Presos obligados a cambiar de nombre en las c¨¢rceles chinas para dificultar su localizaci¨®n
Un informe denuncia que cada vez es m¨¢s habitual que se alteren los datos de los defensores de los derechos humanos detenidos en China para despistar a sus familiares y abogados
Xu Yan, la esposa del abogado de derechos humanos Yu Wensheng, tiene que recorrer m¨¢s de 700 kil¨®metros, los que hay entre Pek¨ªn y la ciudad de Xuzhou, para intentar ver a su marido, detenido en enero de 2018 y condenado a cuatro a?os de c¨¢rcel por ¡°subversi¨®n de los poderes del Estado¡± tras reclamar cambios a la Constituci¨®n en una carta abierta. Durante meses, al llegar a la puerta del centro de detenci¨®n y preguntar por su esposo, la respuesta fue siempre similar: ¡°Aqu¨ª no hay nadie con ese nombre¡±. Eso, a pesar de que hab¨ªa recibido una comunicaci¨®n oficial en la que se le notificaba el encierro de Yu en ese lugar.
Finalmente, el centro de detenci¨®n admiti¨® que el abogado estaba entre sus presos, aunque siempre ha impedido, con un argumento burocr¨¢tico u otro, que Xu o el hijo de ambos puedan verle. La ¨²nica comunicaci¨®n directa que los esposos han podido mantener durante casi tres a?os fue una breve videollamada en abril de 2018, despu¨¦s de que se presentaran formalmente cargos contra ¨¦l. Nada desde entonces; cada vez, Xu Yan ha tenido que regresar a casa sin nada a cambio.
La respuesta de los funcionarios de prisiones a Xu ¡ª¡±no hay nadie con ese nombre¡±¡ª no es ins¨®lita cuando el preso por el que se pregunta es un defensor de los derechos humanos. Un informe de la organizaci¨®n Safeguard Defenders (SGD) publicado este martes, bajo el t¨ªtulo Access Denied (Acceso Denegado), denuncia que es una pr¨¢ctica frecuente cambiar el nombre a estos presos una vez que se les presentan cargos formales e ingresan en un centro de detenci¨®n, para dificultar su localizaci¨®n.
¡°Durante mucho tiempo, ni sus abogados ni yo hemos podido reunirnos con Yu Wensheng. No ha gastado nada del dinero que se deposit¨® [en su cuenta del centro de detenci¨®n]. Tengo mis sospechas acerca de si realmente estuvo detenido all¨ª. Alg¨²n polic¨ªa me ha dicho que lleva todo este tiempo en aislamiento. Si eso es verdad, es bastante m¨¢s probable que le hayan torturado¡±, cont¨® Xu a SGD.
El sistema legal chino permite que, mientras se le investiga, un sospechoso quede detenido en un lugar no identificado, en aislamiento y sin acceso a un abogado o a sus familiares durante un m¨¢ximo de seis meses, dentro del procedimiento conocido como ¡°vigilancia residencial en una localizaci¨®n designada¡± (RSDL, por sus siglas en ingl¨¦s). Una vez expira ese plazo, debe ser trasladado a un centro de detenci¨®n formal y, si lo solicita ¨¦l o su familia, debe tener acceso a un abogado en un plazo m¨¢ximo de 48 horas. Pero, al registrarle con un nombre diferente, se les niega su identidad y ¡°se garantiza que contin¨²an ilocalizables para sus familias, amigos y abogados¡±, explica el informe.
Esa pr¨¢ctica no es nueva, pero s¨ª parece haberse vuelto m¨¢s frecuente, apunta la ONG, que registr¨® 30 de estos casos entre 2009 y 2019 y entrevist¨® a 10 de sus protagonistas, la mayor¨ªa detenidos durante la gran redada contra abogados de derechos humanos hace cinco a?os.
El modo en que se aplica var¨ªa. Se suele informar al reo de su nuevo nombre en el traslado al centro de detenci¨®n formal, y se le proh¨ªbe que divulgue el aut¨¦ntico a sus compa?eros. Suele conservarse el apellido real, y con frecuencia el nombre de pila es similar al verdadero: as¨ª, el bloguero Wu Gan, detenido por sus cr¨ªticas a funcionarios corruptos, pas¨® a ser Wu Ming dentro de la c¨¢rcel; la abogada Wang Yu era conocida como Wang Ning, un nombre que en ideogramas chinos se escribe de manera muy similar al original. Pero var¨ªan lo suficiente como para una b¨²squeda inform¨¢tica en el registro oficial no arroje resultados. En otros casos, sobre todo en los primeros a?os del periodo investigado, se adjudicaba al preso un n¨²mero o un nombre despersonalizador ¡ªla activista Ni Yulan pas¨® a llamarse ¡°Centro de Detenci¨®n N¨²mero Uno de Xicheng¡±¡ª.
El uso del alias suele prolongarse hasta la puesta en libertad bajo fianza o el momento del juicio, aunque en algunos casos puede continuar despu¨¦s. El caso m¨¢s largo detectado por SGD es el del abogado de derechos humanos Wang Quanzhang, registrado en su prisi¨®n con una versi¨®n m¨¢s corta de su nombre (Wang Quan) y al que no se identific¨® correctamente durante tres a?os y cuatro meses, en dos prisiones diferentes.
Los propios reos atribuyen el uso de nombres falsos a varias razones. Entre ellas, ¡°negarles el acceso a un abogado e impedir que otros detenidos se enteraran de su historia y la contaran a la gente de fuera del centro, especialmente si el caso era famoso y hab¨ªa recibido mucha atenci¨®n¡±, apunta el informe. Tambi¨¦n, que podr¨ªa ¡°ser m¨¢s f¨¢cil ocultar la noticia si llegaran a morir durante la detenci¨®n¡±. Adem¨¢s de ser una manera de debilitar su moral a¨²n m¨¢s, ¡°al impedir que su familia les enviara dinero y provisiones. Eso podr¨ªa hacer m¨¢s f¨¢cil para la polic¨ªa el arrancar una confesi¨®n o castigar a¨²n m¨¢s a la v¨ªctima¡±.
20 de las 30 v¨ªctimas no tuvieron acceso durante su detenci¨®n a un abogado de su elecci¨®n, o incluso ning¨²n abogado en absoluto. Entre los ocho que s¨ª (de los dos restantes no se sabe si se les respet¨® ese derecho), varios tardaron meses en tener acceso a uno de su preferencia. ¡°Es algo que viola inequ¨ªvocamente su derecho a un juicio justo¡± y le hace m¨¢s vulnerable a la tortura, apunta SGD. La organizaci¨®n insta al Gobierno chino a respetar todos los derechos que la ley concede a los detenidos; a notificar a las familias el paradero de sus seres queridos, y obligar a rendir cuentas a los funcionarios de prisiones y polic¨ªas que hacen uso de esta pr¨¢ctica abusiva.
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