La izquierda de Bernie Sanders se resiste a decir adi¨®s
El sector progresista reivindica su espacio en la Convenci¨®n Dem¨®crata, pese a que el partido apunta a los votantes de centro
El 26 de julio de 2016, tras una tensa jornada en una Convenci¨®n Dem¨®crata marcada por las cicatrices de unas primarias fratricidas, el senador izquierdista Bernie Sanders proclam¨® desde el p¨²lpito: ¡°Hillary Clinton debe convertirse en la pr¨®xima presidenta de Estados Unidos¡±. La revoluci¨®n admit¨ªa su derrota, pero fue una derrota tan ajustada, despu¨¦s de la consolidaci¨®n de un movimiento tan poderoso, que muchos comprendieron que aquello no era una despedida. Y no lo fue.
Este lunes, cuatro a?os despu¨¦s, en un mundo muy distinto, Bernie Sanders vuelve a la Convenci¨®n Dem¨®crata con otra derrota en la mochila. Pero esta vez, s¨ª suena a despedida. Al menos, para un candidato que llegar¨ªa con 82 a?os a las siguientes presidenciales y que sufri¨® un ataque al coraz¨®n durante la campa?a de las ¨²ltimas primarias. ?Pero qu¨¦ hay del movimiento? Al fin y al cabo, aunque el pelo despeinado y las gafas del candidato adornaran las camisetas y las pegatinas, nunca se trat¨® de una sola persona. ¡°Yo no, nosotros¡±, rezaba el eslogan de la ¨²ltima campa?a.
Tras un arranque prometedor que hizo so?ar con que tres a?os de Donald Trump hab¨ªan convencido al electorado de la inevitabilidad de la ¡°revoluci¨®n democr¨¢tica¡±, el sector izquierdista del partido, dividido en esta ocasi¨®n entre dos candidaturas, la del propio Sanders y la de Elizabeth Warren, volvi¨® a perder ante el sector moderado. El candidato dem¨®crata a la presidencia es Joe Biden, el aspirante que mejor representaba, con permiso de Michael Bloomberg, todo aquello contra lo que el sanderismo se levant¨®.
La izquierda se hab¨ªa concedido a s¨ª misma un premio de consolaci¨®n, que ha estado saboreando durante tres a?os y medio. Hab¨ªan perdido la guerra del poder, pero hab¨ªan ganado la batalla de las ideas. C¨®mo gan¨® Bernie, rezaba el t¨ªtulo del libro que escribi¨® tras la derrota Jeff Weaver, el jefe de la campa?a de Sanders en 2016. Y era cierto. El centro de gravedad del debate ideol¨®gico en estas primarias estuvo m¨¢s a la izquierda que hace cuatro a?os.
Una vez Sanders qued¨® fuera de la carrera, el propio Biden implic¨® a su exrival y a su equipo en una serie de grupos de trabajo que habr¨ªan de dise?ar la postura del partido en algunos de los principales temas. Pero, a la hora de la verdad, cuesta hablar de una victoria ideol¨®gica cuando el programa dem¨®crata ni siquiera incluye la idea central del proyecto de Sanders, apoyada a menudo en los sondeos por una mayor¨ªa del electorado: la de una sanidad p¨²blica universal y gratuita. Y eso, en medio de una emergencia sanitaria nacional sin precedentes. ¡°Soy delegado de Biden y votar¨¦ por ¨¦l, pero he votado en contra del programa. No puedo votar por un programa que no apoya la sanidad universal cuando 27 millones de personas han perdido su seguro m¨¦dico vinculado a su empleo en esta crisis. Es un imperativo moral¡±, defend¨ªa en Twitter el exsenador estatal de Georgia Vincent Fort.
El fantasma de que uno de cada cuatro seguidores de Sanders no vot¨® por Hillary Clinton en 2016 sobrevuela al establishment dem¨®crata, y la movilizaci¨®n del electorado izquierdista en esta ocasi¨®n es un imperativo. Las convenciones sirven tradicionalmente para unir a un partido despu¨¦s de la temporada de primarias. Pero en una convenci¨®n virtual, sin grader¨ªos, sin pancartas, sin pasillos, ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil comprobar hasta qu¨¦ punto se han cerrado las heridas.
Si las redes sociales son los nuevos pasillos, los primeros compases de la convenci¨®n no parecen haber satisfecho al sector izquierdista. Abundaban este lunes las protestas sobre el excesivo espacio que la organizaci¨®n ha reservado a oradores republicanos dispuestos a airear su frustraci¨®n con Trump. ¡°Un ponente republicano m¨¢s y tendr¨¢n tanta representaci¨®n como los latinos en la Convenci¨®n¡±, se quejaba en Twitter Briahna Joy Gray, que fue secretaria de prensa nacional de la ¨²ltima campa?a de Sanders.
¡°Queremos que cada segmento del pa¨ªs que apoya a Biden y Harris tenga su opci¨®n de explicar sus motivos, incluidos los republicanos. Hay votantes de Biden silenciosos, republicanos que se sienten abandonados por Trump, y queremos que nos entiendan¡±, justificaba este lunes el congresista dem¨®crata Cedric Richmond, en una conversaci¨®n por Zoom con periodistas. Una se?al de que los caladeros prioritarios para pescar votos para Biden y Harris pueden estar m¨¢s a estribor que a babor.
A pesar de sus diferencias ideol¨®gicas, Sanders y Biden tienen una s¨®lida relaci¨®n de amistad construida durante d¨¦cadas. Y la confianza del senador por Vermont en el candidato es mayor que la que despierta en las bases sanderistas. Tras abandonar la carrera presidencial el pasado mes de abril, Sanders tom¨® medidas para tratar de impedir una rebeli¨®n de sus seguidores como la que se vio hace cuatro a?os contra Hillary Clinton. La campa?a del senador, seg¨²n public¨® The Washington Post, pidi¨® a algunos de sus fieles que firmaran acuerdos por los que se compromet¨ªan a no atacar a otros candidatos o al aparato del partido, y a evitar aparatosas confrontaciones en redes sociales.
Hace cuatro a?os, cuando Sanders apoy¨® a Hillary Clinton, la sensaci¨®n general fue que lo hizo a rega?adientes. Acus¨® al establishment del partido de ama?ar la contienda, alimentando una furia entre sus seguidores que envenen¨® la convenci¨®n, y abri¨® una grieta entre las dos facciones del partido que sigue sin cerrarse cuatro a?os y otro proceso de primarias despu¨¦s. Pero Biden no quiere despedirse desde la trinchera. ¡°En este momento, lo que necesitamos es abrazar la pol¨ªtica de coalici¨®n con el objetivo de derrotar a Trump¡±, dijo en una reciente teleconferencia con sus delegados.
Impera en el aparato del partido la convicci¨®n de que calar¨¢ el mensaje de Sanders de que la prioridad absoluta es impedir un segundo mandato de Trump, que perjudicar¨ªa la causa de la izquierda mucho m¨¢s que cualquier administraci¨®n dem¨®crata. Eso, conf¨ªan, ser¨¢ suficiente para movilizar al sector izquierdista. Un sector que, tras dos derrotas y la despedida de su ic¨®nico l¨ªder, necesitar¨¢ un tiempo para reconstruir el elenco y el mensaje. La temporada de primarias, con sonadas victorias progresistas que se suman a las rev¨¢lidas de la hornada de congresistas llegadas a la C¨¢mara baja en 2018, formadas pol¨ªticamente en el sanderismo, como la popular Alexandria Ocasio-Cortez, ofrece argumentos para quien quiera mantener viva la llama que encendi¨® el veterano senador.
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