Un nuevo obst¨¢culo en el calvario de los civiles sirios
La llamada ley C¨¦sar amenaza con empobrecer a¨²n m¨¢s a un pa¨ªs que arrastra nueve a?os de guerra.
Detr¨¢s de la ley C¨¦sar, aprobada por la Administraci¨®n de Donald Trump para aislar m¨¢s a Siria y que ha entrado en vigor este mi¨¦rcoles, hay un nombre y dos caras. C¨¦sar es el seud¨®nimo elegido por el desertor militar sirio que huy¨® con unas 55.000 fotograf¨ªas como prueba de los cr¨ªmenes cometidos por el Gobierno de Bachar el Asad, entre ellas 6.786 de presos muertos en las c¨¢rceles durante su detenci¨®n. La otra cara la pone, desde 2019, un superviviente de esas celdas, Omar Al Shogre, quien a sus 25 a?os va por su s¨¦ptima vida. ¡°Soy el final feliz de las fotograf¨ªas de C¨¦sar, el que vive para contarlo y lucha por que no se repita¡±, cuenta desde Estocolmo por tel¨¦fono este refugiado oriundo de la costera provincia siria de Tartus.
El nuevo paquete de sanciones, con una validez de cinco a?os, se suma a casi cuatro d¨¦cadas de medidas contra Siria. Pero supone un dr¨¢stico mazazo para Damasco al extender los castigos tanto a personas como a empresas extranjeras. ¡°Queremos cortar todas las manos que sostienen al r¨¦gimen desde Rusia a Ir¨¢n, pero tambi¨¦n las chinas y de los emiratos¡±, afirma Al Shogre. Los expertos aseguran que la ley debilitar¨¢ a El Asad, pero tambi¨¦n ahogar¨¢ a una exhausta poblaci¨®n civil que arrastra nueve a?os de contienda a sus espaldas con medio mill¨®n de muertos.
¡°Fui torturado, abusado sexualmente, perd¨ª 30 kilos y casi muero de tuberculosis¡±, dice el refugiado, quien a los 17 a?os fue arrestado por participar en una protesta en 2012. Logr¨® salir tras ¡°tres a?os en el infierno¡±, al sobornar a un guardia, para embarcarse en una patera rumbo a Europa. En apenas un lustro, Al Shogre ha sido preso, refugiado y, desde su ¨²ltima entrevista con EL PA?S, dependiente en una tienda de m¨®viles en Suecia para convertirse hoy en el director de asuntos para los detenidos en el Syrian Emergency Task Force (SETF, por sus siglas en ingl¨¦s y creado por sirio-estadounidenses en la oposici¨®n a Damasco). Conoci¨® a C¨¦sar dos a?os atr¨¢s, cuando el SETF le fich¨® por sus dotes de orador durante una de sus habituales charlas en universidades.
¡°C¨¦sar y yo empezamos a reunirnos con tantos congresistas como pudimos y les expusimos la imagen completa: ¨¦l, de la desaparici¨®n de los cuerpos dentro del sistema carcelario del r¨¦gimen; y yo, del testimonio de esos cad¨¢veres¡±, prosigue. Perdi¨® a su padre y dos hermanos, por lo que asegura que con esta ley pretende hacer justicia a ¡°los 80.000 desaparecidos y salvar vidas de los 50.000 detenidos que a¨²n quedan en las mazmorras sirias¡±. No esconde que el fin ¨²ltimo de la ley es ¡°la ca¨ªda del r¨¦gimen de El Asad¡±.
Las medidas de castigo llegan en una coyuntura de grave crisis econ¨®mica aparejada a la ca¨ªda libre de la libra siria (SYP, por sus siglas en ingl¨¦s) y con, seg¨²n la ONU, el 83% de los 18 millones de sirios que quedan en el pa¨ªs bajo el umbral de la pobreza. La SYP ha sido precisamente la primera v¨ªctima de la ley C¨¦sar este mi¨¦rcoles, cuando el Banco Central sirio ha anunciado una devaluaci¨®n del 80% en su paridad oficial frente al d¨®lar (y en un 426% en el mercado informal desde marzo).
¡°La ley puede ahondar la crisis a medida que el Gobierno sirio pierde todo control sobre la econom¨ªa¡±, sostiene el analista Yezid Sayigh, del Centro Carnegie de Beirut. ¡°Una situaci¨®n que puede provocar el descontento de aquellos estratos hasta ahora neutrales o leales a El Asad, como las minor¨ªas alau¨ª, cristiana y drusa o incluso el Ej¨¦rcito y los funcionarios¡±, agrega. Prueba de ello ser¨ªa la reciente destituci¨®n del primer ministro sirio, Imad Khamis, o las inusitadas protestas en la sure?a provincia drusa de Sueida.
¡°Bachar no va a caer con las sanciones porque no hay una alternativa¡±, estima, por su parte, un conocido analista sirio que se ampara en el seud¨®nimo El Ehsani. Seg¨²n El Ehsani, la ley C¨¦sar est¨¢ concebida para cortocircuitar todo intento de reconstrucci¨®n en Siria que llegue sin aval europeo o de Washington: ¡°Afectar¨¢ a grandes compa?¨ªas de construcci¨®n extranjeras que desistir¨¢n de sus beneficios en Siria para preservar sus negocios en otras partes del mundo¡±.
El Banco Mundial calcula en m¨¢s de 400.000 millones de d¨®lares (unos 356.000 millones de euros) la factura de la contienda siria, con el 50% de las infraestructuras diezmadas. El experto tambi¨¦n advierte de efectos colaterales como la permanencia de los 5,7 millones de refugiados sirios ¡ªun mill¨®n en Europa¡ª en sus pa¨ªses de acogida, al alejar toda esperanza de un pr¨®ximo retorno a sus hogares en el pr¨®ximo lustro. El Gobierno sirio ha tildado las nuevas restricciones econ¨®micas de ¡°crimen de guerra¡± y acusa a EE UU de la ca¨ªda de la SYP. El Ej¨¦rcito regular sirio, con apoyo de la aviaci¨®n rusa y de las milicias proiran¨ªes, ha logrado recuperar el control del 70% del territorio nacional.
Ayuda humanitaria
Las sanciones se dirigen contra los sectores de la construcci¨®n, la energ¨ªa y la aviaci¨®n, pero quedan expl¨ªcitamente excluidas la ayuda humanitaria, alimentos y medicamentos. ¡°Se trata de una ley contra el r¨¦gimen, pero no contra el pueblo sirio¡±, defiende Al Shogre. No obstante, los expertos aseguran que las sanciones provocar¨¢n un efecto disuasorio de facto en toda empresa extranjera que comercie con Siria, ampliamente dependiente de las importaciones, desde el ma¨ªz a las m¨¢quinas de rayos X, por temor tanto a las represalias de Washington como a enfangarse en arduas transacciones con el Banco Central sirio.
Si bien en Beirut los funcionarios europeos aseguran que la ayuda humanitaria no se ver¨¢ afectada, los trabajadores extranjeros de ONG en el terreno discrepan. ¡°Ya hace mella agravando la situaci¨®n humanitaria tras el bloqueo de Rusia a toda distribuci¨®n transfronteriza desde Irak y Jordania a los desplazados sirios¡±, argumenta desde el anonimato un cooperante europeo. Las ayudas en met¨¢lico entregadas al inicio de mes son clave para decenas de miles de los desplazados m¨¢s vulnerables, que han visto c¨®mo se evaporan dos tercios de su valor tras dos semanas continuas de devaluaciones de la libra siria en el mercado informal. Tras la entrada en vigor de la ley C¨¦sar, varias ONG europeas contemplan entregar las ayudas en d¨®lares al noreste de siria (bajo control de las milicias kurdas), y en libras turcas en Idlib (al noroeste y bajo control de facciones yihadistas afines a Al Qaeda).
¡°La prioridad es salvar vidas y con esta ley podemos impedir que El Asad compre m¨¢s aviones para bombardear civiles en [la provincia rebelde de] Idlib¡±, prosigue Al Shogre. ¡°Ya no hay bombardeos sobre nuestras cabezas [desde la tregua del pasado 5 de marzo en Idlib], pero tampoco una sola lira en mi bolsillo¡±, protesta Jalid Zafiri, de 42 a?os y padre de cinco hijos, desde el campo de Atmeh, en la frontera noroccidental con Turqu¨ªa, donde se hacina medio mill¨®n de desplazados. Los vecinos de Idlib aseguran que la crisis econ¨®mica tambi¨¦n ha puesto contra las cuerdas al llamado Gobierno de Salvaci¨®n que administra, en esta regi¨®n insurrecta, a cerca de tres millones de personas.
¡°?Nos piden ahora un impuesto de matriculaci¨®n de 25 d¨®lares [22 euros] por motocicleta!¡±, protesta Zafiri. Los comercios en Idlib se abastecen de productos llegados de Turqu¨ªa y desde esta semana solo aceptan liras turcas para bater¨ªas que suplen la falta de electricidad o bombonas de gas cuyo precio ha duplicado hasta llegar a los 10 euros [sueldo mensual para muchos sirios]. ¡°El Asad seguir¨¢ en su palacio y nosotros nos moriremos de hambre¡±, es la lectura de Zafiri de la nueva ley.
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