Andr¨¦ Ventura, el ultra portugu¨¦s que busca su hueco entre los grandes partidos
El diputado de Chega procura captar votos de cara a unas elecciones presidenciales en las que quiere crecer para hacerse necesario en la derecha, al estilo de Vox
Pocos pa¨ªses quieren tanto a su presidente como Portugal a Marcelo Rebelo de Sousa, un profesor universitario con una discreta carrera pol¨ªtica que dej¨® la c¨¢tedra de Derecho en 2016 para ocupar la jefatura del Estado y quien hoy, si finalmente oficializa su candidatura para las presidenciales de enero, ser¨ªa reelegido con el 65% de los votos, seg¨²n los sondeos m¨¢s recientes. Marcelo ¡ªno hay quien lo llame de otra manera en el pa¨ªs¡ª hace fila en el s¨²per, ha dado entrevistas sumergido en un r¨ªo para promover el turismo rural, es el rey de los selfis e incluso sus adversarios pol¨ªticos reconocen que tiene un gran sentido de Estado. Una campa?a con un candidato as¨ª no tendr¨ªa mayores sobresaltos a no ser porque la ultraderecha de Portugal, que en las legislativas del a?o pasado logr¨® por primera vez un esca?o con el 1,29% de los votos, se ha propuesto cobrar protagonismo en la campa?a.
Lo har¨¢ de la mano de Andr¨¦ Ventura, un abogado de 37 a?os que se dio a conocer como comentarista deportivo del Benfica ¡ªuno de cada dos aficionados portugueses es seguidor del equipo, seg¨²n un sondeo del a?o pasado¡ª y quien desde octubre es parlamentario por el partido de derecha radical Chega (Basta). Ventura daba el pasado domingo el pistoletazo de salida oficioso a la carrera electoral en una manifestaci¨®n contra los grupos antirracistas a la que asistieron dos centenares de personas.
Chega participa en las presidenciales con los ojos puestos en unas hipot¨¦ticas legislativas. En sus c¨¢lculos est¨¢ que el desplome de la econom¨ªa, que ha ca¨ªdo un 16,5% el segundo trimestre de este a?o, provoque una crisis pol¨ªtica y, con ella, un adelanto electoral del que todo el espectro de la derecha salga beneficiado. La formaci¨®n suma alrededor de un 7% de la intenci¨®n de voto tanto para las presidenciales como para unas eventuales parlamentarias. El plan del partido es alcanzar al menos el 10% de los votos para ser un actor a tener en cuenta en la pr¨®xima legislatura y ser tomado en consideraci¨®n para formar un eventual Gobierno junto al PSD, la formaci¨®n mayoritaria en la derecha.
Con el protagonismo medi¨¢tico en el bolsillo por sus desafiantes intervenciones en el Parlamento y las redes sociales, Ventura se ha fijado como objetivo estrat¨¦gico la conquista de las plazas. ¡°Siempre que la izquierda salga a la calle a decir que Portugal es un pa¨ªs racista, nosotros saldremos con el doble de fuerza a mostrar que no. Las calles son de la derecha desde que apareci¨® Chega¡±, lanz¨® el pol¨ªtico tras la convocatoria de varias protestas por el homicidio a sangre fr¨ªa del actor negro Bruno Cand¨¦ Marques en una concurrida calle de la periferia de Lisboa a plena luz del d¨ªa el pasado 25 de julio. El asesino, un jubilado de 76 a?os y veterano de las guerras coloniales, hab¨ªa amenazado a la v¨ªctima con insultos racistas tras una discusi¨®n por la perra que acompa?aba siempre al actor.
El l¨ªder del PSD, Rui Rio, hizo un gui?o a Chega la semana pasada sobre una posible coalici¨®n si el partido ultra adopta posiciones m¨¢s moderadas. Rio ha recalcado, al igual que Ventura, que no hay racismo en Portugal y el ultra lo hab¨ªa invitado a unirse a la movilizaci¨®n de este domingo, a la que finalmente no asisti¨®, aunque s¨ª fueron otros miembros del PSD.
¡°La estrategia de dejar entrar a la derecha radical en los Gobiernos, como en el caso de Vox en la Comunidad de Madrid, a la espera de que as¨ª moderen sus posiciones es muy arriesgada¡±, se?ala Andr¨¦ Freire, profesor de Ciencia Pol¨ªtica del Instituto Universitario de Lisboa. ¡°Lo que hemos visto es que en un panorama m¨¢s general conduce a lo contrario, a que la derecha tradicional se radicalice. El PSD est¨¢ mucho m¨¢s al centro que el PP, pero la opci¨®n de que aumente la polarizaci¨®n en el sistema pol¨ªtico est¨¢ abierta¡±, agrega.
El primer ministro, el socialista Ant¨®nio Costa, maniobra mientras tanto para alejar el fantasma del adelanto electoral. La crisis por la pandemia lo acerc¨® al PSD y aument¨® las tensiones con los comunistas y el Bloco de Esquerda, sus antiguos socios de Gobierno, pero en las ¨²ltimas semanas ha recalcado su compromiso con los grupos progresistas para evitar un hipot¨¦tico naufragio electoral a medio plazo. Costa gobierna en minor¨ªa, con 108 de los 230 esca?os de la Asamblea de la Rep¨²blica, y tiene por delante un panorama postcoronavirus muy dif¨ªcil.
Ventura presume de que se propone llevar a Rebelo de Sousa a una segunda vuelta que a estas alturas se antoja casi imposible. Pero, de momento, al menos podr¨¢ aprovechar la visibilidad que proporciona la campa?a electoral. En marzo, cuando anunci¨® su candidatura y la covid-19 todav¨ªa no se hab¨ªa revelado en toda su devastaci¨®n, el porvenir era bien diferente y los ba?os de masas no pertenec¨ªan a¨²n al pasado remoto como hoy. El diputado, que ceder¨¢ su esca?o temporalmente entre septiembre y enero a su n¨²mero dos, Diogo Pacheco de Amorim, ha resuelto esta circunstancia asistiendo a cenas con aforo limitado, seg¨²n la prensa portuguesa. Una de ellas, de acuerdo con una investigaci¨®n de la revista Vis?o, se celebr¨® con un grupo de destacados empresarios interesados en escuchar de primera mano los proyectos del diputado ultra, de cuyas propuestas poco se conoce m¨¢s all¨¢ de su discurso anticorrupci¨®n, los ataques a las minor¨ªas y propuestas populistas como la castraci¨®n qu¨ªmica de ped¨®filos.
La estrategia comunicativa de Chega recuerda la del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Ventura se despacha en exabruptos que despu¨¦s matiza, desestima o directamente contradice. ¡°Lo que pas¨® con George Floyd no fue racismo¡±, escribi¨® el diputado portugu¨¦s en Twitter el pasado junio en referencia a la muerte de un hombre negro asfixiado por un oficial en Minneapolis, ¡°fue exceso de fuerza policial y homicidio. En Seixal (zona metropolitana de Lisboa), con Winston Rodrigues (un negro al que un grupo de gitanos asesin¨®), hubo racismo y nadie se indign¨®¡±.
Tras la muerte del actor Marques el mensaje fue en cambio el siguiente: ¡°Bruno Cand¨¦ fue asesinado y eso es una tragedia. Como lo ser¨ªa el asesinato de un blanco o de un chino. Paren ya con el sonsonete del racismo. ?No somos un pa¨ªs racista! Nada en este crimen apunta a que haya sido por odio racial¡±.
Ventura divulg¨® una publicaci¨®n en Facebook de una mujer que asegura que el actor negro asesinado sol¨ªa agredir a los ancianos del barrio. ¡°?Gracias por el valiente testimonio! La verdad sirve siempre para desenmascarar la hipocres¨ªa del racismo en Portugal. ?Ten¨ªamos raz¨®n!¡±. Un par de d¨ªas despu¨¦s convocaba la marcha celebrada este domingo.
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