La UE lanza un plan de integraci¨®n de migrantes para combatir el extremismo
La estrategia tratar¨¢ de atajar la falta de cohesi¨®n social a la que se enfrentan 34 millones de europeos nacidos en pa¨ªses extracomunitarios
La Uni¨®n Europea pone el acento en la radicalizaci¨®n que prende en algunos colectivos de migrantes y lanza una ofensiva ¡°para llenar los vac¨ªos¡± que ¡°explotan¡± las ¡°organizaciones extremistas¡± cuyo mensaje cala entre ¡°los m¨¢s vulnerables¡±. As¨ª lo ha enunciado este martes el comisario de Estilo de Vida Europeo, Margaritis Schinas, durante la presentaci¨®n del Plan de Acci¨®n de Integraci¨®n e Inclusi¨®n, que guiar¨¢ la estrategia comunitaria frente a las personas de origen extracomunitario hasta 2027. Las medidas se centrar¨¢n en cuatro ¨¢reas clave: educaci¨®n, empleo, salud y vivienda. El proyecto promover¨¢ pol¨ªticas p¨²blicas a escala local y regional a trav¨¦s de una mir¨ªada de fondos europeos.
Las evidencias de que en la UE existe una falta de cohesi¨®n social y una discriminaci¨®n lacerante entre los nacidos dentro y fuera de los f¨¦rreos muros de Schengen se acumulan sobre la mesa. Las pruebas resultan a¨²n m¨¢s sonrojantes cuando se constata c¨®mo los efectos de la covid golpean de forma diversa seg¨²n la cuna. Bruselas trata de reconducir con el plan sobre integraci¨®n presentado este martes la situaci¨®n de una buena porci¨®n de su poblaci¨®n: 34 millones de europeos son de origen extracomunitario (un 8% de los ciudadanos) y en torno a un 10% de los j¨®venes de entre 15 y 34 a?os tienen al menos un padre for¨¢neo, seg¨²n datos facilitados por la Comisi¨®n.
Sin embargo entre los nacidos al otro lado de la frontera la tasa de empleo es 10 puntos menor a la de los nacidos en la UE (64,2% frente al 73,9%); el porcentaje de personas con bajo nivel educativo es casi el doble (38,5% frente a 19,6%); el riesgo de exclusi¨®n o pobreza resulta 20 puntos superior (39% frente al 19,5%) y es m¨¢s frecuente que vivan en hogares hacinados (un 27,6% frente al 14,2%)
La nueva estrategia de Bruselas parte del concepto de que ¡°la integraci¨®n es una calle de doble sentido¡±, tal y como lo ha enunciado el propio Schinas, a la que han de contribuir tanto los migrantes como la sociedad de acogida. Esta idea ya fue usada en la controvertida Declaraci¨®n Conjunta que rubricaron los 27 ministros de Interior el pasado 13 de noviembre, fecha del quinto aniversario de los atentados terroristas de la sala de conciertos Bataclan y otros bares y lugares de Par¨ªs que dejaron 130 muertos.
La declaraci¨®n vinculaba migraci¨®n y extremismo, algo que escoci¨® en algunas capitales europeas, mientras sab¨ªa a poco en otras. Pero de la versi¨®n final se eliminaron, por petici¨®n expresa de varios Gobiernos, las referencias al ¡°islam¡± que aparec¨ªan en los borradores. ¡°La amenaza terrorista nos viene de dentro y de m¨¢s all¨¢ de las fronteras¡±, protest¨® una fuente de Interior presente en la discusi¨®n, molesta porque el discurso de la UE, que estos d¨ªas negocia tambi¨¦n el paquete de migraci¨®n y asilo, parece centrarse ¡°en retornos y fronteras¡± dejando a un lado ¡°la integraci¨®n¡±.
La declaraci¨®n de Bataclan fue una forma de cerrar filas en torno al presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, que ha ido endureciendo el tono sobre la falta de integraci¨®n de los musulmanes. Tras encadenar varios atentados en suelo galo (entre ellos la decapitaci¨®n de un profesor que ense?¨® a sus alumnos las vi?etas de Mahoma), Macron declar¨® la guerra al ¡°separatismo islamista¡± y reconoci¨® ¡°las insuficiencias en la pol¨ªtica de integraci¨®n y en la lucha contra la discriminaci¨®n¡±.
Ese mismo debate llega ahora a Bruselas. El comisario griego, Margaritis Schinas, ha concedido este martes que la relaci¨®n entre ¡°migraci¨®n y extremismo¡± no es ¡°autom¨¢tica¡±. Tampoco ha citado el islam. Pero s¨ª ha asegurado que persiste el ¡°riesgo de que las organizaciones extremistas prediquen entre los vulnerables, y exploten los vac¨ªos que dejan los servicios p¨²blicos y las estructuras comunitarias¡±. Y ese, ha dicho, es el trabajo de la UE: ¡°Que nadie se sienta vulnerable ni excluido y llenar estos vac¨ªos¡±.
Estilo de vida europeo
El Plan de Acci¨®n es quiz¨¢ tambi¨¦n una forma de entonar el mea culpa y de actuar en esos m¨¢rgenes donde suelen habitar los olvidados. Promueve una ¡°inclusi¨®n en sentido amplio¡± y tratar¨¢ de tejer colaboraciones con los Estados miembro, las autoridades regionales y locales, los agentes econ¨®micos y sociales, los empleadores y la sociedad civil para coordinar una estrategia de ¡°abajo arriba¡±. Para su elaboraci¨®n se ha contado con el asesoramiento de personas de origen extracomunitario y se ha recabado la opini¨®n de ONG y otros actores relevantes.
El plan asegura que se van a potenciar iniciativas para mejorar los programas de idiomas y la convalidaci¨®n de t¨ªtulos extranjeros; promover, con empresarios y empleadores, la inclusi¨®n en el mercado laboral y la iniciativa empresarial de los migrantes; facilitar el reconocimiento de las destrezas adquiridas en el extranjero; el acceso a los servicios sanitarios y el apoyo a programas de prevenci¨®n, adem¨¢s del acceso a una vivienda ¡°adecuada y asequible¡± que evite los guetos. Uno de los papeles clave de la Comisi¨®n ser¨¢ como financiador de programas y proyectos que busquen la cohesi¨®n social, con paquetes como el Fondo de Asilo, Migraci¨®n e Integraci¨®n, el Fondo Social Europeo, o los Fondos de Desarrollo Regional, adem¨¢s de los programas Erasmus +, InvestEU y el de Ciudadan¨ªa, Igualdad, Derechos y Valores.
Schinas ha cerrado su intervenci¨®n asegurando que la integraci¨®n se encuentra en el ¡°coraz¨®n del estilo de vida europeo¡±, haciendo as¨ª honor al t¨ªtulo que lleva su vicepresidencia. Pero este nombre ya gener¨® pol¨¦mica cuando lo cre¨® la presidenta de la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen, en 2019: al principio se denomin¨® ¡°Protecci¨®n del estilo de vida europeo¡±. Y solo despu¨¦s de una encendida protesta de aquellos que se preguntaban frente a qu¨¦ hab¨ªa que protegerlo, se cambi¨® por el de ¡°Promoci¨®n del estilo de vida europeo¡±.
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