Los brasile?os castigan a Bolsonaro y vuelven a la derecha tradicional en las municipales
El Partido de los Trabajadores (PT) pierde la primac¨ªa de la izquierda en uno de los peores resultados de su historia
Los brasile?os castigaron este domingo a las dos figuras que m¨¢s polarizan Brasil, al presidente Jair Bolsonaro y a su predecesor Lula da Silva. El ultraderechista es el gran perdedor de la primera vuelta de las municipales porque el electorado apost¨® por un regreso a los partidos tradicionales del centroderecha, olvidando el discurso contra la vieja pol¨ªtica del intercambio de favores impuls¨® al militar a la presidencia. Casi todos los candidatos que apadrin¨® perdieron, pero el bolsonarismo sigue vivo. Y el Partido de los Trabajadores cae a m¨ªnimos hist¨®ricos.
Un peque?o partido nacido de una escisi¨®n del PT protagoniza la sorpresa de los comicios en los que otra novedad es el aumento de concejalas, incluidas negras y transexuales. Los sondeos se confirmaron y el PSOL (el Partido Socialismo y Libertad), al que pertenec¨ªa la asesinada Marielle Franco, ha logrado la gesta de pasar a la segunda vuelta en S?o Paulo, la ciudad m¨¢s rica de Brasil. Las opciones de Guilherme Boulos, activista de los trabajadores sin techo, son escasas porque se enfrenta al alcalde, Bruno Covas, pero ha logrado un valios¨ªsimo escaparate para su partido. Los brasile?os eleg¨ªan alcaldes y concejales de las m¨¢s de 5.500 ciudades.
Aunque el mapa definitivo de estas elecciones retrasadas por la pandemia, que dispar¨® la abstenci¨®n al 23%, solo estar¨¢ tras la segunda vuelta el 29 de noviembre, varias tendencias quedan claras. ¡°Este resultado es un fiasco para Bolsonaro¡±, afirma Carolina Botelho, del Instituto de Estudios Sociales y Pol¨ªticos de la Universidad del Estado de R¨ªo de Janeiro. La analista destaca que el mandatario no ha logrado traducir el enorme poder que otorga la presidencia en alcaldes de las capitales ni en un frente de partidos aliados. ¡°Es tan ca¨®tico que sali¨® del PSL (el partido al que se afili¨® para las elecciones), pero no ha logrado construir un partido propio, con lo que tambi¨¦n ha renunciado al fondo (de financiaci¨®n) electoral. Ha roto un cheque en blanco¡±, explica. Adem¨¢s, los votantes han respaldado a los alcaldes que impulsaron las restricciones por el coronavirus y dado la espalda al negacionismo del presidente.
El pastor evang¨¦lico Marcelo Crivella en R¨ªo de Janeiro es la gran apuesta de Bolsonaro para la segunda vuelta. Tambi¨¦n apoya en Fortaleza al capit¨¢n Wagner Gomes, que lider¨® una huelga de polic¨ªas hace a?os. El bolsonarismo deja una huella quiz¨¢ menos visible pero clara en estas elecciones: la proliferaci¨®n de polic¨ªas y militares candidatos y electos de muchos partidos, incluidos algunos de la izquierda.
Pero los grandes beneficiados de la jornada se llaman PSD, MDB, PSDB, DEM, PP o PL. Son las siglas de toda la vida, partidos sin ideolog¨ªa, anclados a menudo en intereses locales y que suelen estar prestos a apoyar al presidente de turno a cambio de cargos que manejen presupuesto. Aqu¨ª llamados partidos fisiol¨®gicos, han aumentado su cosecha de votos. Pueden apuntarse la victoria de los tres alcaldes de capitales estatales elegidos en esta primera vuelta, los de Belo Horizonte, Salvador de Bah¨ªa (en territorio que fue fiel al PT) y Curitiba. Supone la resurrecci¨®n de unas formaciones que, recalca Botelho, ¡°nunca murieron¡±. Ellos s¨ª que saben hacer pol¨ªtica, negociar, llegar a apa?os con quien sea, cosa que Bolsonaro nunca ha sabido hacer. Por eso el presidente tiene dificultades para encontrar los socios necesarios para que sus proyectos legislativos sean aprobados o sean reconocibles tras su paso por el Congreso y por lo que su intento poco esforzado de construir un partido a su medida ha fracasado estrepitosamente.
Los principales partidos tradicionales gobiernan el territorio donde vive casi la mitad de los brasile?os, seg¨²n indican los resultados de la primera vuelta. Aunque ostentar la presidencia no tiene por qu¨¦ implicar un poder territorial equivalente, los datos dan la medida de la hemorragia que viene sufriendo el PT desde que fue expulsado en un impeachment ante el clamor popular contra la corrupci¨®n. Solo el 1,8% de los brasile?os vive en municipios con alcaldes petistas. Ha perdido un tercio de las alcald¨ªas en estos comicios, pero a¨²n es una m¨¢quina pol¨ªtica.
Sostiene la polit¨®loga que Lula y los suyos ¡°est¨¢n perdidos, no est¨¢n sabiendo leer el Brasil de hoy, creen que es el de los tiempos de (Fernando) Collor¡±, a principios de los noventa. A dos a?os de las presidenciales, mantiene a Lula como l¨ªder aunque no puede concurrir porque est¨¢ condenado por corrupci¨®n y la formaci¨®n sigue ausente del debate p¨²blico aunque tiene el mayor grupo parlamentario.
Pero si se mide en poder territorial, el PT incluso han perdido la primac¨ªa de la izquierda ante el ascenso sin ruido del PDT (el Partido Democr¨¢tico Trabalhista, de centro izquierda). La formaci¨®n del excandidato presidencial Ciro Gomes, arraigada en el empobrecido nordeste, gobierna ciudades donde vive 3,3% de la poblaci¨®n.
El r¨¢pido recuento de siempre fall¨®
La votaci¨®n depar¨® una sorpresa m¨¢s, el recuento. Cuando los brasile?os esperaban mostrar a EE UU y al mundo c¨®mo un pa¨ªs continental escruta 147 millones de votos y ofrece los resultados para la hora de cenar, el sistema fall¨® y solo salieron a medianoche. El retraso de cuatro horas en escrutar el equivalente a los votos depositados 12 d¨ªas antes en Estados Unidos cort¨® en seco las ganas de mofarse de los poderosos vecinos del norte acumuladas durante el ag¨®nico recuento del duelo Trump-Biden.
Los chistes que proliferaron tras las elecciones estadounidenses anoche cambiaron de tono. El triunfalismo de aquellos d¨ªas se transform¨® en lamentos tipo ¡°Arizona se r¨ªe de nosotros¡± o ¡°est¨¢n americanizando nuestro recuento¡±.
El problema no estuvo en las urnas electr¨®nicas, sino en el ordenador que suma los votos en Brasilia, seg¨²n explicaron el Tribunal Superior Electoral. Pero la aver¨ªa dio alas a las teor¨ªas de la conspiraci¨®n entre los bolsonaristas y a las acusaciones de fraude. Bolsonaro ha defendido la reinstauraci¨®n del voto impreso reiteradamente, tambi¨¦n este lunes. Brasil, donde el voto es obligatorio, utiliza desde 1996 urnas electr¨®nicas que lleva hasta el ¨²ltimo rinc¨®n de la Amazonia. Fueron ideadas por un misterioso grupo de t¨¦cnicos apodados los ninjas porque entre ellos hab¨ªa varios nipo-brasile?os. Dicen las autoridades electorales que son a prueba de fraude porque no est¨¢n conectadas a Internet. Las fabrica una empresa alemana.
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