El dilema de qu¨¦ hacer con las elecciones en tiempos de la covid-19
El aplazamiento de elecciones para combatir la pandemia genera incertidumbre y obliga a plantear mecanismos alternativos de sufragio
Desde Francia a Etiop¨ªa, pasando por Bolivia, numerosos pa¨ªses han decidido posponer procesos electorales que deb¨ªan celebrarse en estos meses al amparo de la emergencia sanitaria para combatir el coronavirus, mientras otros han decidido mantenerlos. En ambos casos, el derecho fundamental al sufragio est¨¢ expuesto a situaciones de incertidumbre y potenciales riesgos. Un escenario en el que se abre el debate sobre mecanismos alternativos para el voto que reduzcan el peligro para la salud de los votantes, al tiempo que garanticen la representatividad y legitimidad de los procesos frente a posibles abusos de poder.
La organizaci¨®n intergubernamental IDEA Internacional, con sede en Estocolmo (Suecia) y que tiene como misi¨®n promover la democracia y la asistencia en procesos electorales, cuenta ya m¨¢s de 50 pa¨ªses entre los que han decidido aplazar comicios nacionales, regionales o locales, y una veintena que siguen adelante, constata su secretario general y ex vicepresidente de Costa Rica, Kevin Casas Zamora.
De entrada, ¡°es un problema muy complejo, porque hay riesgos en ambas direcciones, tanto si el proceso electoral se celebra en condiciones de emergencia como si no¡±, apunta en una conversaci¨®n telef¨®nica. En el primer caso, est¨¢n ¡°los riesgos de salud de un acto que requiere la presencia de la gente¡±, adem¨¢s de consecuencias pol¨ªticas que ya se han visto si no se toman nuevas medidas, por ejemplo, en el caso de la primera vuelta de las municipales en Francia, ¡°donde la asistencia a las urnas sufri¨® dram¨¢ticamente, baj¨® casi 20 puntos respecto a las anteriores¡±. La segunda vuelta se suspendi¨® en medio de una fuerte pol¨¦mica. A ello se suman cambios necesarios en las campa?as, que en muchos pa¨ªses pueden trasladarse m¨¢s a las redes sociales, pero que en otros afrontar¨¢n dificultades para hacer llegar los mensajes en un contexto de pandemia.
¡°Se puede hablar de dos grupos: los pa¨ªses que ya son autoritarios, o caminan por esa v¨ªa y aprovechan para profundizar esas tendencias, y pa¨ªses democr¨¢ticos que por razones justificadas aplazan elecciones, pero supuestamente con garant¨ªas de que los Gobiernos no podr¨¢n manipular la situaci¨®n. A¨²n as¨ª, despierta cierta preocupaci¨®n en la sociedad civil y la oposici¨®n que los aplazamientos se conviertan en una herramienta de los Gobiernos a su favor¡±, abunda por tel¨¦fono Richard Youngs, investigador de Carnegie Europe y profesor de derecho internacional de la Universidad de Warwick (Reino Unido).
En ambos lados hay ejemplos. El Estado federal de Baviera (Alemania) complet¨® la segunda vuelta de las locales en marzo exclusivamente con voto por correo sin grandes discusiones. Situaci¨®n muy distinta a la de Polonia, donde el hecho de que el Gobierno insista en seguir con las presidenciales de mayo ¡°despierta preocupaci¨®n en la oposici¨®n por que no se den las circunstancias para unas elecciones completamente libres¡±. Las reglas electorales se han cambiado para utilizar exclusivamente el voto por correo en un contexto que da ventaja a un poder, el Partido Ley y Justicia (PiS), que ¡°profundiza en la direcci¨®n autoritaria¡±, apunta Youngs. Este mismo jueves, varios antiguos presidentes y ex primeros ministros llamaron a boicotear las elecciones.
Mandato de las urnas
Un desaf¨ªo distinto plantean los comicios en EE UU, que no se celebran hasta noviembre, pero donde el debate sobre c¨®mo organizarlos ya est¨¢ en ebullici¨®n. ¡°Es una elecci¨®n extremadamente importante, y no da la impresi¨®n de que el Gobierno se est¨¦ preparando. Me preocupa una elecci¨®n que probablemente puede ser cuestionada por la parte perdedora porque el pa¨ªs est¨¢ muy polarizado¡±, afirma desde Washington Sarah Repucci, vicepresidenta de Investigaci¨®n y An¨¢lisis de la organizaci¨®n de derechos humanos Freedom House. La covid-19 ya ha alterado dr¨¢sticamente las primarias dem¨®cratas y cambiar la fecha de noviembre requer¨ªa una enmienda constitucional y un consenso improbable ahora. Adem¨¢s, las decisiones sobre la gesti¨®n de las elecciones se toman a muchos niveles, y existen riesgos de intentos de manipulaci¨®n, por ejemplo a trav¨¦s de trabas al registro de votantes, ¡°de forma que se favorezca a los seguidores de un partido concreto¡±.
Tambi¨¦n hay contrastes entre los pa¨ªses que han optado por suspender procesos electorales. No ha habido grandes debates en pa¨ªses como Italia o Suiza, donde el sistema de democracia directa, con frecuentes consultas en las urnas, se ha congelado por primera vez desde 1951 hasta septiembre.
Sin embargo, en medio de la pandemia, los Gobiernos no se han detenido en demasiadas reflexiones sobre los aplazamientos. Se han centrado en la emergencia, ¡°pero cuando vayan presentando programas de salida, deber¨¢n dar se?ales de c¨®mo recuperar las libertades para tratar de minimizar la preocupaci¨®n de que sufra la democracia¡±, destaca Youngs. En el caso de Espa?a, donde se pospusieron elecciones auton¨®micas, el lehendakari, I?igo Urkullu, plantea que es factible desde el punto de vista jur¨ªdico y cient¨ªfico abrir las urnas en julio.
Con instituciones y garant¨ªas constitucionales fuertes los riesgos son menores, pero hay casos que preocupan a los expertos. Ah¨ª est¨¢ Bolivia, con un Gobierno interino liderado por Jeanine ??ez tras el exilio forzoso de Evo Morales, y donde ¡°se pospusieron elecciones pol¨ªticamente muy cargadas, en una situaci¨®n de gran polarizaci¨®n¡±, explica Casas Zamora. No se ha fijado fecha ¡ªaunque esta semana el Parlamento abord¨® un proyecto de ley para que se fijen en 90 d¨ªas cuando se apruebe¡ª y la incertidumbre da a alas a rumores sobre el supuesto inter¨¦s del poder en dejar los comicios en el limbo.
Adem¨¢s, el peligro de agravar la crisis arroja su sombra sobre Chile despu¨¦s de que el presidente, Sebasti¨¢n Pi?era, haya sugerido un segundo aplazamiento del refer¨¦ndum ahora previsto en octubre para un nuevo proceso constituyente. De confirmarse, y si no existe ¡°una evidencia absolutamente incontrovertible de los peligros que celebrarlo implicar¨ªa, me parece que s¨ª se generar¨ªa un problema pol¨ªtico muy grave porque fue justamente el consenso alrededor de abrir ese proceso constituyente el que permiti¨® una salida adecuada a la explosi¨®n de descontento social que vivi¨® Chile el a?o anterior¡±, sostiene el secretario general de IDEA Internacional.
La pandemia tambi¨¦n supone un desaf¨ªo a los planes de Putin de perpetuarse en el poder al menos hasta 2036 con una reforma constitucional cuya votaci¨®n en las urnas se ha visto obligado a aplazar. Las consecuencias est¨¢n por ver. ¡°Ha habido muchos momentos en los ¨²ltimos a?os en que se dec¨ªa que afloraban las debilidades de Putin y luego ha tenido ¨¦xito en manipular la situaci¨®n a su favor, en fortalecerse. Si el virus tiene fuerte impacto, puede ser que se complique su estrategia de legitimarse. Pero sobre todo lo complicar¨¢ para la oposici¨®n, que tiene mucho menos espacio y dificultades para exponer sus argumentos sin ser vistos como desleales¡±, explica Youngs.
Freedom House tambi¨¦n sigue de cerca en ?frica el caso de Etiop¨ªa, donde ¡°un nuevo r¨¦gimen lleg¨® al poder hace unos a?os y ha tenido una trayectoria prometedora, pero es realmente importante que tenga un mandato a trav¨¦s de elecciones, ya que el aplazamiento (los comicios estaban previstos para agosto) puede exacerbar las tensiones ¨¦tnicas¡±, se?ala Repucci. Etiop¨ªa no celebra elecciones competitivas desde 2005.
Democracia digital
La pandemia obliga a repensar c¨®mo se ejercer¨¢ el sufragio en los pr¨®ximos tiempos. El voto por correo funciona en Europa, ¡°pero en otro mont¨®n de pa¨ªses eso no existe, y en Am¨¦rica Latina es una rareza¡±, anota Casas Zamora. Hay otras opciones, como que se vote ¡°a lo largo de varios d¨ªas¡± para regular la afluencia a las urnas. Requerir¨¢ un refuerzo de seguridad y medidas sanitarias, pero no presenta mayores problemas tecnol¨®gicos.
En pa¨ªses con menos recursos, que ya de por s¨ª sufrir¨¢n el golpe m¨¢s duro con la pandemia y donde la polarizaci¨®n puede debilitar a¨²n m¨¢s las instituciones, ¡°la comunidad internacional, especialmente los pa¨ªses ricos, tiene que dar soporte, aportar recursos extras para que se puedan celebrar elecciones¡± en condiciones, reclama Repucci.
Tambi¨¦n ¡°la democracia digital va a ser un tema¡±, augura el investigador de Carnegie Europe, que cita el ejemplo de Estonia. Lleva desde 2005 utilizando el voto electr¨®nico en elecciones y esta v¨ªa ha ido tomando fuerza. Si bien se ha visto ¡°que la gente no vota necesariamente m¨¢s por tener acceso a ese sistema, hay expertos que creen que esta crisis acelerar¨¢ su uso¡±.
Para Repucci, el voto electr¨®nico plantea a¨²n ¡°un riesgo alto de inseguridad, b¨¢sicamente de hackeo¡±. ¡°Tal vez alg¨²n d¨ªa, pero ahora no tenemos la tecnolog¨ªa ni el aparato administrativo necesario¡±, afirma. Existe el riesgo de que los resultados se vean cuestionados y erosionen la confianza en el sistema, como ha ocurrido ya en Bolivia con el traslado inform¨¢tico de los votos que fall¨® a mitad de recuento y abri¨® la crisis que desaloj¨® del poder a Evo Morales, o la desastrosa aplicaci¨®n de una nueva app en las primarias dem¨®cratas de Iowa que retras¨® varios d¨ªas el resultado.
Una experiencia a analizar la aporta Corea del Sur, un ¡°ejemplo de buenas pr¨¢cticas¡±, seg¨²n Casas Zamora, con unas elecciones legislativas a mediados de este mes donde la participaci¨®n fue la m¨¢s alta desde 1992. Varios factores confluyeron para ese resultado, apunta: el pa¨ªs no estaba en cuarentena y la autoridad electoral dispon¨ªa de una legislaci¨®n y recursos para ofrecer alternativas, de modo que la poblaci¨®n vot¨® por correo y en locales antes del d¨ªa propio de los comicios, lo que permiti¨® controlar la afluencia a las urnas. Pero ¡°lo que hicieron excepcionalmente bien fue comunicar con una gran claridad por qu¨¦ estaban haciendo las cosas y c¨®mo se estaban haciendo¡±, explica el secretario general de IDEA Internacional, ¡°y todas esas medidas se tomaron respaldadas por un consenso pol¨ªtico muy amplio. Y eso es clave¡±.
De Corea del Sur se puede aprender, coincide Repucci, pero ¡°es un pa¨ªs rico, y en otros habr¨¢ que tomar medidas extras¡±. La brecha de la desigualdad se agravar¨¢ tambi¨¦n en este ¨¢mbito en los pr¨®ximos a?os. ¡°La pandemia va a seguir con nosotros un buen tiempo, por eso es crucial pensar seriamente en los mecanismos alternativos del voto que pueden estar al alcance de cualquier autoridad electoral¡±, concluye Casas Zamora, ¡°porque no se puede posponer indefinidamente el ejercicio del derecho m¨¢s b¨¢sico que define una democracia¡±.
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