Una epidemia de dengue afecta a m¨¢s de 1.800 personas en Paraguay, incluido el presidente
Mario Abdo Ben¨ªtez sufre el tipo menos agresivo del virus y deber¨¢ descansar hasta siete d¨ªas
El presidente de Paraguay, Mario Abdo Ben¨ªtez, ha sido infectado con el virus del dengue, seg¨²n confirm¨® este mi¨¦rcoles el ministerio de Salud. El padecimiento del mandatario ocurre en medio de una de las mayores crisis en el pa¨ªs latinoamericano, desde 2013, por la proliferaci¨®n del mosquito que transmite la enfermedad. ¡°El resultado del an¨¢lisis de sangre confirma, efectivamente, que el presidente est¨¢ con dengue¡±, afirm¨® en rueda de prensa el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, quien recalc¨® que a pesar de eso, el mandatario se encuentra en "buen estado general" y no presenta m¨¢s que s¨ªntomas febriles.
Abdo Ben¨ªtez, de 48 a?os, deber¨¢ reposar entre dos y siete d¨ªas en la residencia presidencial (Mburuvicha roga, casa del jefe en lengua guaran¨ª, lengua cooficial junto al espa?ol). All¨ª desempe?ar¨¢ sus funciones y recibir¨¢ a los ministros, en lugar de en el Palacio de Gobierno, situado en el centro de Asunci¨®n. El presidente paraguayo contrajo el serotipo 4 de dengue, el m¨¢s com¨²n en esta epidemia y el menos agresivo, por lo que est¨¢ fuera de riesgo grave. ¡°El presidente es un hombre muy sano y representa un grupo sin factores de riesgo, no tiene ninguna enfermedad conocida, ni toma ning¨²n medicamento. Por eso reposar¨¢ en su domicilio y no hay necesidad de internaci¨®n¡±, a?adi¨® el titular de Salud.
El mandatario sufri¨® un mareo y fiebre el martes, lo que le oblig¨® a cancelar cuatro actos que estaba celebrando en el departamento de Alto Paran¨¢, regi¨®n fronteriza con Brasil, justo en medio de una crisis carcelaria por la fuga de m¨¢s de 60 integrantes de la mayor red criminal de Am¨¦rica del Sur de una penitenciar¨ªa paraguaya situada en la misma frontera. Abdo Ben¨ªtez contrajo la enfermedad, al igual que otros 1.800 paraguayos y otras 10.000 personas que est¨¢n en observaci¨®n por sospecha de padecerla tambi¨¦n, seg¨²n cifras oficiales.
El dengue ha matado a dos personas desde que comenz¨® la epidemia hace unos dos meses. Adem¨¢s, hay otras 14 muertes que podr¨ªan estar relacionadas, pero est¨¢n por confirmar. ¡°Estamos esperando que aumente de manera importante, t¨ªpicamente se duplican semana a semana¡±, aclar¨® el portavoz del Gobierno. Actualmente, el sistema de Salud paraguayo recibe al menos, 3.000 notificaciones semanales.
El dengue se extiende por todas las regiones tropicales de Am¨¦rica Latina de forma imparable por la proliferaci¨®n del mosquito que lo contagia, el aedes aegypti. Solo el fr¨ªo detiene la expansi¨®n del insecto, pero en el caso de Paraguay, donde la mayor¨ªa de los d¨ªas del a?o la temperatura no desciende menos de los 25 grados, se reproduce sin parar en patios y calles de todo el pa¨ªs, pero principalmente en las grandes urbes, donde la falta de pol¨ªticas p¨²blicas de limpieza favorece su aparici¨®n.
En 2019, Paraguay registr¨® nueve fallecidos por la enfermedad y m¨¢s de 10.000 casos confirmados. En la crisis de 2013, la autoridades sanitarias contabilizaron 150.000 casos y 252 muertos en el pa¨ªs que tiene casi siete millones de habitantes, seg¨²n datos gubernamentales.
Los hospitales p¨²blicos est¨¢n saturados
El lunes en el hospital p¨²blico de ?emby, ciudad popular del Cono Urbano de Asunci¨®n, donde vive m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n total del pa¨ªs, los pasillos de paredes pastel y carteles con letras rojas estaban llenos de madres esperando de pie con sus hijos en brazos, de mujeres cuidando de hombres acostados esperando a ser atendidos y de m¨¢s mujeres cuidando de otras mujeres con s¨ªntomas de dengue. Son las 10 de la ma?ana, hace mucho calor y la humedad y los pacientes m¨¢s urgentes llevan pegada en la ropa una etiqueta roja, los que est¨¢n fuera de peligro, azul. La mayor¨ªa lleva la roja.
El doctor C¨¦sar Gonz¨¢lez, director m¨¦dico interino del hospital de ?emby, se abre paso con delicadeza y una gran sonrisa entre ni?as, ni?os, adultos y ancianos convalecientes. ¡°Se le llama ¡®rompe huesos¡¯ porque el dolor es tremendo, a cualquier nivel y porque nos deja a todos desesperados¡±, explica a EL PA?S en su oficina. Desde que se intensific¨® la epidemia, hace un mes, coincidiendo con el principio del verano austral, acuden a su centro unos 500 pacientes nuevos cada d¨ªa, de ellos la mitad resulta estar sufriendo dengue, dice.
En una de las consultas, Miriam Ben¨ªtez, paraguaya de 46 a?os, espera sentada al borde la cama donde su hija de 15 a?os reposa bajo una mosquitera de color azul que la cubre entera. ¡°Confirmaron que ten¨ªa dengue porque le sangr¨® cinco veces la nariz. Adem¨¢s, primero tuve yo y cuando me recuperaba le agarr¨® a ella¡±, cuenta resignada la madre. ¡°Te da mucha fiebre y te hace languidecer, cuesta mucho, pero como sos mam¨¢, ten¨¦s que sacar fuerza de donde no ten¨¦s cuando tu hijo se enferma¡±, a?ade. La ma?ana avanza y el hospital sigue repleto, el personal ha sido reforzado con m¨¦dicos residentes paraguayos y brasile?os. Su actitud es en¨¦rgica y amable con los pacientes, pero reconocen estar sobrepasados.
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