Los secretos del exjefe paramilitar

Salvatore Mancuso es uno de los protagonistas m¨¢s conocidos de la guerra en Colombia. Fue uno de los jefes m¨¢ximos de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), acusado de dirigir 139 masacres en las que fueron asesinadas 800 personas, entre otros muchos delitos. La pasada d¨¦cada firm¨® el proceso de paz que hizo el expresidente ?lvaro Uribe con los paramilitares, para el cual se cre¨® Justicia y Paz, una jurisdicci¨®n espec¨ªfica para ese grupo armado que les permit¨ªa pagar ocho a?os de condena a cambio de contar la verdad. Mancuso tambi¨¦n es recordado por los colombianos por su presencia en el Congreso de la Rep¨²blica en 2004, donde fue recibido con honores por parte de senadores, una bofetada para sus v¨ªctimas; y tambi¨¦n, por ser uno de los jefes paramilitares extraditados a Estados Unidos por orden del hoy senador Uribe.

Tras el proceso de paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC se cre¨® otro tribunal de paz, esta vez para los combatientes de la guerrilla y los miembros de la Fuerza P¨²blica. Este, llamado Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), tambi¨¦n otorga beneficios jur¨ªdicos a aquellos que se sometan y entreguen informaci¨®n sobre la verdad del conflicto armado. Y, dado que la alianza entre poderes econ¨®micos y pol¨ªticos con grupos armados fue una de las realidades m¨¢s ocultas de la guerra, la JEP ampli¨® la posibilidad de que civiles (financiadores, funcionarios p¨²blicos o empresarios) se sometan voluntariamente al tribunal de paz. Se presentaron 609 personas, adem¨¢s de 300 exparamilitares.

Desde su celda en Atlanta, en Estados Unidos, Mancuso, hijo de un inmigrante italiano, fue uno de los primeros en pedir pista. En 2019, a trav¨¦s de una teleconferencia con congresistas, dijo que quer¨ªa aportar informaci¨®n sobre los v¨ªnculos del poder econ¨®mico y el grupo armado que dirigi¨®, y quer¨ªa someterse a este tribunal en calidad de auspiciador o financiador del conflicto. Pero despu¨¦s de evaluar su solicitud, la JEP acaba de rechazar su sometimiento. La raz¨®n: la Sala de Reconocimiento concluy¨® que ¡°su rol en este periodo [entre 1989 y 1997] fue la de un miembro org¨¢nico de la estructura criminal, desarrollando una funci¨®n continua de combate¡±. Y agreg¨® que Mancuso no demostr¨® que sus conductas ¡°correspondieran a las de un tercero civil financiador o colaborador de un grupo armado ilegal sino, por el contrario, evidencian su participaci¨®n directa en las hostilidades al ejercer una funci¨®n continua de combate¡±.

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Tras conocerse esa decisi¨®n, el debate gira ahora en torno a las verdades sobre el conflicto que se perder¨ªan debido a ese rechazo. La magistrada de la JEP Catalina D¨ªaz asegur¨® a medios de comunicaci¨®n que esto no impide que Mancuso pueda ser llamado como testigo en algunos de los siete macro casos que se investigan. ¡°Si alg¨²n magistrado considera que es importante y necesario escucharlo como testigo, perfectamente se podr¨ªa hacer, lo cual no equivale a que ¨¦l se beneficie con un r¨¦gimen de beneficios¡±, dijo D¨ªaz.

Los solicitantes a la JEP deben presentar un ¡°plan de verdad¡± y comprometerse a aportar pruebas e informaci¨®n que supere la que ya han dado en la justicia ordinaria y que ayude a esclarecer casos relacionados con el conflicto. En su petici¨®n, Mancuso asegur¨® que ¨¦l patrullaba junto a militares como el mayor Walter Fratini Lobacio ¡ªya fallecido¡ª, quien fue comandante mayor del Ej¨¦rcito y comandante del batall¨®n de contraguerrilla de la IX Brigada. Adem¨¢s, que ¡°portaba armas largas y participaba directamente de manera efectiva en acciones armadas con fines contrainsurgentes, no solo con el aporte de informaci¨®n¡±.

¡°?l indic¨® que portaba armas largas, participaba en acciones militares y eso no fue espor¨¢dico sino permanente. La JEP no fue creada para los combatientes paramilitares y ellos tuvieron su propio arreglo de justicia transicional con la fiscal¨ªa y tiene que dedicarse a lo que le corresponde¡±, dijo la magistrada D¨ªaz a W radio. Sin embargo la decisi¨®n no fue un¨¢nime y tres magistrados salvaron su voto.

Mancuso cumpli¨® su condena por narcotr¨¢fico en Estados Unidos, donde se encuentra aislado por dar positivo para covid-19, y este a?o podr¨ªa regresar a Colombia. Pero mantiene casos abiertos con Justicia y Paz (el tribunal creado para los paramilitares) y tambi¨¦n podr¨¢ apelar la decisi¨®n que le neg¨® la JEP. No es el ¨²nico exjefe paramilitar rechazado. En total, se han postulado 10 exmiembros de ese grupo armado y est¨¢n apelando para poder ingresar a este tribunal, que fue creado en el proceso de paz de La Habana.