac¨® a la oposici¨®n y a los medios de comunicaci¨®n, a los que acus¨® de difundir noticias falsas sobre la expansi¨®n del virus, hasta que paulatinamente reconoci¨® la gravedad y el 13 de marzo declar¨® la emergencia nacional. El desplome de las Bolsas y un estudio del Imperial College de Londres que preve¨ªa 2,2 millones de muertos en EE UU si no se tomaban medidas estuvieron, con seguridad, tras el cambio de actitud del presidente.
Dos d¨ªas despu¨¦s de declarar el estado de alarma, con 3.499 casos confirmados y 63 muertes en un pa¨ªs en el que hay 29 millones de personas sin seguro m¨¦dico, asegur¨®: ¡°Es un virus muy contagioso. Es incre¨ªble¡±.
Aquel mes de abril en el que, seg¨²n Trump, el calor alejar¨ªa al virus, ha llegado, y las previsiones de la Casa Blanca han cambiado radicalmente: ahora se calcula que virus matar¨¢ a entre 100.000 y 240.000 personas en el pa¨ªs. ¡°Quiero que todos los estadounidenses est¨¦n preparados para los d¨ªas dif¨ªciles que se avecinan. Estamos atravesando semanas muy dif¨ªciles¡±, ha dicho esta semana.
Jair Bolsonaro (Brasil)
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, neg¨® al principio de forma tajante la gravedad de la pandemia y calific¨® las reacciones de ¡°histeria¡± en un pa¨ªs habitado por 209 millones de personas. Entre sus frases m¨¢s destacadas durante las ¨²ltimas semanas: ¡°Es apenas una peque?a gripe o resfriado¡±; ¡°va a morir gente, lo siento, pero no podemos parar una f¨¢brica de autom¨®viles porque hay accidentes de tr¨¢nsito¡±, o ¡°el brasile?o no se contagia, es capaz de bucear en una alcantarilla, salir y no pasa nada".
Ante la cifra de m¨¢s 600 infectados, el pasado 20 de marzo, el Senado declar¨® al pa¨ªs en estado de calamidad p¨²blica. Los gobernadores de los Estados de manera gradual, desde mediados de marzo, recomendaron a la ciudadan¨ªa que se quedara en casa y ordenaron la prohibici¨®n de grandes aglomeraciones, el cierre de escuelas, los centros comerciales, los cines y los estadios. Unas acciones en l¨ªnea con los consejos de distanciamiento social del ministro de Salud de Brasil, que comenz¨® a tomar protagonismo en la gesti¨®n de la crisis por encima de Bolsonaro que, pese a la evidencia, no comulgaba con estas premisas.
Hasta el pasado domingo, Bolsonaro, que defiende que la cuarentena se restrinja a los grupos de riesgo, se pase¨® por varios mercados y difundi¨® que hab¨ªa que seguir trabajando. ¡°La muerte est¨¢ ah¨ª, si Dios quiere. No te puedes quedar parado. Si no mueres de la enfermedad, mueres de hambre¡±, declar¨® el pol¨ªtico entre comerciantes.
Pero hubo un giro horas despu¨¦s: hizo una declaraci¨®n p¨²blica, e in¨¦dita, en la que reconoci¨® que es ¡°el mayor desaf¨ªo" de su generaci¨®n. En los dos ¨²ltimos d¨ªas, en su cuenta de Twitter, pr¨¢cticamente solo difunde las acciones que realiza contra el virus como enviar equipamiento a los hospitales y distribuir test, aunque mantiene como prioritaria la actividad laboral y este jueves ha aprobado una renta b¨¢sica para 60 millones de trabajadores informales durante tres meses. ¡°?Juntos, con coraje, serenidad y patriotismo, ganaremos la batalla contra esta epidemia y sus efectos! ?Lucharemos con todas nuestras fuerzas para proteger a nuestra naci¨®n!¡±, public¨® el pasado mi¨¦rcoles.
Aleksander Lukashenko (Bielorrusia)
Para el presidente de Bielorrusia, lo mejor contra el coronavirus es el hockey, beber vodka, tomar saunas y trabajar con un tractor en el campo. Lukashenko, al frente desde hace 26 a?os de un pa¨ªs con 9,5 millones de habitantes, ha calificado la respuesta a la pandemia como una ¡°psicosis de Occidente¡±. Ha minimizado las medidas de distanciamiento social y asiste a multitudinarios partidos de hockey sobre hielo. ¡°Es mejor morir de pie que vivir de rodillas¡±, ha declarado el dirigente, que ha mantenido la celebraci¨®n de partidos de la liga de f¨²tbol bielorrusa para expectaci¨®n del resto del mundo.
En Bielorrusia hay muy pocos infectados respecto a otros pa¨ªses europeos, y Lukashenko mira asombrado lo que hacen sus vecinos, e incluso protest¨® cuando Rusia cerr¨® la frontera. ¡±En esta vida todo es posible. Pero lo importante es no caer en el p¨¢nico¡±, dec¨ªa el l¨ªder bielorruso el 24 de marzo. ¡°Lo que m¨¢s temo es que la gente enferme de psicosis, por lo que sucede en los medios de comunicaci¨®n¡±. Los eventos deportivos siguen permitidos y las universidades contin¨²an las clases.
Gurbanguly Berdimuhamedovn (Turkmenist¨¢n)
El Gobierno de Turkmenist¨¢n, que tiene frontera con Ir¨¢n ¡ªuno de los primeros pa¨ªses en detectar infectados desde China¡ª, ha desterrado la palabra coronavirus de la Administraci¨®n y medios independientes denuncian que las autoridades ocultan la pandemia y detienen a quien hable de la crisis en p¨²blico o lleve mascarilla.
Los bandazos del Reino Unido y M¨¦xico
Dirigentes como Boris Johnson, en el Reino Unido, y Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, en M¨¦xico, han sido noticia por sus bandazos a la hora de afrontar la crisis, pero no han negado su gravedad. A principios de marzo, el primer ministro brit¨¢nico opt¨® por evitar medidas dr¨¢sticas con una estrategia que consist¨ªa en dejar que la poblaci¨®n se fuera inmunizando poco a poco a trav¨¦s de contagios controlados, una medida que dividi¨® a la comunidad cient¨ªfica y que ha terminado por abandonar ante la avalancha de casos, que incluso han reca¨ªdo sobre ¨¦l, siendo uno de los m¨¢s de 29.000 contagiados del pa¨ªs.
De igual forma, al presidente de M¨¦xico le ha costado dimensionar los efectos de la enfermedad. Ha pasado el mes de marzo entre besos, abrazos y muestras de estampitas religiosas, y ha asegurado que el coronavirus no afectara a la econom¨ªa de un pa¨ªs con 129 millones de habitantes, 52 millones de ellos viviendo en la pobreza. ¡°Dir¨¢n que soy un so?ador, pero quiero que los sue?os se conviertan en realidad y tengo el sue?o de que nuestro pueblo no va a sufrir ni padecer. Quiero que nuestro pueblo sea feliz¡±, dijo el 16 de marzo, antes de que definitivamente se declarara la emergencia sanitaria el pasado martes.
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