Las escuchas ilegales afloran el pasado m¨¢s oscuro del uribismo
Las nuevas revelaciones de espionaje en Colombia han provocado un vendaval pol¨ªtico que recuerda el esc¨¢ndalo del espionaje del DAS, bajo el mandato de Uribe

El arranque de 2020 ha sacudido con fuerza Colombia. Cuando el Gobierno de Iv¨¢n Duque intentaba aplacar las denuncias de una incursi¨®n paramilitar en Bojay¨¢ y mientras el presidente repart¨ªa dulces entre los ni?os del pueblo, estallaba otro esc¨¢ndalo: una serie de denuncias de escuchas ilegales a pol¨ªticos, jueces y periodistas por parte de los militares. De acuerdo con la investigaci¨®n de la revista Semana, esa habr¨ªa sido la causa de la salida del controvertido comandante del Ej¨¦rcito, el general Nicacio Mart¨ªnez, quien renunci¨® en diciembre aduciendo razones familiares. Esta semana, casi al mismo tiempo de la publicaci¨®n, se revel¨® el hallazgo de dos micr¨®fonos escondidos en el despacho del magistrado de la Corte Suprema de Justicia que lleva el caso del expresidente ?lvaro Uribe, l¨ªder del partido de Gobierno, mentor de Duque y un pol¨ªtico ligado a las escuchas ilegales, conocidas coloquialmente en Colombia como?chuzadas.
Este esc¨¢ndalo revive uno de los peores fantasmas de hace una d¨¦cada, cuando pol¨ªticos de la oposici¨®n, magistrados de la Corte Suprema de Justicia, defensores de derechos humanos y periodistas fueron v¨ªctimas de espionaje por parte de la polic¨ªa secreta del Gobierno de ?lvaro Uribe (2002-2010). Este episodio es recordado como las?chuzadas del DAS, como se conoc¨ªa al extinto Departamento Administrativo de Seguridad. La investigaci¨®n de la Fsical¨ªa sobre esas interceptaciones ilegales, descubiertas en 2009, resultaron en 22 personas condenadas. Las autoridades tambi¨¦n confirmaron que algunos miembros del DAS entregaban la informaci¨®n de las v¨ªctimas a los paramilitares. La instituci¨®n fue desmantelada en octubre de 2011, durante el Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018).
Las nuevas revelaciones apuntan a que los datos de las escuchas ilegales ten¨ªan como destino a un pol¨ªtico del partido de Gobierno. ¡°Francamente es dif¨ªcil creer que alguien del Centro Democr¨¢tico lo recibiera a espaldas de ?lvaro Uribe, el caudillo. La pregunta obvia es ?a todas estas el Gobierno no sab¨ªa, no estaba al tanto? ?El general que comandaba las Fuerzas Militares daba ¨®rdenes a motu proprio o de un nivel superior?¡±, se pregunta el senador Iv¨¢n Cepeda, del izquierdista Polo Democr¨¢tico, una de las v¨ªctimas de los seguimientos, en conversaci¨®n con este diario.
Duque ha evitado referirse con profundidad a las denuncias de espionaje ilegal: ¡°Aqu¨ª tenemos unas Fuerzas Militares que se han destacado siempre por ser honorables y estar al servicio de los colombianos, y donde haya manzanas podridas, llevarlos a que se les apliquen sanciones ejemplares¡±, se?al¨® el mismo s¨¢bado desde Bojay¨¢.
¡°Hay una similitud del esc¨¢ndalo actual con el pasado. La ¨²nica diferencia son las instituciones: en el pasado se utiliz¨® al DAS; en el presente, a la inteligencia del Ej¨¦rcito. Pero son similares porque el jefe inmediato en ambos casos es el Ejecutivo. Tanto del DAS como de la inteligencia del Ej¨¦rcito el jefe inmediato es el presidente y por eso es llamado a ser el responsable pol¨ªtico¡±, valor¨® el periodista Juli¨¢n Mart¨ªnez, autor del libro ChuzaDas. Mart¨ªnez recuerda que en 2009 el espionaje tambi¨¦n se encamin¨® hacia magistrados de las altas cortes que investigaban la relaci¨®n de pol¨ªticos con paramilitares.
Los episodios de interceptaciones ilegales abundan en la historia reciente de Colombia, incluso despu¨¦s de que el DAS fue desmantelado. En medio de los di¨¢logos con la extinta guerrilla de las FARC, los negociadores de paz fueron espiados e incluso se dio a conocer la existencia de una red de espionaje que aprovechaba los equipos de la Fiscal¨ªa para vender sus servicios al mejor postor. ¡°Pero este caso de chuzadas tiene ingredientes adicionales y especiales, que le dan una connotaci¨®n pol¨ªtica que se corresponder¨ªa con un anacr¨®nico concepto de guerra interna, de doctrina de seguridad nacional o de guerra fr¨ªa¡±, apunta el senador Antonio Sanguino, de la progresista Alianza Verde, otro de los congresistas de oposici¨®n que ha denunciado que era v¨ªctima de escuchas ilegales.
Micr¨®fonos en altas cortes y amenazas a la prensa
El caso actual tiene, seg¨²n Cepeda, tres elementos. ¡°Una inteligencia ilegal que se practica contra quienes defienden el proceso de paz; un ataque a la prensa que durante el 2019 denunci¨® esc¨¢ndalos en el Ej¨¦rcito; y una actividad ilegal de espionaje contra la Corte Suprema de Justicia que lleva el caso de ?lvaro Uribe¡±. En este ¨²ltimo punto se refiere al hallazgo de dos micr¨®fonos en el despacho del magistrado C¨¦sar Reyes, que investiga el caso de presunta manipulaci¨®n de testigos por parte del exmandatario. El alto tribunal entreg¨® los micr¨®fonos el martes al fiscal general, para determinar si estaban activos y si hab¨ªan transmitido datos recientemente. Debido a la investigaci¨®n se revisar¨¢n las oficinas, viviendas y veh¨ªculos de los magistrados de la Corte Suprema.
¡°Se combinan una serie de delitos en un entramado delictivo de altas implicaciones contra la democracia colombiana. Estamos hablando de chuzadas que se hacen desde el coraz¨®n de la inteligencia militar, quiz¨¢s ordenadas por oficiales, cuya informaci¨®n se le entrega a dirigentes del Centro Democr¨¢tico, seguramente para tambi¨¦n proteger al expresidente Uribe, mantenerlo informado sobre actuaciones judiciales¡±, advierte Sanguino. ¡°El nivel de gravedad es inocultable. Aqu¨ª se est¨¢n socavando los fundamentos mismos de la democracia, esto es una actuaci¨®n t¨ªpica de reg¨ªmenes dictatoriales y autoritarios¡±.
Adem¨¢s del poder legislativo y judicial, el llamado cuarto poder encarnado en periodistas cr¨ªticos tambi¨¦n ha sido un blanco recurrente desde las ¨¦pocas del DAS. En el episodio m¨¢s reciente, Semana denunci¨® que algunos de sus periodistas e instalaciones fueron vigiladas por parte de miembros de la inteligencia militar.?
Aunque esto le hace un da?o enorme a la legitimidad de las Fuerzas Militares, Sanguino destaca el papel de los oficiales honestos que han ayudado a destapar el esc¨¢ndalo. Ni se puede culpar a todos los uniformados, ni se puede minimizar atribuy¨¦ndolo a unas pocas manzanas podridas, argumenta el senador. ¡°Hay una estructura ilegal al interior de las Fuerzas Militares, que coincide con los cambios en la c¨²pula militar en tiempos de Duque¡±, concluye.
Hay dos maneras de abordar el esc¨¢ndalo, sostiene por su parte Camilo Romero, el exgobernador de Nari?o que acaba de dejar el cargo, otro de los pol¨ªticos de oposici¨®n que eran espiados. La primera es particularizar qui¨¦nes son los afectados y qui¨¦nes los que dieron la orden. ¡°M¨¢s all¨¢ del hecho, de que hay unos que chuzan a otros, lo que est¨¢ de fondo es que hay una l¨®gica de poder y una l¨®gica de gobierno. Y hoy se ha trastocado el 2020 hac¨ªa el 2002. Esa l¨®gica de poder es permisiva con lo ilegal, con la criminalidad, con el paramilitarismo, con el asesinato de l¨ªderes sociales. Una l¨®gica de poder intolerante con lo democr¨¢tico, lo distinto¡±, le dijo a EL PA?S. Ese tipo de abusos vulnera la confianza de la ciudadan¨ªa en las instituciones, zanja.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.