Estados Unidos pide que el pr¨ªncipe Andr¨¦s responda sobre el ¡®caso Epstein¡¯
Los abogados del Duque de York contraatacan y aseguran que ofreci¨® sin ¨¦xito su colaboraci¨®n a la Fiscal¨ªa de Nueva York hasta en tres ocasiones
El pr¨ªncipe Andr¨¦s de Inglaterra est¨¢ dispuesto a luchar por su reputaci¨®n en el mismo campo de batalla donde result¨® destrozado el a?o pasado: el de la opini¨®n p¨²blica. Fuentes de su entorno hab¨ªan avanzado este lunes a los medios brit¨¢nicos su intenci¨®n de responder con firmeza a la ¨²ltima bomba lanzada desde Estados Unidos contra el miembro m¨¢s problem¨¢tico de la Familia Real brit¨¢nica. El Departamento de Justicia estadounidense, seg¨²n adelant¨® el domingo el tabloide The Sun, ha enviado al Ministerio del Interior del Reino Unido una petici¨®n de Asistencia Legal Mutua (MLA, en sus siglas en ingl¨¦s) para forzar la colaboraci¨®n del hijo de Isabel II en la investigaci¨®n abierta sobre el millonario y ped¨®filo estadounidense, Jeffrey Epstein. Es un paso intermedio entre la normal cooperaci¨®n policial y la solicitud de extradici¨®n, y de salir adelante, podr¨ªa suponer que Andr¨¦s tuviera que comparecer ante un tribunal brit¨¢nico y someterse a las preguntas de los fiscales.
El equipo de abogados que defiende al duque de York ha respondido poco despu¨¦s con un comunicado p¨²blico en el que aseguran que ofrecieron hasta tres veces su voluntad de cooperar a las autoridades estadounidenses. ¡°Desgraciadamente, el Departamento de Justicia respondi¨® a las dos primeras ofertas salt¨¢ndose sus propias reglas de confidencialidad y asegurando que el duque hab¨ªa aportado ¡®cero cooperaci¨®n¡±, dice el texto. ¡°Al hacer eso, daban la impresi¨®n de buscar publicidad en vez de aceptar la ayuda ofrecida¡±, concluye la respuesta. Los representantes de Andr¨¦s evitan de este modo especificar si la comunicaci¨®n con el fiscal estadounidense fue m¨¢s all¨¢ de un formalismo para evitarse problemas o si el hijo de Isabel II estaba realmente dispuesto a facilitar el avance de la investigaci¨®n.
Desde que en 2010 salieron a la luz fotos del pr¨ªncipe junto a su amigo Epstein, paseando de modo relajado por Central Park (Nueva York), se han ido acumulando informaciones que involucran gravemente a Andr¨¦s con las actividades del financiero y con la trama de ¡°esclavas sexuales¡± que controlaba. Una de las v¨ªctimas de Epstein, Virginia Roberts, ha asegurado que fue forzada al menos en tres ocasiones a mantener relaciones sexuales con el duque de York cuando ten¨ªa 17 a?os.
La entrevista televisiva concedida por el pr¨ªncipe al programa Newsnight de la BBC, el pasado noviembre, fue un desastre publicitario en cascada que present¨® a Andr¨¦s como un personaje irresponsable e insensible, forz¨® a Isabel II a apartar a su hijo predilecto de las actividades oficiales de la Casa Real y acab¨® con el despido dr¨¢stico de Amanda Thirsk, la secretaria personal del pr¨ªncipe y responsable de una decisi¨®n que buscaba mejorar la imagen de su jefe y provoc¨® un terremoto en Buckingham. Andr¨¦s teji¨® su propia telara?a en esa entrevista, al asegurar, con una ambig¨¹edad mal calculada, que estaba dispuesto a colaborar con la investigaci¨®n ¡°si as¨ª se lo indicaban sus asesores legales¡±. Desde entonces se han multiplicado las quejas de la Fiscal¨ªa estadounidense por la escasa voluntad de ayuda del pr¨ªncipe. ¡°Cero cooperaci¨®n¡±, dijo el fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Geoffrey Berman, quien lleg¨® a asegurar que el miembro de la realeza ¡°hab¨ªa cerrado completamente las puertas a cualquier tipo de cooperaci¨®n voluntaria¡±.
Los abogados de Andr¨¦s se limitaban a responder que hab¨ªan mantenido ¡°contactos regulares con la fiscal¨ªa estadounidense¡± desde principios de a?o, sin especificar si tales contactos hab¨ªan sido de ayuda para la investigaci¨®n. La decisi¨®n de poner en marcha el mecanismo de la MLA el pasado mayo, como se ha sabido ahora, sugiere que el equipo legal de Andr¨¦s maniobraba m¨¢s por dilatar las pesquisas que por arrojar alguna luz al caso. ¡°Hemos decidido durante todo este tiempo ajustarnos a la letra y al esp¨ªritu de las normas, y por eso durante todo el a?o no hemos querido hacer comentarios sobre todo lo que estuviera relacionado con el Departamento de Justicia [estadounidense]. Creemos en el juego limpio¡±, han dicho fuentes de la defensa de Andr¨¦s al diario Daily Mail. ¡°Ahora mismo estamos al l¨ªmite de nuestra paciencia¡±, han a?adido.
Las autoridades estadounidenses han decidido saltarse al intermediario, en este caso el Palacio de Buckingham, para acudir directamente al Gobierno de Boris Johnson, que se ver¨¢ obligado a tomar tarde o temprano una decisi¨®n inc¨®moda. Es previsible que la primera respuesta exija una aclaraci¨®n de la petici¨®n ¨CDowning Street no ha querido hacer ning¨²n comentario sobre un procedimiento que requiere confidencialidad¨C, pero el resultado final solo puede ser una respuesta negativa o positiva. En este segundo supuesto, las opciones variar¨ªan desde una declaraci¨®n voluntaria, presencial o en documento firmado de Andr¨¦s a la posibilidad de que tuviera que comparecer ante un tribunal brit¨¢nico. A diferencia de la Reina, su hijo no goza de inmunidad diplom¨¢tica, y su ¨²nica protecci¨®n podr¨ªa ser acogerse a la Quinta Enmienda de la Constituci¨®n de EE UU, que le otorga el derecho a guardar silencio y no decir nada que pudiera incriminarle m¨¢s en una investigaci¨®n en la que, hasta ahora, sigue manteniendo la calidad de testigo. Llegado ese caso, la credibilidad p¨²blica de Andr¨¦s, ya por los suelos, pasar¨ªa a ser inexistente.
El pr¨ªncipe ha recibido durante estos meses asesoramiento legal de Clare Montgomery, la penalista que defendi¨® al exdictador chileno Augusto Pinochet ante la C¨¢mara de los Lores, y asesoramiento de imagen de Mark Gallagher, apodado ¡°the backroom fixer¡± (algo as¨ª como el ama?ador secreto), especialista en la gesti¨®n de crisis. La pretensi¨®n de transparencia perseguida con la entrevista a la BBC acab¨® volvi¨¦ndose en su contra, porque revel¨® m¨¢s aquello de lo que no quer¨ªa hablar o acordarse que de lo que ignoraba en torno a Epstein. Todo sugiere que la nueva estrategia de su equipo legal busca ahora un duelo de fuerza con las autoridades estadounidenses que aleje la atenci¨®n de la opini¨®n p¨²blica brit¨¢nica de los manejos del pr¨ªncipe con el financiero y la conduzca a una supuesta pugna de soberan¨ªa jurisdiccional.
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