La violencia para contener las manifestaciones hunde la confianza de la ciudadan¨ªa en la polic¨ªa chilena

La confianza en la polic¨ªa y la sensaci¨®n de seguridad se ha desplomado en Chile, uno de los pa¨ªses con m¨¢s estabilidad y prestigio en sus instituciones, por los peores disturbios que ha vivido su poblaci¨®n en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Las protestas del a?o pasado en las que el presidente Sebasti¨¢n Pi?era reconoci¨® que las autoridades hab¨ªan cometido abusos han marcado la percepci¨®n de sus ciudadanos, seg¨²n indica la ¨²ltima encuesta de Gallup, una empresa de datos y an¨¢lisis estadounidense. La analista pol¨ªtica y acad¨¦mica de la Universidad de Santiago Luc¨ªa Dammert explica que, durante el ¨²ltimo a?o, las instituciones chilenas se han visto bajo la sombra de varios esc¨¢ndalos de corrupci¨®n y violencia, y estas manchas en el historial del pa¨ªs se han reflejado en la encuesta. ¡°El estado de derecho siempre se ha puesto en entredicho en Latinoam¨¦rica por la falta de confianza en la polic¨ªa. Chile siempre fue una excepci¨®n, porque su polic¨ªa estaba bien vista, pero por lo que lleva pasando desde hace ya un tiempo ha ca¨ªdo¡±, sentencia. De todas las regiones encuestadas, Latinoam¨¦rica y el Caribe obtienen los peores resultados, por detr¨¢s de Oriente Medio y ?frica Subsahariana.

El estudio de Gallup establece un ¨ªndice de percepci¨®n de la seguridad y el orden en diferentes regiones del mundo bas¨¢ndose en entrevistas con decenas de miles de personas. Los encuestados en Chile respondieron sobre su confianza en las fuerzas policiales, si se sienten seguros por las calles o si han sido v¨ªctimas de robos o asaltos en 2019. Como resultado se ha obtenido una calificaci¨®n de 67 puntos, una ca¨ªda del 15% respecto a 2018. M¨¦xico se sit¨²a en el segundo puesto con peor percepci¨®n de todos los encuestados en Latinoam¨¦rica, seguido de Venezuela que, bajo el r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro, es donde se obtiene la peor calificaci¨®n de Am¨¦rica Latina y la tercera a nivel global con 54 puntos.

La disminuci¨®n de la confianza en las fuerzas de seguridad locales de Chile ha disminuido debido al deterioro de tres grandes ejes: percepci¨®n de prestigio, eficiencia y democracia, seg¨²n Dammert. ¡°La polic¨ªa de Chile ten¨ªa reputaci¨®n porque era una instituci¨®n hiperprofesional en la que no ten¨ªa cabida la corrupci¨®n y eso la diferenciaba de Latinoam¨¦rica¡±, explica. Adem¨¢s ¡°funcionaba en el marco de la ley¡± y buscaba ¡°los mejores niveles de justicia¡±. Sin embargo, esas tres caracter¨ªsticas saltaron por los aires los ¨²ltimos a?os. ¡°Una centena de funcionarios malversaron el dinero de la polic¨ªa, unos 30.000 millones de pesos, y la percepci¨®n de que no era corrupta cay¨®¡±. Luego, con las manifestaciones por la subida del precio del metro que acabaron en un estallido de violencia, se reportaron una serie de violaciones de derechos humanos ¡°con torturas y abusos sexuales y se hundi¨® el pilar de la protecci¨®n¡±. Por ¨²ltimo, el uso de la fuerza al margen de la legalidad fue ¡°cr¨ªtico para la relaci¨®n con la ciudadan¨ªa y se instal¨® la percepci¨®n de que la autonom¨ªa es tan alta que son impunes, como una instituci¨®n que se cuida a s¨ª misma¡±, subraya Dammert.

El informe de Human Rights Watch (HRW) que denunci¨® a los polic¨ªas chilenos por ¡°graves¡± violaciones a los derechos humanos sigue muy presente un a?o despu¨¦s de las protestas y se refleja en los resultados de Gallup. El documento de HRW mencion¨® especialmente la utilizaci¨®n de perdigones que contienen plomo que dejaron ciegos a varios manifestantes como Gustavo Gatica, la v¨ªctima de mayor simbolismo. Respecto al futuro del pa¨ªs, que ha aprobado una Constituci¨®n que deja atr¨¢s la dictadura de Pinochet, la analista advierte de que hay que esperar a ver c¨®mo actuar¨¢n los pr¨®ximos Gobiernos. ¡°Est¨¢ el escenario muy l¨ªquido y se ha iniciado un proceso muy largo¡±, admite. Adem¨¢s, la covid va a cobrar importancia en la percepci¨®n de la polic¨ªa, "porque, pese a la crisis, la poblaci¨®n reconoce que desempe?¨® una tarea importante en la aplicaci¨®n de las medidas sanitarias¡±. Recuperar la confianza perdida est¨¢ en manos de las administraciones futuras. ¡°El pr¨®ximo gobierno ser¨¢ el que tenga que implementar los cambios para cambiar la percepci¨®n¡±, asegura Dammert.

Otro de los resultados destacables en Am¨¦rica Latina ha sido Ecuador, donde la idea de seguridad entre la ciudadan¨ªa ha ca¨ªdo un 5% en el ¨²ltimo a?o. ¡°La polic¨ªa ecuatoriana ha pasado por varias relaciones¡±, se?ala la analista. ¡°Con [el presidente Rafael] Correa se hizo un proceso de reforma y los ciudadanos generaron expectativas. Con Lenin Moreno han habido situaciones de corrupci¨®n y con la presencia de la migraci¨®n venezolana hay una sensaci¨®n de que el crimen ha aumentado, adem¨¢s de las marchas y enfrentamientos que han derivado en violencia¡±, incide.

Por su lado, M¨¦xico contin¨²a siendo el segundo pa¨ªs m¨¢s inseguro de Latinoam¨¦rica, algo que no sorprende a Dammert. ¡°En M¨¦xico hay una crisis estructural por la criminalidad que lleva muchos a?os. La cultura de la ilegalidad est¨¢ instaurada. Est¨¢n siendo investigados expresidentes, exgenerales de las fuerzas armadas... y la sensaci¨®n ciudadana es que la profec¨ªa se ha cumplido: la corrupci¨®n ha permeado la justicia criminal¡±, reitera.

Sin embargo, hay ejemplos a seguir en este continente para mejorar las instituciones si los Gobiernos tienen la oportunidad de sostener sus pol¨ªticas en el tiempo y establecer mecanismos de control. ¡°Uruguay y Costa Rica son buenos modelos, donde hay un cambio basando en evidencia¡± y se?ala los sistemas de gastos de personal, los mecanismos de control de gastos en veh¨ªculos y grandes compras y la instalaci¨®n de GPS a los veh¨ªculos policiales, por ejemplo. Aun as¨ª, el continente tiene un largo camino por recorrer. ¡°Es el que mayor tasa de homicidios tiene del mundo, m¨¢s que los pa¨ªses en guerra. Adem¨¢s, no se resuelven y quedan impunes. La gente tienen una mirada cr¨ªtica hacia la polic¨ªa y el crimen organizado ha florecido. En consecuencia, la inseguridad es muy alta y la poblaci¨®n tiene m¨¢s miedo aqu¨ª que en los pa¨ªses africanos¡±, puntualiza Dammert.