Las legislativas de Ir¨¢n se convierten en un plebiscito sobre el r¨¦gimen isl¨¢mico
A falta de verdadera competencia, la participaci¨®n resulta clave para medir el respaldo popular al sistema
El resultado de las elecciones legislativas de este viernes en Ir¨¢n est¨¢ cantado. Con los reformistas barridos de la escena pol¨ªtica y los moderados desprestigiados por el fracaso del acuerdo nuclear, los conservadores tienen garantizado el control del Parlamento que saldr¨¢ de las urnas. Pero en Ir¨¢n la distancia m¨¢s corta entre dos puntos rara vez es la l¨ªnea recta. Los conservadores no son monol¨ªticos y lo que se juegan no es tanto qui¨¦n ocupa los esca?os como la legitimidad del sistema isl¨¢mico que defienden. Por eso necesitan una alta participaci¨®n.
Desde la fundaci¨®n de la Rep¨²blica Isl¨¢mica tras la revoluci¨®n de 1979, el peculiar sistema pol¨ªtico iran¨ª ha combinado elementos republicanos (elecciones) e isl¨¢micos (una autoridad religiosa suprema). Sus responsables han obviado las contradicciones entre ellos aduciendo la legitimidad de las urnas. En esta ocasi¨®n, los ciudadanos llegan a las elecciones desilusionados con sus gobernantes, machacados por las duras sanciones estadounidenses y sin opciones pol¨ªticas diferenciadas. Malos augurios para movilizar a los casi 58 millones de iran¨ªes (sobre un total de 83 millones) con derecho al voto.
?Cu¨¢l es el m¨ªnimo aceptable para el r¨¦gimen? Nadie quiere pillarse los dedos. Fuentes oficiales y oficiosas hablaban estos d¨ªas del 60% (tras el 62% de 2016 y el 66% de 2012), pero parec¨ªa m¨¢s una aspiraci¨®n que una proyecci¨®n de datos. En las ¨²ltimas horas, algunas declaraciones apuntan a una rebaja en las expectativas oficiales.
¡°Para ganar el esca?o hay que obtener al menos un 20% de los votos, pero la ley no fija un m¨ªnimo de participaci¨®n¡±, explicaba este mi¨¦rcoles Abbas Ali Kadkhodaei, portavoz del Consejo de Guardianes (el ¨®rgano no electo que veta a los candidatos), durante una conferencia de prensa.
No obstante, a preguntas de los periodistas, Kadkhodaei ha dado a entender que las autoridades est¨¢n preparadas para encajar un resultado m¨¢s bajo de lo habitual. ¡°En muchos pa¨ªses, la asistencia a las urnas no alcanza el 50%. En Ir¨¢n, debido al sentimiento de pertenencia a la Rep¨²blica Isl¨¢mica de la gente, nunca hemos quedado por debajo de esa cifra; aunque no ser¨ªa un problema si es un resultado democr¨¢tico, esperamos que no sea el caso¡±, ha declarado.
Tanto el l¨ªder supremo, el ayatol¨¢ Ali Jamenei, como el presidente del Gobierno, Hasan Rohani, han llamado a participar. Jamenei no solo ha insistido en que se trata de un ¡°deber religioso¡±, sino que ha apelado incluso a sus cr¨ªticos para que, incluso si ¨¦l no les gusta, voten por Ir¨¢n. Mientras, los conservadores han lanzado una campa?a en las redes sociales en la que equiparan una alta participaci¨®n electoral con la ¡°dura venganza¡±, como los medios oficiales se refieren al bombardeo de dos bases estadounidenses en Irak en represalia por el asesinato del general Soleimani.
¡°Las elecciones al s¨¦ptimo Parlamento solo lograron la participaci¨®n de un 51% del electorado¡±, recuerda Mohammad Marandi, analista pol¨ªtico y profesor de la Universidad de Teher¨¢n. ¡°Menos de eso no ser¨ªa bueno¡±, interpreta durante una conversaci¨®n con EL PA?S. Por debajo de ese umbral, advierte, las autoridades ¡°tendr¨ªan que ponerse manos a la obra para resolver las quejas de los ciudadanos¡±.
Al inicio de la campa?a electoral, la cadena de televisi¨®n Khabar pregunt¨® a los 670.000 seguidores de su canal de Telegram si pensaban votar. En pocas horas, quienes respondieron que no alcanzaron el 83%. Los gestores del canal denunciaron una participaci¨®n fraudulenta y replantearon su encuesta. Despu¨¦s de que los contrarios a participar llegaran el 70%, Khabar neg¨® que se tratara de un canal oficial y lo borr¨®.
Los conservadores, divididos ante Qalibaf
Las dos grandes facciones conservadoras, o principalistas como prefieren denominarse, han llegado a acuerdos para presentar una lista conjunta en las elecciones al Parlamento de Ir¨¢n, el pr¨®ximo viernes. Sin embargo, en Teher¨¢n, donde se elige a 30 de los 290 miembros de la C¨¢mara, el m¨¢s conocido de los candidatos, Mohamad Baqer Qalibaf, ha supuesto un escollo que solo se ha resuelto en v¨ªsperas de concluya la campa?a electoral.
Qalibaf, un antiguo oficial de la Guardia Revolucionaria que fue alcalde de la capital y candidato presidencial en dos ocasiones, encabezaba la lista Ir¨¢n con la Cabeza Alta. Pero su estilo personalista y poco convencional, resultaba un obst¨¢culo para los seguidores del ayatol¨¢ Mohamad-Taghi Mesbah-Yazdi. Este ultra, que cree que la legitimidad de Rep¨²blica Isl¨¢mica deriva directamente de Dios y en su d¨ªa apadrin¨® al expresidente Mahmud Ahmadineyad, se negaba a aceptar a Qalibaf y respaldaba la lista Frente de Sostenibilidad.
As¨ª aparec¨ªa en los carteles que salpican la ciudad. Sin embargo, el miedo a que esa divisi¨®n permitiera el triunfo de la Gran Coalici¨®n de los Reformistas parece haber vencido las reticencias y este mi¨¦rcoles han anunciado que un¨ªan sus esfuerzos.
Lo que queda del reformismo se ha quejado de la descalificaci¨®n de sus principales candidatos en la mayor¨ªa de las 208 circunscripciones del pa¨ªs por parte del Consejo de Guardianes (el ¨®rgano no electo que veta a los aspirantes). Solo en Teher¨¢n han sido capaces de formar una lista completa (con candidatos para los 30 esca?os en liza). El portavoz del Consejo de Guardianes ha negado que haya habido interferencias pol¨ªticas en su decisi¨®n.
¡°Los reformistas no van a tener buenos resultados porque el Gobierno es impopular y ha cometido errores¡±, defiende por su parte el analista pol¨ªtico Mohammad Marandi.
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